Sunday, March 20, 2011

Estéticas mostrencas y vitales: Una interpretación general


Por Frederick Alberto Higgs, Ph D. / Universidad de California

El libro
Estéticas mostrencas y vitales comienza con una dedicatoria que indica para qué es y lo que será su propósito político: abrir los ojos de sus lectores al hecho de que en cada país, como en el mundo, «hay un capital económico y riqueza humana, pero si no hay cultura no se sabe qué defender y cómo organizar ni tal capital ni su gente». El tono político de su autor Carlos López Dzur (CLD) no puede ser más evidente cuando introduce sus dos primeros poemas en el libro: Como Alianza del subyugo y Montanistas.

El primero es también claro en el epígrafe que lo introduce: «La Santa Alianza fue concertada en París en 1815 entre Rusia, Austria y Prusia, para sofocar las aspiraciones nacionalistas de las pequeñas naciones subyugadas». Una denuncia anti-imperialista sobre cómo el pez grande se come al pequeño y cómo se juntan las grandes potencias para lograrlo. La perversidad es que llaman santa a su alianza depredatoria, de explotación y lucro. El segundo texto no es diferente: CLD la emprende contra el montanismo. Ahora su crítica se concentra en las excusas y máscaras religiosas de los depredadores.

«El montanismo es una ideología tóxica, un opio», nos conversó el poeta en aras de clarificar porqué utiliza tan acerbamente este tópico que, como movimiento, se infiltró en el interior de las comunidades cristianas primitivas. El montanismo se convirtió en lo que suele ser llamado, posteriormente, un «movimiento reavivador», y López Dzur se pregunta: «¿Reavivador de qué? si las comunidades cristianas primitivas no lo necesitaban para nada. Montano no tuvo nada que enseñarles, sino falsear con sus propias visiones tóxicas y escatológicas lo que ellos sabían sobre el espíritu y su estilo comunalista de vida y virtud cívica». Utilizo yo como referencias a sus comentarios los diálogos ofrecidos ya grabados y las conferencias del poeta ante estudiantes graduados en las universidades de Chapman y UCI, así como entrevistas personales y charlas informales con grupos judíos en Talleres de Estudios de Agenda Social, Tikkum, durante el periodo de su adscripción de 2005 al 2009.

López Dzur alega que las prédicas montanistas de apocalípsis (fin de los tiempos que se acerca, en un plazo muy breve, en espera de la parusía) es la predicación de la Divinidad como Hacha heridora y segadora y que esa doctrina es «la voz (...) que mata al Cristo ultramontano» y «hiere» geometrías sociales «con su homicida alarde». En textos como El hacha del No, tal como en Montanismo y El terror viene, propone:

Que no escuchen la gallunga
y su gente que asesina,
que a martinistas digan NO
y otro NO a la caterva ultramontana.

[El hacha del No»]

Que se ofrezca rotundo rechazo a la idea del que «el Lobo viene y morderá a corderillos», rechazo al frigio Montano que «insiste» en que:

el Reino viene y su Terror en chinga,
el Señor de la Siega se apresura.

un NO a punto caramelo
asalta a Tertuliano
y dice a Martínez Pascual,
judío y mentiroso, su adiós
y Port-au-Prince apesta demasiado
porque él es la pestilencia en bruto
y la ausencia de lamento
y de vela del temor honesto.

[El terror viene]

Para explicar ese No que él solicita, su mención de Tertuliano, Martínez Pascual y Haití, nos explica:

«Es importante esa mención en mi contexto de la toxicidad de la ideología montanista otra que es más o menos similar, el martinismo. Son doctrinas que se utilizan con el mismo propósito disuasivo contra las ideas de libertad y bienestar... En los días de la Revolución Francesa, fechas de influencia del enciclopedismo y de la formación de la primera colonia americana. los EE.UU. y sucesivamente de la independencia de Haití, individuos como Joachim Martinez Pasqually se yerguen como ideólogos contrarrevolucionarios... La manera martinista, la de Joachim, es mucho más refinada porque se trata de un cabalista, místico, que conoce los pros y los contras del enciclopedismo y del materialismo vulgar de la Europa decadente y de la caza inmisericorde y represiva del blanco, aquellos que sofocaron la Comuna de París, que fue una verdadera democracia, y aquellos que, con el pretexto de la Revolución francesa y los malos líderes haitianos, se emborracharon de lujuria anticívica y ajusticiaron en las guillotinas, o en barbarie caribeña, a quien les dio la gana y a gente que no lo merecía... pero, la influencia del Tratado de reintegración de los seres, de J. Martínez que sirvió de inspiración a la masonería escocesa, es cuasi tan peligrosa como el profetismo montanista... Los cristianos de la tradición primitiva no se consideraban receptáculos de la divinidad... Eran sencillos y humildes, como digo en mi poema, querían «extender el alma / y alargar la razón de (su) ser y aceitar la mañana», esto es, querían vivir. Quisieron su comunidad de mundo, no que viniese otro a aterrorizarlos con «el fin del hombre sobre el mundo» y, seguramente, ante esos místicos transmundanos como Joachim Martínez, preguntarían, como yo....¿con qué carcoma santa rechazarán «las nupcias de la sustancia con los cielos, de qué verdad o torpe vademécum leyeron su mentira?» ¿O esperan echarnos de mis montes, si ya nos sentimos trascendentes?... La respuesta es cierto super-elitismo... ¡Ah, yo soy el nuevo Paráclito! así se alegaba Montano, yo tengo la verdad por el mango. Soy un iluminado. En mí están reveladas todas las iluminaciones y secretos... y, si no hacen lo que yo les digo, la Ira Santa viene más pronto... Ese tipo de doctrina mete-miedo data del año 177, vino de Lyon (Francia) y la había en Roma y en África, hacia el año 205 después de JC y es tan estúpida que todavía estamos esperando la llegada de la Parusía y el fin del mundo... aún hoy están las adventistas y los pentecostales, herederos de esas doctrinas, se las gastan predicando miedo por el inminente Acabóse del Mundo, las disciplinas penitenciales y no se van por la acción de justicia social, a menos que no sea la ultraderecha cristiana y el sionismo de factura estadounidense.... Todavía están las modernas Maximilla y Priscilla, beatonas, en pululeo y observas a niñas que no enseñan piernas ni se ponen color labial por causa de estas mañosas represiones sexuales, religiosas y políticas, instructoras de una preparación auto-martirizante para ganar más méritos antes que Dios venga sentado en su nube de polvo sideral... El montanismo instruía enfáticamente en darse a los ayunos, la xerofagia (abstención de alimentos húmedos), la castidad dentro del matrimonio, no casarse por segunda vez, no dar el perdón a un cristiano rebautizado y al que no lo fue alguna vez, o al que lo fue y abandonó la fe y, más herejéticamente, la Iglesia Católica los condenó por negar la naturaleza divina de las jerarquías y las ortodoxias dentro de la institución... Tertuliano fue uno de esos que se adhirió al movimiento, al final de su vida, después que escupió tanto contra ellos... pero, dejáme apuntar algo sobre las versiones neomontanistas, como el martinismo es una... Quieren lo mismo: un foro exotérico para gesticular como 'iluminados', hacer creer que se comunican con seres invisibles que les dotan de santidad suprema y los capacitan para un estado de perfección. Dicho así, su autoridad como personas será incuestionable porque son regenerados por esas Super-Potencias invisibles... Lo terrenal no sirve. Es un exilio del Estado Original; por lo que hay que liberarse de lo terrenal y seguir a quien tiene las técnicas regeneradoras del hombre carnal. Ahora el 'iluminati' es el dueño de la Logia y el custodio de ciertos rituales... o Nuevos Templos... En fin, hay algo que intuitivamente me lleva a considerar a Martínez, su misteriosa vida y viajes, un megalomaníaco que se placía en llamarse «Gran Soberano o Soberano de los Soberanos», y mi pregunta es ¿de qué y para qué? Seguramente, si fue a Haití, no fue para nada bueno... o el proyecto sería el mismo para el que Montano infiltraba comunidades religiosas: neutralizarlas y alienarlas políticamente».

En este libro a López Dzur le obsede metafóricamente el motivo de Hacha y pienso que tal hacha es algo más que un utensilio para destasajar maderas, o cortar árboles. Es un hacha ideológica. Un hacha que, en ciertos casos hay que detener. Lo que es el hacha y en manos de quiénes está es lo que CLD explica en los poemas sucesivos: «Detén el hacha», «El padre y el hacha», «El sacrificador y la ofrenda», «El hacha del No» y, en su posesión, la propia, «El hacha de Carlos Abram». Abram no es parte de su nombre de pila, sino una adopción simbólica para su hablante en los textos.

Respecto a esta última cuestión de lo abrahámico, su libro se atañe con el reino referencial y bíblico de Abram, el padre que, por un mandato de fe, levanta un hacha para sacrificar a su primogénito Isaak en las alturas del Monte Moriah. Con su artesanía de reelaboración imaginativa y expresión poética, Carlos López Dzur comienza a desentrañar las implicaciones del acto, o tentativa de asesinato y sus motivaciones. Este quehacer con la palabra es filosófico en tanto que va a la relación entre lo ontológico y lo verdadero, del significado de la vida y su específico marco natural en la existencia humana y en los sistemas de valores que pretenden su protección.

El libro no es el enjuiciamiento del profeta Abram porque este intento de homicidio ritual es sólo una metáfora que se preserva en el Génesis y, en cuanto tal, es que CLD revelará su riqueza. Principalmente, el contenido del poemario es el examen lopezuriano de algunos sistemas de valores, según se van mostrando internamente inconsistentes para la tarea por la que se alega que éstos han sido creados. Vista esa primera parte del libro, que ha titulado las Memorias de la Caverna, el enjuiciamiento crítico incluye: la ilegitimidad del oblata / sacrificio / y los absolutos omniconclusivos [sea ya «por obligación civil, ya admitida y declarada»).

En el poema 'El padre y el hacha', se enuncia que «El bien no es un valor absoluto». En el texto 'El sacrificador y la ofrenda', la crítica se dirije hacia el nominalismo, el sensualismo y todo que se toma «in desperadum», apriorísticamente, como capricho.

Hay una crítica a «la mala sombra / de lo humano» que permea tales ideologías, a los admiradores ciegos de Trasímaco, a ultramontanos, integristas, martinistas, a quienes en conjunto CLD llama los burladores de la sombra. O también buitres, hienas y alianza de subyugamiento, cuando se agrupan como dirigencias de naciones. Estos sistemas de valores convierten al hablante de los textos en la Voz del No legítimo que pide que el hacha se detenga y se dirija hacia otra víctima.

Cuando el hacha del sacrificio pasa de mano, CLD se identifica con el Abram que sufre por la petición que Jehová le hiciera. La identificación es profunda y la prueba es el texto 'El hacha de Carlos Abram'. Mientras Abram obedeció sin chistar el mandato de su fe, Carlos Abram hace sus pertinentes solicitudes de negociación. «El Hacha que Carlos Abram propuso como útil, preparada a-la-mano, / presente, como su objeto dado, / Carlos sabrá retirarla de tu lonco / cuando seas-en-común, / el hijo de mi sueño, / el Deseado». Lo que se negocia es una bendición a los hijos, siendo que el Carlos Abram de los textos no es un padre perfecto.

Con ironía se presta a contar su propia historia, su personal ofrenda en el Monte del Moriah y utilizando su propia hacha. Hacha que ahora es símbolo de un instrumento de entendimiento y limpieza conceptual. «Con santurronas, legalistas, / de lógica formal o moral judeo-cristiana, / me acosté en bandidaje; / pero ví el porvenir, yo ví / los hijos perfectos que ya no entran a revolcarse en el limo / ni en desajustes de identidad / se dan cimientos; yo los bendigo / y les cuento el pasado / (la hora del Hacha / y la cima de Moriah) / con un poco de futuro».

De modo que al contar su propia historia como padre, en fuga, en bandidaje, la disolución del matrimonio por ser con una mujer equivocada y la incompatibilidad entre ellos, CLD concluye que, pese a ésto, la visión de lo deseado es posible. Es posible el espíritu de profecía que visualiza los hijos perfectos, gozosos y sin desajustes; los hijos bien cimentados, que pueden entender sus antecedentes, perdonar y convivir el presente, con su «poco de futuro». Después de proferir contra la lógica formal, el legalismo y la moral judeo-cristiano, lo que se infiere de este padre es su naturaleza contracultural y protestaria. No es al Abram dogmático al que Carlos adjunta su nombre. Es un típico padre de la Generación de los Baby Boomers.

El libro está dividido en cuatro partes: (1)
Memorias de la caverna, (2) Nos cayó la macacoa, (3) Tránsito entre hienas y (4) Consolaciones de Agar.

Para López Dzur, la criatura humana tiene un apetito de infinitud y luz, visión que traiciona por las limitaciones de su naturaleza física y las presiones de la necesidad. Este Abram genérico de su libro ama a su hijo, a sus mujeres, a su comunidad, pero habita en «la cueva de roca de mí mismo». Esto puede ser referencia a la carne, a la terrenalidad, a la dependencia de lo denso u onticidad en general. La carne es el reino de la necesidad y de la desorientación, individual y colectiva. Este hombre quiere una «casa de certidumbre» para su hijo, o para construir la ideología de la esperanza; pero, dada su condición, no la tiene. De los poemas que hablan claramente sobre ésto destacamos: «Caverna del mutatis mutandi», «Bendición de los hijos» y «Las cavernas de la creencia».

La Cueva de roca / la caverna / habla de miseria histórica y dura circunstancialidad. Las cuevas fueron la primera casa / vivienda o albergue / de la humanidad primitiva. La cueva está «ahíta aún con simulacros / y dolores suyos y dolores míos». Esta es la descripción de la naturaleza humana en su ambiente. Es por lo que Abram descubre que a su hijo Isaak lo hereda con su insuficiencia, no con la abundancia y plenitud que desea darle. «Descubrí / que no pude dar lo que él merece / y sufrí como nadie».

El libro da una memoria de lo que es vivir en un mundo cavernario, donde el hombre dizque moderno sigue con una instintividad arcaica y con problemas de adaptación y aprendizaje. El individuo del presente es instruído en ideologías de fuerza y deshumanización. CLD nos habla sobre el origen de la civilización, de la historia de lo pasado, pero las cavernas están presentes espiritualmnmte todavía y las convivencias forzadas del colonialismo y el etnocidio cultural no pasan de moda.

Pero, por decir que se nos da una memoria, se implica que hay una voz principal o relator que la da. Ese es Carlos Abram; cuya voz silenciosa es el Abram inicial-bíblico. Este es el referente del asesinato ritual que no se concretó. Carlos Abram es quien da una interpretación al hecho. Abram es un neófito que entra, sin saberlo, a un proceso mágico. CDL, a través de Carlos Abram, un abraham en el Monte Moriah contemporáneo, que representa el hablante del texto «El secreto de la Fortuna». O el hablante de Blaise Pascal.

El clamor que se contiene en el primer poema es la revelación de la Libertad y el Orden; en segunda lugar, «mi homenaje a Blaise Pascal, el mensaje es que no hay que buscar a un dios conceptual, ni profetas que convocan a tener un hacha en la mano, o sustentar un sistema de holocaustos. En cambio, el dios vivo inspira una estética de magia y esplendor. La fe es la visión de una Zarza ardiente, una experiencia viva que se puede revelar. No un enigma que nos quiebra los sesos, dios teorético y logificante»:

Yo, Eleutherio el Liberador, te daré fortuna.
Hijo de la promesa, entonces, elabora pues
la palabra persuasiva.
Defiende la Eunomía cuando vayas a tierra
porque hay demonios duros y siniestros,
hombres bestiales, a donde vas llegando.
Tú sé heroico en cuanto puedas.
No te pido que cortes cabezas,
que seas la guillotina, cámara ardente,
horca, cadalso, silla eléctrica.
No inventes otros aparatos represivos
ni el policía, el soldado, el vengador milico.
No urdas violencia contra el prójimo.
No seas falange ni tortura ni guerrilla.
Solamente, sé eunómico porque existe el Orden.

[El secreto de la Fortuna]

Entendido ésto, del libro en su totalidad vemos que se concierne con la ética política [lo eunómico] y, al mismo tiempo, con la estética. Es curioso que un comentario de CLD sobre qué es más importante al juzgar el mito del Sacrificio de Isaak por Abraham, si lo ético o lo estético, él observara:

«El acto que Abram pretendía realizar es estético. Es un drama del Eleutherio Liberador con su prójimo, alguien amado, a quien trata como un hijo. Eleutherio es Tiké / la Fortuna, o el portavoz de magia. Se suele reperesentar como mujer y con muchos nombres... Así que Tiké puede ser el Padre, o la Voz que prueba la obediencia de Abram... En el poema El secreto de la Fortuna se dice: 'Yo soy el padre, Kéter-zeus-júpiter, pero, en fin, más que nominalismo'. El Padre Arquetípico le habla al hijo para darle fortuna, orden y bendición. Le pide que defienda la Eunomía, que es asunto de ética y política; pero, además de que se apartarte de lo bestial y los ciegos automatismos, le revela una salvación, a la que llama el primer regalo y salvación... El poema dice: 'Identifícala. Vive en jardines. Llámala Tyche Soteira, Salvadora, o Agathe Tyche, Buena Fortuna. Es el primer regalo que te haré por llegar a la tierra y flotar en mis lotos'. Esto es ya estética y magia... ¿Qué es realmente lo que hay que matar, si algo? ¿Al niño Isaak, que tan amado ha sido de su padre? El símbolo de la ofrenda es siempre algo que es muy querido por el sacrificador. ¿Qué realmente significa que un Libertador, padre de la envergadura de Kéter Jehová, Zeus o Júpiter, pida la cabeza o la muerte de su criatura. ¿Qué sentido tiene? En las Estéticas mostrencas, sí, la idea es glosar sobre la fe y el valor de una obediencia armonizadora, pero en un sentido mágico, es decir, más allá de todo literalismo y nominalismo. La fe no es ingenuidad y reacción automática. Es una comprensión».

Ahora entra en juego el tercer personaje, el Dios que le pidiera el sacrificio. CLD alude: «Entonces, vino mi Padre, / padre de todos los prójimos posibles / y me pidió su sangre, las tinieblas mías, / y que lo sacara de la cueva / y que trajera su urna cineraria / y que lo matara en el monte Moriah / oculto en lo más solitario de la cima». Este es un Padre Social. El Estado. El hombre que diviniza el Estado, o al Ancestro, es quien da ese tipo de consejo: «Obedéceme y mata».

Sucesivamente, descubrimos que Isaak, la ofrenda de sacrificio, «la dulce y suave cría», es símbolo del alma: «Si el alma es mucho más, / ¿cómo saberlo? / ¿cómo aducirlo / con estas semejanzas, / metáforas del amor al hijo?» En otros poemas, él habla del alma como «lo hijificado», en la historia y en el ser íntimo.

Es interesante cómo CLD utiliza la historia de Abram, contextualizándola filosóficamente en el mito platónico de Las Cavernas. Platón utiliza la caverna para hablar sobre la libertad y las ideas incipientes en la psiquis humana.

Pese a estas fuertes críticas al montanismo y martinismo, CLD no siente que haya el mínimo tinte de ateísmo o anti-cristianismo en su visión. Es sólo una interpretación personal, aunque paradójico y frontal ante, mucha gente que propone un Dios personal, una salvación, el fin de las contingencias, con la intención de hacer su bien, y es quien más daño hace, al tornarse más fanática y perseguidora. Esto es lo que hace mostrenco a sus estéticas y un tema que le propongo que comente, siendo tan central en su libro. ¿Qué es lo mostrenco? Descubro que la respuesta deseada la había dado en un comentario que sobre él publiqué en la edición del primero de julio de 2010 de la revista Sequoyah 63. Entonces dijo:

«Acerca de la percepción metafórica que yo tengo de lo mostrenco... En cuanto al trópos predominante en este libro, habrás notado la ironía. Estas cagazones de la changa, o embarres en la macacoa, es estética irónica y el uso caraterístico en el título no es mentar a lo bruto, lo rudo e ignorante, de personajes inspiradores de los textos. Mostrenco es un adjetivo para referir cualidades de la gente zafia, zoquetera y majadera. Mas, yo quiero hablar con cierta majadería del majadero, o si acaso mis estéticas son majaderas, es como forma de aquilatar y valorar más lo que es vital... Me gusta el fondo vital de la Existencia, que no es lo bruto ni lo ignorante, implícitos en la palabra 'mostrenco'... me gusta la palabra 'mostrenco' por su cercanía sonora con 'monstruo'... En la existencia cotidiana, más que monstruos teratológicos, o monstruos como los de la ciencia ficción, de King Kong a Frankenstein, lo que hay son montruosidades morales... A la gente ignorante, le gusta 'entretenerse' con el ser desfigurado, velado, el monstruo como ente feo, como algo temible a sus estéticas de normalidad. Para mí, eso es deprimente.

Me gusta la vitalidad que enaltece, que curiosea, pero se atreve a convivir con lo aparentemente temible... no me interesan más monstruos que aquellos que vaticinara Victor Hugo cuando dijo que la prosperidad crea monstruos y, bien... me interesan monstruos, que no parecen tales, pero hablan como tales... pienso en Jerry Falwell, el evangelista de lengua de sierpe, cuando dice: «Esos fundamentalistas islámicos, esos terroristas radicales, esos monstruos del Mediano Oriente, están empeñados en destruir las nación judía, hundiéndola en el Mediterráneo, conquistando el mundo». Falwell es un monstruo moral del fanatismo y la desmesura. Es un montanista inconfeso. Habla como uno...

Francisco de Goya decía que la fantasía, abandonada por la razón, es la que produce los monstruos inverosímiles; que el sueño de la Razón produce monstruos, pero, unida a la razón, la fantasía (y ésto si lo recuerdo literalmente) es «madre de las artes y el origen de maravillas». Lo grandioso de esta reflexión de Goya es que razón y fantasía deben funcionar unidas. El monstruo se forma de la desunión, sea la razón o la fantasía. Entonces, las dos son culpables de forjar lo monstruoso, esto es, lo mostrenco... Uno tiene que apartarse de lo que se vuelve extremo en sus formas habituales de mayoría, orden como status quo y mero espejo de lo existente.

Tengo un extraño poema que lo inspira la fealdad del sapo y, en cierto modo, esa fábula que dice una princesa le da un beso al sapo encantado, que en el fondo es un príncipe, y le devuelve su belleza. Eso es lo que yo pienso que el hombre debe ser: un príncipe besado, amado, para su desencantamiento... Y Sapo de otro pozo, el de mi poema en este libro, para merecer «la mansa factura de las niñas, gemido más melódico / del arpa y lo más noble del deseo», para no croar feamente, o el hombre para no reirse como una hiena, sino para dar sonido melodioso de arpa, debe desagradar, combatiendo, la hipocresía y mentira de los espejos en que él se mira y desde el que las mayorías lo juzgan zafio, asqueroso e indeseable, y que no es otra cosa que 5,000 años en la «cuna de varones / con hacha, transgresores», la historia de los pozos violentos... Debe decir un NO a los extremos y, en particular, a los falsos «purificadores morales», que representan:

... el crimen y flagelo
provisto por los inquisidores,
sabelotodos embaucadores,
agarrapendejos, blasfemos.
Un NO que proteja de la burla
el misterio
y lo santo
y lo puro.

De la primera parte, hay un poema titulado La casa de las lujurias, creo que el poema final, que dice:

Estás a tiempo aún, Amante mío.
El ciclo de penumbas perdura.
La caverna es esta casa
de la infiel lujuria.

Llámame perra y casa-vulva
del Asia proconsular de los tiranos.
Como tres y dos son cinco,
me cayó el chahuistle
y me cagó la changa.

Como botín, han tomado
mi cuerpo los árabes y turcos
y no acertan a dar conmigo
sus últimas boqueadas.
Me recuerdan las espinas
cada uno de ellos, menos tú;
yo, para tí, fui una rosa.

En las hebras de plata,
se derriten mis lunas
y, contra los años, tuyos-míos,
han surgido sinfín de satrapías
y sus nuevos relojes
y exorcismos.

Ellos han marcado mis pasos
de cadáveres, se inventaron
discursos de poder para ultrajarme.
En vehículos de ruedas
irrumpieron los romanos
y ya se han ido, me olvidaron.

Las cavernas también son
los lupanares, objetos sin memoria,
rincones de otros perros flacos,
pulgosos turbios, físico-perceptuales

[La casa de las lujurias]

En la sección Nos cayó la macacoa, se observa cómo López Dzur toma muy sensiblemente el impacto sicológico y emocional de los discursos de poder y las invasiones ultrajantes y las data en la historia, en periodos que van desde el «Asia proconsular de los tiranos», pasando por árabes, turcos y romanos, hasta el presente. Ahí es que el hombre social comienza a decir: «me cayó el chahuistle / y me cagó la changa».

Como parte del elemento 'mostrenco', no me sorprende la coincidencia lo que López Dzur dice en torno a la lujuria. «Que apesta y es lo que nos exhorta a volvernos a apropiar del olfato, a cambiar las pestes por aromas, la descomposición de la carroña, por verdaderas preferencias espirituales. No es una casualidad que este texto sobre la lujuria cavernícola me obseda que preceda a Dueño de mi olfato, ¿te fijaste? Cambio el orden de los poemas en mis libros, una y otra vez, aún cuando ya los tengo organizados en índices; pero éstos dos van juntos. No puedo mentar la lujuria sin una cautela olfatoria prioritaria y la resignificación de lo que es 'aroma grato'. El hombre es un animal que ofrenda. Esto es esperanzador, significa que ama y teme; pero no siempre lo que ofrenda es puro... Digo que el humo de los hipócritas civilizados, sus hedientes sahumerios, «incomoda mis zorreras... Habitan cerca de mí / y a su aroma nauseabundo / yo detesto».

Asimismo le observo que los símbolos metafóricos de peste, macacoa o cagadas de changa que permean en el libro, en esa misma sección, mientan ia necesidad de higiene que se origina por el lavado. La sección cierra con los textos «Como una lavandera» y «Como un expiador». Mucho de lo que se lava, se hace como expiación, por haber vivido en complicidad con la peste, las lujurias y las epidemias. El olor a sangre parasitaria. «Expiar es una forma de lavado interior. El lavado exterior, como el de la ropa o los genitales, es otro ritual que exorcisa lo inmundo», sugiere CLD.

En sus reflexiones sobre lo que entiende por inmundicia, hay visos heideggerianos. El hombre tiene mucho olor inmundo de pasado, o «de la facticidad de lo ya sido que engloba el futuro, sin embargo, no aprende a vivirlo sin angustia». La tendencia equívoco es rehuir como expiación; pero la expiación «no un voluntario torturarse, sino un lavarse práctico; por es que digo que no necesitamos doctrinas montanistas de final de mundo ni de quehaceres martirizantes. La mejor manera de vivir el presente es sustentando la esperanza, no de un más allá transmundano, sino de convivencia en que concurran el pasado y el futuro hacia nuestro presente. No se hizo el pasado para repetirlo, sino para quitárnoslo en cuanto ha sido perversode nuestras vidas. Al pasado que nos duele y frena es al que debemos despercudir, quitarle la mugre, porque hay ideólogos de lo arcaizante que nos decora su repetición y nos la vende».

CLD dice que la vida humana de cada sujeto es una vivencia del sacrificador y la ofrenda; la sociedad o su modelo de civillización son nuestras alturas del Monte Moriah y, de muchas formas, se nos emplaza por algún mandato a levantar un hacha de sacrificio. «En cada familia, se nos pide (por razón del servicio a la patria) dar un hijo a la guerra y dizque por 'la democracia y la libertad'. Eso no es muy diferente al derramamiento de sangre sobre pira de leña que se cuenta en el mito bíblico de Abram, el padre. Ese es el Arquetipo de mi Estética. Jehová pidió el Sacrificio y hoy lo piden hombres que ni siquiera creen en Jehová...»

Con el Patriarca Abram, el poeta representa el futuro de la existencia auténtica, superada la tensión y lo que preocupa, la desasosiego. El Carlos-Abram se reniega a aceptar un destino irremediable como ser finito, y aprende el proceso de su historicidad. Esto es lo que vehiculiza el proceso de lavar como expiación, lavar para despercudir y purificar hasta ver y experimentar «aquello que es», lo que Platón llamara lo Bello-en-sí y lo Bueno-en-sí, «esto es «todas aquellas cosas que postulábamos como múltiples», ahora «las postulamos como siendo una unidad, de acuerdo con una Idea única, y llamamos a cada una lo que es» [ VI, 507b]. Como Heidegger, el poeta concluye que el ideal de lo Bello-en-sí y lo Bueno-en-sí, como lo verdadero, lo que es, tiene un precio. No está obsequiado de buenas a primeras. «Y la primera impureza a vencer», alega Carlos, es el temor al «fundamento oculto de la historicidad del ser-ahí, que es la finitud, el ser-para-la muerte».

Lo Bello-en-sí y lo Bueno-en-sí ews para los que lavan y creen que la existencia auténtica es la resolución de la finitud de la existencia al poder-ser, no sólo como libertad, sino un poder-ser platónico, en que verse libre de trivialidades o brutalidades de la vida cotidiana, es es el ideal mismo de lo Bello-en-sí y lo Bueno-en-sí. «No hay nada gratis en la vida cotidiana, hay que pasar por la angustia, a veces el peor de los maestros, pero maestro al fin. La angustia es la condición implicada por temple de animo radical que es la angustia… Hay que beber de esas copas de amargura antes que la dicha sea el futuro. En el presente a lavar, no hay capricho sino un deber autoconscientivo del sacrificador... En los poemas sobre las hachas, hay alguno en que dije:

El hacha incondicional dijo
de pronto a la ofrenda de holocausto:
no es igualdad absoluta que te ultraje;
yo sufro y no lo sabes; soy humano,
pero voy a fundar la libertad
más allá de tu muerte...

Voy a darte el placer eterno
de la obediencia que trasciende,
el amor de los dioses
fuera de la cueva
egoica, vocinglera;
así la mala sombra
de lo humano
no será ya
capricho».

En Memorias de la carverna, medita sobre el paso de lo mágico-estético a lo político-eunómico, a una comprensión de la ética. El hombre natural, en ciertos entornos y situaciones, que podríamos llamar «primitivas», fue capaz de sacrificios inhumanos, sólo concebibles en bestias. Las memorias cavernarias reflejan la ausencia de belleza en la percepción de las relaciones, o el momento de su indeterminación. No hay una comprensión de unidad, o como escribía Diderot en sus Investigaciones sobre el Origen y la Naturaleza de lo Bello, de que el alma puede unir las ideas que ha recibido separadamente. Sin embargo, CLD analiza que, «tras la gran pantalla de la indiscernibilidad causal, se explica por los diversos grados de similitud en el nivel micro... también hay realidades veladas, lo oculto, hay direcciones y nuevas fundaciones de posibilidad»...


«El poeta (en cuanto fundador por la palabra) utiliza el trópos, o «dirección» como la redireccionalización de una expresión o de su contenido original para adoptar otro contenido. Este proceso es válido en el lenguaje, en las ciencias y en la existencia. Abram es un trópos viviente. Una vez estuvo en la cueva, ya festeja fuera de ella, porque los trópos implican movimiento, cambio, recombinaciones y adopciones de contenidos nuevos que no eran los originales, como cuando los elementos más primitivos la química se transmutan para darse entidad nueva en la física… Y, cuando hablamos de existencialidad y de seres humanos, este proceso de recurrencia troplógica no se da sin dolor y sin anulación de otra cosa… Acuérdate que el hombre es un ser mixto. Su mente es un cristal que recibe muchas luces e imágenes. El hombre siente miedo de entrar en lo oculto y dejar la seguridad de lo conocido... Lo esperanzador es que, aunque no hay voluntad política, sí hay el conocimiento de la ética... Sabes que la prostitución, la confección de armas, las guerras religiosas y tribales, las epidemias y la progresiva pérdida de libertad individual e introspección, son malas y constituyen la Gran Bancarrota. El infortunio del Ser humano de las que hablo en este libro» (cf. vid «Conversando», con Carlos López en El Librepensador).

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Estas cosas dijo el Vitoco / Del parto de mi voz / Estéricas mostrencas


Estas cosas dijo el Vitoco

Estas cosas dijo el Vitoco,
mesías sin mentira y cantor
de panderos y danzas,
al echar un árbol a las aguas amargas
y endulzar la vida de la arena.

¡Treinta vitaminas que Funk
ni imaginó, desde ese día,
reconstruyeron al pueblo de Tritón
y a las bocas que comen leudo
en los días de santa convocación!

En cada espacio de vértebra,
dáles la perfecta rima
para la canción del genoma!

Húndelos en el pozo viscoso
de tu amarillo linfa, mánalos
como tocofenol vegetal de tus aceites
para que no sean estériles ni magros
y se multipliquen en el texto
de Tu Sol nutricio; que beban
la sangre de tus espinacas,
caldo de tus legumbres
y bebedizos de tus patatas cocidas
en horno de elocuencia morfogénica.

¡Que aprendan a morder,
sin dolor de encías y sin tedio,
a los sabores de tus ácidos ascórbicos
ya que en tí, señor de sonoridades,
late la palabra furiosa,
la denuncia y el colmillo conspirador!

¡Tantas galas de violencia
y no resisten hasta el tercer día
estos hijos de Tritón,
depresivos, asténicos,
comegofios de arena!

Dáles la biotina, versolari
del Axis Mundi, suélvela
en las aguas de Mara y que beban
las riquezas de tus alacenas
de vitamina H, chacra por chacra,
del epistrófeo al sacro,
del alfa a la omega.

¡Que se laman los bigotes,
que olviden que tragaron polvo
y bebieron orines de cobras
y pitones; a fresas y a moras
que les sepan las jetas
a esos dueños de duras cervices!

¡Puebla sobre el poema
de las aguas dulces tu sustancia rojiza!
Combate a las crueles anemias del alma.

Exilia la pelagra
y establece el Reino del Consuelo
con ácido fólico que te sobre
porque hay torrentes sanguíneos
en desgracia y parturientas
con úteros rotos
y alambiques de tibias doncellas
que mueren en mañerías
con hombres engañosos
y hembras que no hayan ligamen
ni atadura porque no saben
salmos en madremontes
ni canciones para el fuego de la leña.

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Del parto de mi voz

a Hefesto, el cojo y feo artesano

Para que un poema nazca
como debe nacer, yo no acumulo
lo mejor de las flores, primorosos jardines
(que se dan por sentados, aunque sean
espectros de ilusiones ideales, subjetivas
sólo en la apariencia).

Me gusta más el proceso
(el no dicho proceso) que lo hace deseable
y por el que se sufre, sea lo que sea interiormente
el sufrir... Una flor no existe sin que antes
se foguera en la raíz, en tierra de desbrujo,
en el humus oscuro,
en la pisada y repisada arcilla, en la violencia
de humedal con gusanos, en la semilla pudrida,
en la hojarasca que a nadie inspira un texto
o canción de orígenes...

... ahí nace, como materia bruta,
lo que será el gozo de los ojos, el esplendor
del aire, el nido en alto para las transparencias.

Voy por el poema profundo que nadie
transporta al benéfico asombro,
que ninguno avizoró
(para esquive su angustia).

Después de hechas las flores,
como tropel van las gentes por su aroma,
después que las mariposas han dejado
de ser larvas, cómo corre el cazador
con red de ansias a ver si atrapa una.

No yo. El poema me interesa cuando es sólo
un comienzo del rechazo, estercolero
de las indiferencias; pero...

Yo lo voy a pulir,
lo sacaré de la baba y el fango,
del puchero inicial con que lo Bello nace
y lo profundo se acuna...

Me gustan los poemas
en que tuve ojos que lo vieron
y mano sucia que se metió
en el útero ignorado
yendo por él, etapa por etapa.

Por eso, sin compañía, me hallaré en la tarea
y tendré pocos amigos que entiendan
lo que hago; yo no tendré de oquis
olimpos ni parnasos.

Como mi canto fui tirado al vacío.
Caí en la tierra con la voz sedienta,
renco, mustio, atolondrado, abandonado
de la esquisitez aplaudida,
pero, orfebre al fin,
entre gusanos.

03-06-2002

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Tuesday, March 15, 2011

Los dos Montes de Isidore / Estéticas mostrencas y vitales


Los dos Montes de Isidore


«¡Yo utilizo mi ingenio para pintar
las delicias de la crueldad!»:
Les Chants de Maldoror, 1869

«Hice un pacto con la prostitución para sembrar
el desorden en las familias»:
Isidore Ducasse, 1868
Siempre ha de buscarse la Aurora.
Mal dormirse en el horror de perpetuada siesta
es la noche, maldoror de trunca madrugada
porque la Luz es satánica y lo constante
son bestiarios de terror, injusticia y guerra,
esas las visibles huellas bajo las estrellas,
esas las que son palpables bajo la luna
y se lamentan.

Abre tu boca de automático desplante,
Lautréamont, saca bestialidades atroces del corazón
de la noche y haz espacio a la Aurora de Maldoror.
Que la escritura se desate sola y digan que el Conde
mentiroso, alma pupilaria tuya, vio al impúdico dios y le dijo
'animal antropófago me hastías' y empezó a echarle
tiros como con su pistola, seis cantos disparados
arteramente a quemarropa, Isidore, pandillero
a la edad de 22, antes de Rimbaud, surtidor de visiones
del horror o hallazgo sentido en el sinsentido.
Mas van buscando iluminaciones,
ustedes satánicos, luzbeles en temporada
de infierno, condes malditos de lo surreal.

2.

¿De qué mundo hablarías tú sino de aquel atrapado
debaijo de la Aurora, la era de Mal d'aurore,
noche oceánica ---cráneo dentro y ---cráneo fuera,
con su
«inmensa magulladura sobre el cuerpo de la tierra».
La noche necesaria para copular con tiburones
y ballenas y con perros que ladran al infinito.
La noche en que llora el junco y habla la piedra
y los dioses y los ángeles son gigantes
de uñas largas y feroces, cómplices de epidemia,
raíces de amargura, disidencia y contención.

¿De qué se alimentará el hijo de un diplomático
en tierras como éstas, lejos de Montevideo,
sino del ejemplo de clases nobiliarias presuntuosas
y piojos parasitarios y deestripados gestos
en faunísticos ambientes cortesanos,
tanto que él ha de quererse
Conde de Lautréamont, algo así como un luzbel,
«Y yo, con alas de ángel, inmóvil en los aires
para contemplarlo»
todo, con la misma insanía profética
del Manfred de Byron, el Konrad de Mickiewicz
o el Fausto de Goethe, héroes del maldoror,
testigos de un dios divino en el burdel
del sobrehumano asesino que seduce
a Dazet y al efebo Mervyn, en la cúpula del Panteón
tras la columna Vendôme... ¡qué inútil protección
que se muera así como tú, adicto,
compulsivo consumidor de angustias sentimentales
y desdicha y mala voluntad sin grata
aprehensión de lo sublime!, .porque se está
en la noche con los excesos en la sombra
y lo numinoso, con la guerra de opuestos imposibles
como la tiniebla y la luz... y los creadores de ultratumba
son nefastos, pero se llaman divinos.

Son lechuzas de asalto con tu alma en pederastia
y ojos opalinos sobre un pozo de escondidas tarántulas,
¡ay, condecillo del opio! profeta del Otro Monte
---l'autre mont ---, donde el Cristo y su Dios
no van, mira qué lejos se está del infinito
desde el barrio parisino de Montmartre,
mira los diez ejemplares diez balas en el costado
de Dios que duelen como flores malignas
de Baudelaire...

3.

¿Pero que víste, Isidore, al otro lado
de la Aurora, alto en el Monte de Ti que te fuíste
de 24 años de edad?, a prisa y corriendo,
Isidore, defraudado de cuanto se llama
la inquietud de sí como eje formativo y corrector
del carácter, actitud general, relación consigo mismo,
la inquietud de sí como privilegio estatutario,
la cuestión del ser del yo del que hay que ocuparse
a fin de determinar el yo como alma –
o el alma como sujeto de acción –
o la necesidad de un maestro de la inquietud.
o la inquietud de sí como autoconocimiento...
o que víste? que no sea lo que yo también ví
como Alcíbiades en búsqueda
de algún Sócrates por genuino maestro...
5,200 negros ahorcados,
mutilados, quemados en hogueras
y la chusma de 1890 a 1960,
justificándolo, lo ví y me habría largado también
antes de conocer a dioses de la Noche
de los que trajeron viruelas a las Indias
y en la persona de «(...) un negro con esta desdicha»
se planta en estos reinos ) y mata
a 600,000 indios... ¡ay, en la Noche de Maldoror
los conquistadores consarampión, gripe,
peste bubónica son mi fiebre amarilla
y malaria para la Aurora
y profetas de espinaje para la CIA, KGB,
MI-6 británico, o la Mossad israelí todo ángel blanco
del reino del Otro Monte
Benjamin Franklin hecho de pilas luminosas
John Jay para Otto von Bismarck,
Wilhelm Stieber, mercader de ídolos
y pornográficos articulejos entre tropas enemigas
del burdel bajo el cielo que llaman la Humanidad.

4.

¿Qué inteligencia recaudas en los Cantos del Maldor
que sirva a esta Guerra Fría cuando se apetece
expresionismo abstracto, inopinante bisutería
de Jackson Pollock? Tuyos son descarnados ecos
que E. Howard Hunt no vendería, tus Cantos son
diez ejemplares, dolientes maldiciones...
y ahora los que vale son síquicos en contrato
para manipular el mundo a control remoto...
y el opio debe conducir a una modorra que silencie
su asco, ascos como el tuyo, náuseas
como las tuyas...

¿Qué lugar se te dará, Isidore, condesito
de folletín rocambolesco, cuando se comiencen
a descodificar tus claves secretas y artimañas
y se te vea nombrar lo encubierto del mundo
sin necesidad de espías, traidores, informantes
o parejas escandalosas como Verlaine y Rimbaud,
que apenas adivinan lo que dices,
porque andan perdidos como tú en el opio...

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Meditaciones sádicas / Estéticas mostrencas y vitales


Meditaciones sádicas


A Donatien Alphonse François,
Marquis de Sade (1740 – 1814)
Usted no se me asuste de que haya descubierto
el carajo bajo tela, el pícaro bulto en sus calzones,
bragas mojadas de una monja bajo su cama,
o una criadilla sin derecho a nada,
y a usted en cuclillas.

Que haya un Príapo caliente
hoseando en monasterios, o tal vez
en el castillo del monte, que no lo conturbe
y mucho menos se alebreste
... porque Justina se enamora
o ante la vista del Monje, algún ligón en fajina
es quien se complazca con el Otro, o con ella,
o con todas en harem, todas con sus insaciables apetitos.

Largamente negada ha sido la carne,
largamente ultrajado lo venéreo y hay placeres
muy dulces, demolidos con mucha decretalia apendejante.
Y vivimos tiempos de adversidad, miseria sexual
incluída, hambre de lo recto que hay en lo torcido
de los solitarios y esos escritores góticos,
que no son predecibles
y claman las ayudantías del infierno,
magia de los diablos azules... por eso me gustan
(y algo tienen entre manos) Matthew Lewis
y Ann Radcliffe. Imaginación, o ¡qué va!
hambre y sed de algo prohibido
y más sobrernatural que la conformidad
y la rutina por maña; hay que crear dilemas
(ahora que se resiste todavía la descripción acuciosa
de hombres y mujeres, plenos, minuciosamente
descritos en su líbido, pormenorizadamente
en su ira, o su rubor, o en desvergüenzas
de riqueza injusta y miseria atormentante...)
Es indispensable que inventemos desenlaces
hasta con diablos que se sacan de lo oscuro,
sacudir lo que antes no se dio por compasión
o rito iluminante... masturbar la sosera
y sacar leche o combustible o llanto.

2.

No en aras de una aparición
de pálidos mundos, no es lo que quiero
para los infortunios de mi Juliette o cualquier
niña virtuosa; yo no estoy 120 días en Sodoma
para que todo quede igual que antes,
la misma ley prohibidora,
la filosofía que no se goza en la cama,
las mismas quejas de esperar a una edad
o a un estatus o género que nunca se culmina...
... me llevo a Ambrosio al sacrificio
no donde hayan fantasmagorías, allá no,
donde haya gente, ruda y bruta gente, no magia,
donde haya violentos apetitos
y virtudes cansadas de la vida retrógrada,
donde haya mucho dolor y, de veras,
sea honesta la disyuntiva final, la simpatía
y se aprenda para quién se busca,
si para el exquisito torturador
o la víctima rendida y azotada...
... yo quiero que él sepa, si es monje
o si es homicida, yo quiero que ella sepa
si es hembra o ángel con aliento y vuelo,
vaporoso ay, sin sustancia, yo quiero colocar
todo lo oscuro de la psiquis, no digo vicios,
especificidades del alma, en el crisol
del rayo de luz sobre la blanca sábana...

3.

No te asustes, Ana, te contaré un romance
y el horror que contiene ilustra, sacude mundos
dormidos, apáticas consciencias... me traje
estos detalles de Sodoma y hay quien dice,
yo, con él, «ésta es la historia más impura
que se ha escrito desde que el mundo existe».
Es que esta historia, siendo bella, va al agujero
que conecta al intestino; no hay crueldad
ni siquiera un ultraje, sólo un evento
de regocijada sodomía...

Te contaré la historia de Eugenie de Franval,
y cómo la soñó su hermano y cómo avanzó
sobre remilgos y convencionalismos
y se armó de ironía, no de crueldad,
de ironía y Eugenie, al fin, seducida.
Puede que todo lo que sienta un libertino
subvierta la imaginación moral,
puede que vaya a galope, maniáticamente,
y gratifique el deseo, puede que agreda
y duela, que alguno se queje,
pero esta fue una verdadera historia
de amor y seducción
y soy el primero que la dice
y voy a llamarla en otra historia, Sophie,
y la voy a atormentar un poco más porque,
con el dolor, es que goza... Es necesario
que sorprenda sus umbrales de dolor y que me diga:
«Soy tu costilla dura».

Me ofrecerá un poco más de sonrisa y sangre suya
sobre las colchas... me devolverá la creación
y les diré a los pusilánimes,
vean esta causa, sincérense con estas sombras,
así somos algunos, y no sólo el inquisidor
es quien tortura ni son las brujas perversas
y dignas de que ardan en la hoguera,
ésta es la niña virtuosa,
la más pulcra que se tendió en la cama...

4.

Pero ella, como yo, no quiso que le explicaran
que nació de polvo, inferior al mismo varón,
o a quien se montara arriba de su ombligo,
o la expulsara como Adán siendo la primera bicha / mona /
liliputa / .., ésta ya no quiere blasfemia para sí
de la Iglesia Católica y por eso regala
la húmeda arcilla de sus fantasías y me dice:
«Ház con ella, Donatien, Marqués pornógrafo,
el canto de extrema libertad, mío y tuyo,
házme hembra sin génesis, o hilvana
al Adán sin misticismo, sin moral,
haz el crimen perfecto de los inculpadores
que adormecieron a nuestros cuerpos y los torturaron».

«Es la hora de escupir su ley y su establecimiento...
porque te ví sufrir, cautivo, por treintidós años
de tu vida privado, en menosprecio, escupido.
Diez años encerrado en La Bastilla,
trece años etiquetado como demente
por estúpidos rivales que se gozaron en verte triste
en el Asilo de Charenton...
y un mes doliente en Conciergerie, dos
en una fortaleza por revolucionario, cuatro años
en confinamiento total entre Bicêtre y Sainte-Pélagie,
¿cómo no vas a tener fantasías para llenar
la soledad con gozos y engordar el deseo
del que te disociaron... y qué de malo
has de ver en juveniles prostitutas
que llevas al Castillo de Lacoste, qué mal
que Anne-Prospère, en adición
a tu mujer, te haya gustado?»

5.

¿Quién es tu Juliette, quién puta es,
Donatien Alphonse, sino la mirada entristecida
que echaste sobre la mierda de Europa?
ironía sarcástica en torno a estas ideologías roussianas
de protesta iluminista, puño cerrado que aplasta
con fiereza lobuna la ideología de Hobbes
e hipócritas ingleses al mando,
a cual más vampiro colmilludo y chupasangre,
mentirosos embadurnados de kantismo en Alemania,
o de razón y terror en el París post-revolucionario...

Así de corruptor el Hombre-Bestia se pervive de fondo,
aliado con sátrapas sociales, sus consejeros
de Leviatán al pie de la cabecera,
igualmente indeseables en la madrugada
o en ritmo diurno con los castra-raíces,
mutiladores de rústicas inocencias
como la de los salvajes de noble aliento
que apenas aprendieron a vivir en las ciudades
y este mundo que juzgaste desde el Castillo de Lacoste.
... así es Juliette, la calculadora,
imperativo categórico inicial de hambre caníbal,
razón hecha venganza y escepticismo delirante
por tanta miseria irredimida, Domingo de Pascua
con Rose Keller que desde Arcueil acusara
«que hay que huirte o tirarse por ventanas
o altas torres cuando estás cerca»
porque, si algo mereces, no es ternura
ni sexo, sino encarcelamiento, jaula
en Château de Saumur, prisión
como entonces y siempre.

6.

¿Quién instauraría, si fuese posible, un Orden Social
reconciliador cuando la Razón tan amargamente
grita sus tajantes desprecios de todo a todo
y la naturaleza sensible y libidinosa
aún da alaridos por verse en carne viva?

¿Quién si la historia acumuló en sí tanta negación
de la bondad innata? Que nada queda, nada, nada...
sólo este cruento Reino de Terror.
Y tus textos transgresores por legado
para que cómodamente las Dworkin del mundo
te llamen Sade odioso, goza-putas, golpeador
de criadillas y epítome del posesivo macho,
Marqués marcado de sadismo amacharrado.
Precursor de los nihilistas,
negador de los valores cristianos...

¿Pero qué valores? ¿cuáles
la aristocracia tuvo que en tí mismo
rechazaste? ¿cúales tuvo
aquel materialismo europeo antes y después
de Rousseau o de Hobbes?

7.

«Donatien Alphonse François, are you
the freest spirit that has yet existed»:

Guillaume Apollinaire
Cómplice es tu mujer de lo que haces
y cada país con su mitología de afrodisíacos,
casi venenos, casi licor, todo el mundo mintiendo
sobre cómo se haría intenso un orgasmo
y el llanto tornado en muecas y en frenesí glorioso
pese a la angustia, la incertidumbre
y toda dependencia y temor a castigo.

¡Qué prematuramente te capturó la angustia,
Donatien Alphonse, reo en la Fortaleza de Miolans
y qué lindo se siente escapar y volver a Lacoste
con empleadillos cómplices que aman,
como tú, las orgías y Les 120 Journées de Sodom
y les voyages d'Italie, qué afortunado
que una bala de un padre disgustado no te ciegue
la vida cuando vindica el honor de la hija
que robaste, qué prematuranente triste
que no puedas ser libre para gozar impunemente
y que caigas en prisión en Vincennes!

Te condenan a muerte, pero qué interesante
e idónea es una celda en que puedas
conversar con el Conde de Mirabeau
y se contagien el erotismo, aunque sólo los vinculara
en rigor la Revolución, Francia y La Bastilla
convertida en símbolo de muerte y de revolución
porque allí si que se mataban los prisioneros
(sumados a rebeldes verdaderos y ladrones,
lo mejor del jacobinismo roussoniano)
y La Bastilla resumía la injusticia y miseria de la nación...

¿Serás de veras, Donatien Alphonse,
el libertino más sagaz, salta-colchas
con el espíritu más libre, serás el menos demente
de todos los que han pasado por los manicomios
con una canción amarga de libertad
y una dosis apetitosa y violenta de sexo?
¿Saludarán en tí el existencialismo radical
las futuras feministas, unas
como Simone de Beauvoir
o a 150 años de surgir la doctrina freudiana
neo-góticos rechazarán que veas
el patio trasero de las causas,
la conducta subyacente de todos los motivos
en el pan-erotismo,
el sentido de lo humano?

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Amonestación a Gilles de Rais

No te puso él, el Sol que prepara
en ringleras la vida, a ramal y media manta.
No te dio miseria ni retablillo para recogieras
pajas de las eras. Te dio olivares de Samaní
y en las mañanas de Tiferet,
salud, alegría de la vida.

Te llamó a armonía, a balance,
a su gran visión y como amabas
a Catherine de Thouar, no te dijo
ráptala, sino ve por ella y profetízale
un amor inmenso.

En casa de rey te puso
con Carlos VII y Mariscal de Francia
fuiste porque el Sol que prepara
las ringleras de la vida, quería
que alcanzaras el Secreto,
el que los Magos alcanzan en su luz
cuando dicen la Tierra es sagrada.

Y ella murió y te dolía
que no la amaste con la intensidad
que habías prometido.

En su lugar, preferíste la Fortuna,
no la que es por el Sol de Tiferet,
sino la que lleva a tuche y del alma
hace un jorro, no hija de Sacerdote.
De tu Ego hicíste un simulacro,
nigromante. Entraste a laberintos de perdición
y aún decías: «Amo la música, los placeres,
la Tierra sagrada, y defiendo la Libertad».

Te apartaste del Cerebro Oculto
y del útero que brinda alegría
y cuyo fruto es bueno.
Echaste mano de un retablillo
y recogías lujuria.

Mas quien te creó lanzó un gancho
de su amor y te puso como lugarteniente
de la Madre de Francia.
Ella por la Libertad dio la vida y habló de Vav,
la conexión del Altísimo, que es el sol
que prepara las ringleras de la vida
y el primer Estado confecciona
para la trascendencia.

El te puso en las tiendas del Arco
y víste la hermosura de la Doncella de Orleáns
y fuíste su lugarteniente... ¿Será cierto
que amas lo sublime? porque Juana lo es.

En medio de la guerra, la viste.
Gancho de redención tiró él
cuando dolido estabas por la muerte
de Thouar... «¡Qué hermosa es la campesina!»,
decías, aunque ella vestía de varón.
Como Diana es, como Démeter
que juega en los trigales.
Y su boca era un rayo contra el error
y las prisiones. Juana fue la historia
en su afán de romper la esclavitud
y el yugo de las imposiciones extranjeras.

Entonces, aquel que da las rupturas necesarias
y gira la Rueda del Destino, movió
las fuerzas con energía que no esperabas
y preguntó: «¿Por qué te decidirás, Gilles de Rais?»
... si fama y riqueza no necesitas, ¿qué?
Quien prepara en ringleras la vida,
te dejó que sirvieras banquetes,
cenas para los poderosos,
que dieras bailes
para que exhibieras tu garbo,
tu elocuencia.

En la suntuosidad hicíste casa hasta el despilfarro
y hablaste de pasión y de sabiduría... y él lo permitió
porque a ramal y media asta no te quiso
con tal de que protegieras a Juana,
la doncella de Orleáns y dijera al Delfin:
Hija de Sacerdote es, alma bella,
digna de las naciones, princesa es
de la Libertad; pero, a ella la atrajo
la boca de su Dios, el poder-ser de la Muerte
y los ángeles que le hablaban la llamaron
a sus mundos, el que es Porvernir
de recompensa. En cambio, tú dijíste:

«Quiero la vida, aquí y ahora. El mundo
es placentero y lo será aunque ella falte.
Con mis libros, con la música,
con galas de todo lo que es hermoso,
yo buscaré mi placer y desafiaré a quienes
han dado muerte a esa niña, mi adorable Juana».

A ella la prendieron en la hoguera
después de humillaciones y presidios.
De ella se burlaron y cometieron en su cuerpo
infamias, porque dijo que es virgen
y que, por su boca, Dios declara Libertad.
«Odio a los que te quitaron la vida,Juana,
doncella mía, yo te vengaré».

Y el que a él no puso a recoger pajas
de las eras, el que en palacio de Carlos VII
sirvió y con espada alcanzó fama y rango,
anduvo como perdido y la angustia
hizo su ego monstruoso.

En recámaras de su palacio
hizo profanaciones, bebía sangre,
y entraba a barrios de miseria
para buscar niños hambrientos
y elegía a los que, pese a su palidez
y flacura, pareciesen sombras de Juana,
la doncella que amó, trasunto de su hermosura,
Juana viripotente, enérgica,
Juana de nalgas calipigias y senos duros
(a los que ningún varón, so riesgo de la muerte,
besó); pero Juana no existía más,
Juana, puñado de polvo y ceniza...

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Profecía a los infanticidas

Y tú que tomaste el dolor demasiado en serio
y con la paz de espíritu hicíste añicos...
mataste, Gilles de Rais, mis palomas
y mis niños santos, infanticida.
Tu mundo asesinó a la Madre Fértil,
pero tú asesinas a la generación
de mis semillas sobre la tierra.
Traicionas a quien no dejó que tomaras
retablillo y fueses el obrero que limpia
las eras. No quise que te entendieras con dolor
y buscaste la paja y a la semilla quemaste.

Y tú, que dijíste Venganza, el más serio
y luctuoso de los dolores y tú,
que dijiste Depresión para autoderrotarte,
mariscal del pesimismo, y Yo, que perdono
hasta los buitres del miedo: ¿qué haré contigo
si no eres valiente y al Giro de la Rueda
maldices? ... no miras atrás si paciencia
exhorto cuando digo: «Espera y calla»
que no hay oportunidad al azar.
Giro para traer la Mano que atrapa,
retiro el rigor, y la mano se detiene y salva.

Yo sólo pido eso. Espera la Mano
que atrapa y detiene el giro del infortunio
porque la Mano de mi ángel
siempre envío al Monte de Moriah
y el hacha de sacrificio se bendice en la ofrenda
de Isaak... ¿por qué la Mano rechazaste,
tú, a quien dí la visión de Francia?
¿Qué has hecho que dices que no hay
libertad en tu mundo?

La Libertad es el afecto de quien dice
No al egoísmo, libertad es que la consciencia
en lo físico no quede fragmentada
y van 200 niños a los que niegas su kelim,
caníbal? ¿Dónde dejaste, a quien díste
las virtudes de tu alma? porque yo te mostré
la hija del Sacerdote, la bruja de las edades,
y te dije tan claro su nombre y te dejé
frente a su tienda, en medio de ejércitos
de libertad y resistencia... te dije su nombre:
Juana de Arco, la alegría de Francia,
la inspiración futura y eterna
para tu inocencia...

... pero he aquí, que en la hora
en que giro la historia y pruebo en el éter
a los que alegaron: «Somos leales»,
y debajo de los cobijos hablaron,
no hay Shiflut, humildad,
no hay sinceridad,
no hay misericordia,
no hay verdad,
no hay amor,
no hay fe,
entonces, zaramullo,
para nada me sirve tu Alma,
porque la escondes en Tinieblas
y te comes la carne de mis semillas
y violas la santidad, asesino.

Sunday, March 6, 2011

A la porreta con sus Padres Fundadores / La pregunta básica


A la porreta con Sus Padres Fundadores



«For the western media, our leaders make mistakes, they are naïve or even stupid, but they are never bad or evil. Our media do not call for Bush or Blair to be tried at the Hague as war criminals. The media have developed careful selection processes and hierarchies among their editorial staff -- termed 'filters' by media critics Ed Herman and Noam Chomsky -- to ensure that dissenting or truly independent journalists do not reach positions of real influence»: Amy Goldmann

¡No sean ilusos, demagogos!
Al pueblo llano, a las grandes mayorías,
les importa un bledo el cuento de los Padres Fundadores
y los héroes cotorreros de la patria!
A los clasemedieros cada aniversario o natalicio

les viene guango, les da un pretexto
para irse a la Montaña y respirar aire limpio,
o sucio cuando lo halla en su camino,
él se va a descontaminar la psiquis.


Eso de fiestas de patriotas ni le va ni le viene
a menos que tenga un cargo de burócrata de gobierno,
sea un candidato a escaño, lambiscón
de políticos... Las clases trabajadoras
se sospechan la aventura de sus dirigentes
de masas y sus voces valientes. Y no son ésos

de las epopeyas. O las caricaturas.
No van a quitarse un día para oír sensiblerías
de engañadores, monsergas de ladrones
y opresores del proletariado. Se toman el día feriado,
sí, se lo toman, pero no van a loar fantasmas
del pasado, arcaicos opresores.

El pueblo tiene su lógica y su sabiduría parda.

Lo que importa es ese asueto que
compenssa el trabajo diario y obligado
con un descanso en el medio; dicen
que mejor se van por las cervezas frías, la parrillada,
el día de campo... «ya los tiempos del Bobo
pasaron». No hay por qué gesticular patriotismo
si, en el fuero interno, lo entienden.

El sistema, el partido, las cliques dominadoras
se las gastan creando de charlatanes
un nicho de señores:
todo un señor virtuoso del Nixon mañoso,
espiador, brutalizando estudiantes,
todo un cuasi-endiosado Reagan,
bombardeador y cómplice de muchos exterminios,
sendo pendejo de sonrisa encantadora
y mediocre vitriolismo de Great Communicator.

Los criminales de guerra / mata-indios / mata-apaches,
perpetuadores de esclavitud del negro o espionaje
a la izquierda y al progresivismo, se endiosan.
Con mentira acumulada se pergeña el atavismo.
Con retazos dispersos de virtudes vitriólicas
todo se saca de su contexto social;
se inventan fechas de agasajo para demonios
que deben ser olvidados, gente
que no hizo otra cosa que fundar la política
como una mercancía para esquilmar
pueblos crédulos, aunque empiezan a despertar:
quieren su tajada del pastel, al menos,
garantías del empleo, la renta justa,
la vivienda con patio, lejos de los arrabales
y escuela eficaz que libre al futuro jovenzuelo
de pandillas, ascenso social para no sudar en la pizca
como el jornalero agrícola sin documentados.
Derecho a no estar hostigado por el odio,
derechos a tener voz cuando suben impuestos
o cortan beneficios por los que han trabajado.

Esa es la inmensa parte de la muchedumbre,
esa su forma de autofestejarse
y mandar a la porreta los Padres Fundadores
y tanta fecha hueca, majadera,
en la agenda de los políticos, de Washington
a Jefferson, de Adams a Lincoln.


13-03-2007 / De «La revolución profunda»

<>

La pregunta básica

a Lolita Lebrón, Blanca Canales
y otras revolucionarias puertorriqueñas

Sovev kol almin / la luz que brilla dentro
como Jasidut, alma del conocimiento
dentro del alma: Lección kabbalística de Torá
¿Desde qué perspectiva mira usted
su presente hacia el futuro? ¿Desde qué eco
o cuánta luz? ¿Desde alguna modorra heredada?
¿Desde el auto-admitido embotamiento
de su asombro crítico? ¿Consumidor de propaganda
porque dizque somos entes globalizados,
culturalmente neutros, impotentes receptores pasivos?
¿Neo-liberales por decreto? ¿Hijos de las tinieblas?

¡Pues, yo no sé de cierto dónde se ubica usted!
Me lo sospecho, pero yo le voy a decir
dónde el revolucionario se ubica, aquel que mejor
vibra caundo su inconformismo es indispensable
y lo vuelve el eterno hereje que no renuncia
al asombro, que explora, desmiente,
examina, clarifica, afina y pule lo que existe,
el status quo, la causalidad manifestada
en injusticia... yo le voy a declarar lo que en kabbalah
se llama Compañera, consciencia compañera,
proveedora, hijificada para el sustentamiento
del revolucionario.
.
La palabra es Raiá, ser que se mira cara a cara
en el otro y el Otro, puede ser Su Pueblo.
Raiá significa Compañera, la que da la misión,
el propósito y perspectiva de crear / sustentar
la realidad en la historia,
siendo uña y mugre, si es preciso,
con lo real para que no pueda ser falseado.

La Compañera de la Revolución
vista como conscuencia, es anti-falseadora
y colaborativa y es que su esencia es Amor,
corazón con el que puede dialogarse
mirándose a los ojos como dos vivientes de Jaiá,
como dos compañeros que se coauxilian
cuando la tarea es unificarse en la acción
ijud hamaasé para ver la profundidad del futuro,
omek ajarit... ¡Es que no estamos
en los mundos perfectos de las Emanaciones!
y ella, la Compañeta es imprescindible
como Ijud / Unificación.

Ningún ser disgregado por la propaganda
es revolucionario y neoliberalismo, globalización,
conservatismo para el gobierno, derecha reaccionaria
y vocinglería patriotera, son consignas sectarias,
divisionismos, especulativas aberraciones
para matar la alegría y la provisión
que da la compañera.

La pregunta básica del revolucionario
ante la realidad que observa es:
¿cuán bien tengo aprendido este vínculo amado,
cuánta luz de Ella me brilla dentro del alma,
soy capazde ver a las dos luces, una que brilla
en la Humanidad entera,
una que me rodea como Sovev kol almim
y hasta mi cuerpo penetra y me identifica
con mi pueblo doliente o no tengo por compinche
otra cosa que el mundo se estupidiza
y tropieza y tropieza porque es ciego
y sus lazarillos, puros engañadores
que lo ajotan contra los muros del lamento?

07-09-2005 / De «La revolución profunda»

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El hombre extendido: Indice / Entrevista / Vivencia en inautenricidad / Indice: Heideggerianas /

Saturday, March 5, 2011

Excepcionalismo / Los civilizadores


Excepcionalismo



«I believe in American exceptionalism, just as I suspect
the Brits believe in British exceptionalism
and the Greeks believe in Greek exceptionalism»;

Barack Obama, presidente de los EE.UU.
En principio, creo que en toda persona
hay una sensibilidad, anhelo por algo superior
a sí mismo y lo que tiene. En todos, una curiosidad
y una inocencia que tarde o temprano se adormece.
No se crea el poeta ni el sabio el único sensible,
el único que no sueña dormido y el único
que observa el mundo, cuando su brutalidad
saca chispas al alma y enciende el desencanto.

Es un proceso largo, contínuo, gradualizado
éste que transforma la inocencia en añicos
y basura estorbosa para abrir la codicia
y el resentimiento y echar escrúpulos
de amor a las cloacas.

Es tan dura y camaliónica esa hazaña
que persigue y asfixia al niño,
al adolescente, al que crece, con imágenes
que no le pertenecen ingénitamente,
pero que te las sirven hasta en platillos
de plástico, o las tomas a mano pelada
para que dejes de tener la visión de mundo igualitaria
en la cual cada ser, aún los que pasan a la imaginación
como Barney el Dinosaurio y cada hombre,
sea especial y merezca su caricia,
su porción de abrazos, dosis confraternizante.

En algún momento, se pasa esa película
del excepcionalismo, que «yo soy el mejor
y tú, el pendejo, yo soy el sensible,
con grandes misiones y talentos, yo,
el que salvo y nadie es especial, excepto yo».

Van a decirte eso. Dicho asi, a sumirte
en juicios de competitividad rivalista,
en sectas de ego, para que enjuicies al prójimo
y lo imites, lo oprimas y te convenzas
de qie existe uno que será la Bestia,
Barney prehistórico
ante el dominialista que quiere ser
el dirigente del mundo, el único sensible,
el único sabio, el único idóneo,
e investido con grandes misiones
y la prerrogativa de todos los derechos.

04-06-2010 / De «La Revolución profunda»

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Los civilizadores

Cuando el amor se vuelve una mercancía
que se paga con la falsa moneda del desprecio,
entenderás qué es exactamente el invasor
que llega a tu playa, o se asoma a frontera.
O pretende que bajó del Cielo
coronado de plumas solares
o luces de colores.

En los mitos, los endiosan como aquellos
que instruyen sobre un amor que es mejor que el tuyo
o una libertad que es más profunda.
Lo primero que te piden es la tierra
(puede que oro, o cobre, o maderas
de tus bosques, o el litio que no sabes
ni para qué sirve, te piden adláteres
y hospitalidad, porque sus armas son más convicentes
que tu lealtad a lo tuyo, nadie en tu tribu
es tan generoso y tan puro como para darte
lo que ellos te ofrecen, dizque protección,
desarrollo y progreso). Puede que te pidan
las hembras de tu casa para forjar una raza nueva,
superhombres, los excepcionales que ayudarán
a forjar un imperio... pero, al final, descubres
que la liberación ofrecida ni es completa
ni auténtica. Es un espejismo por el que has renunciado
a tí mismo, a todo lo que tuvíste, que no has conquistado
la condición de apropación del capital divino
ni aquel naturalmente dado, que poco o mucho,
era tuyo... descubres que no eres dueño
de las materias primas y las herramientas de trabajo
ni la tierra a la que díste nombre tal vez en dialecto
que ya comenzaste a olvidarlo, tal vez hablarás
con otros rostros, que son trabajadores
pero que no te entienden...
entonces, entenderás qué es exactamente
el invasor y cúal ha sido su legado,

24-06-2010 / De «La Revolución profunda»

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Indice a cuentos de Carlos López Dzur / El trabajador / Poesia Política / Bitácora personal / Julio Carmona / Bosque de Palabras / Mester de Obrería / Fernando Dorado Gómez / Uno de cada 3 españoles es antisemita / Poemas de Extor Martínez / Arte y Letras / Helios Buira / Amor y Nutrición / Kabbalah / Cuando la tarde muere / Privadamente / Cantos de ignominia / Rodolfo Virglio Leiro / El luto diario /