Thursday, July 26, 2007

Las ideologías

… la ideología moldea el recuerdo de los hablantes: M. Billing


Han prohibido que recuerde, que piense, compare,
discierna; así lo piden los hombres tenebrosos
a la entidad viviente. Que no instruya la Jñana
y el espíritu dulce, tranquilo. Que me seduzcan
con ataduras, vergonzosas, siniestras, deshumanizantes.

Con signos de cochambre atan el puro azar
a sus caminos, desnudan las túnicas nostálgicas.
Visten de harapos al corazón más noble.

Los harán como perros pavlovianos, tocarán
la campanilla. Lanzarán sus convocatorias.
Repartirán migajas y huesos rotos.
Han fundado la Maya.

Los sacerdotes absolutos ya rodearon el mundo.
En un falso rito de conmemoraciones,
instruyen con sus tretas, que aprendan de sus yugos.
Te quitarán la piedad que tuvíste guardada.

Un cuarto de tu bondad dilapidan. Un diezmo
de tu honesto salario de sabiduría y de memoria,
pura e inalterada; te forjarán a su modo
para que no seas cualitativo.

2.


… en un proceso conmemorativo a su vez se silencian
ciertos aspectos conmemorativos de la historia común,
en función de su identidad y unión como grupo social:

M. Billing


Esto es lo primero que arrebatarán:
Que tu árbol ha nacido con semillas,
las sagradas semillas de Tu Ser.

Que has nacido en la Tierra
y tu alma térrea se derramó en el fango,
donde el humus es divino, visible.

En las bondades de ese espacio
que secretamente preparó su alimento
no estás desamparado. Nunca lo fuíste.

Que Tu Ser es un poder creador, fecundativo,
como la propia Madre-Tierra que te llama Mi hijo
y el Sol-Testigo, padre, que te llama Mi rayo,

pétalo de mis flores de loto. Que las semillas,
aún escondidas, son de su propiedad,
como son toda la materia, todo el pensamiento.

La ley del Ser es llenarse de júbilo
y formar ese carácter, la gozosa gratitud
de ver a Madre / Padre / en las semillas del Uno.

3.


Mas los tenebrosos, saqueadores de memorias,
manipuladores del Olvido, te dijeron que serás
descoyuntado, que no eres Heredero,

si no de una mofa que comienza en tierra seca,
en hambre, en sed, en sangre que derramas
cuando te quitan todo, al demoler tu fe
o sacarte los ojos.

A la yoidad fáctica de tu biología, comienzas ya
a temerla y deshonrarla: te nacerán ampollas,
pústulas en la piel, lengua rasposa que maldice,

ojos intempestivos que no observan de veras,
que no inventan la existencia sublime de las cosas.
Así lo piden los hombres tenebrosos a la entidad viviente.

De Tantralia

Hijo de Seth / Libro de las generaciones / Zorro y Aluzina2 / Blog / Blog Archive



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Complicidad

¡Hoy somos cómplices, unos-para-otros,
tal para cuales! Topamos
con el disturbio que evitamos.

¿Quién dijo: el salvaje eres tú...
que no lo veo, quién que obedezca el No matarás?
ladrón es que roba a las honestidades; a Dios
lo van tomando, por siglos, por pendejo...

Se ha espantado el apoyo y el balance
y corremos loquinchos por los andurriales.

Esta es la mundanidad que sacó de mí,
los aullidos, el poder que se convoca
por los que urden tirarme del caballo.

Pues ya asoman las pezuñas debajo de mis pasos
y el colmillo azota el viento como el Mejor de sus Verbos.
¿Qué está pasando con la mansedumbre creadora
y la fratría que el Matoco nos trastoca por enteros?

3-7-1975 / Donde te puse / Nuevo Blogspot /
Zoomblogsite

Putarraquería del habla

Putarraca es la palabra coñosa y carajuda,
ladina y pueril cuando se orina
y se porta como necia criatura
por el gusto del tropos vitalista.

Putarraca, sí, por renuente a lo sagrado,
lo abierto, lo iniciante, ya que da
sordina al miedo sucio, al confuso y suicida manejo
del tormento por el triunfalismo del aplauso y el confort.

A veces, fluye en burdeles como sirena
y se acuesta, loca de pelos, sucia de orgasmos,
sobre lápidas frías que huelen a marisco.
Putarraca es la poesía que se llena de tristeza
y gramática parda y alcohol y nostalgia.

Blogsite / Galeón / Perfil / VozAlmundo / Ensayario

Las palabras

¿De cuántas palabras se construye un hombre?
¿Qué cifra de verbos la mujer necesita?
¿Qué edad tiene la voz que articulamos?
¿Qué espacio dar al vocablo encendido,
dónde colocar sus grandes verbos?
¿Envejece el adjetivo?
¿Será niño el viejo que renueva sus años?
¿Es, en verdad, odiosa la palabra rencor?
¿Hay divinas palabras para llamar
al cielo, los amores o al infierno?
¿Habrá un adjetivo inocuo para avisar
las penas y la aniquilación?

Lo que no existe aún,
por falta de palabras,
¿quién lo nombra ante el ansia
profunda de los ojos?

2.


¡Cómo fluyes, río cerrado y absoluto,
cómo te haces querer sin condiciones!
Y no tienes apóstrofes ni comas
ni sangre ni hueso ni argumento ni tramas ni letras,
sólo tambores y flautas y aguas
que son todo sucediendo en suspiro
melódicamente sostenido
desde el fondo de la mar
y el silencio.

3.


Bailarín del ritmo de las sílabas,
ocupa tu espacio, pista cósmica
de la página azul de mi sangre.

Panadero de la harina del lenguaje,
amasa mi ser con cosas nuevas
y llueve tus rojos misterios
para los mugres pantanos de mi hemoglobina.

Timbalero de las cuerdas vocales,
retumba con tus manos en mi piel
para que existan regocijos en mi geografía.

4.


A veces, la palabra es verazmente inconmovible
como el amor que no cuaja,
como el deseo que queda insatisfecho
y la caprichosa fiera, jactanciosa, que se burla.

Oíd que la palabra no baila con cualquiera.
Este es su día de rabieta femenina,
su Luna, su pantano de escorpiones,
su cumbre de cabrita cabrona.

Consigo baila.
Ella misma se besa,
se corrompe a solas con su narcismo,
y se desplaza con trámite de nóumeno
como perversa coqueta del lirismo.

Una palabra,
para ser lo que es,
se espía desnuda sus tropos,
lexémicos romances de su ombligo,
sus curvas y caderas
de sibarita fonológica
ante el gran espejo de la mundanidad.

De Heiddeggerianas / Blogsite / Zorro y Aluzina2

El invocador / 5

No es el tiempo de sustratos neuronales
de violencia el que busca quien combate
al Lobo (y lo Temporal) y lobular de su innatismo.
No lo apuesta todo el invocador a los instintos.
Quien invoca sabe del fuego doloroso
y del camino a Sinaí y de Sémele en llamas.

No es tiempo de Moisés y ley logificante
la que alimenta el dolor de las sequías,
las hambrunas, las tormentas, el naufragio
y la peste, cuando implora el zorro obligatorio.

No es el paisaje y su sendero un paraíso.
La miseria que histórica se aúpa
pide que cese el Tiempo que se traga
a sus hijos, uno por uno.
Lo dispuesto también traga los suyos.

... pero nació él, el primer Zorro atento
y la morada en que reside la llamó
Reserva Ontológica del Ser.
Y entonces invocó, dio gracias, predijo
escuchó a las Divinidades, amó a la madre,
Zorra-Léthe... y le pidió Alétheia.

7-30-1982 / De Heiddegerianas

El invocador / 4


... en el destino del Ser acontecerá lo súbito, lo decisivo, para que el hombre emprenda el camino de regreso al origen y cómo habitar de regreso al Ser, protegiendo lo Cuadrante en su esencia y morar en la esencia más íntima de su ser: Martin Heidegger


El invocador es tan sólo un adeudado.
Un visionario del peligro. Lo olfateará del todo
en lo dispuesto, se irá de las pocilgas de lo inocuo.

Le trajeron la Razón / la Libertad historicista
y no la ve cuajada con encanto, sino con agonía.
Con Razón fundamentadora, sastres de funcionalismo
más cochino, traicionero y decadente, han cosido
los vestidos a la coersión, el ultraje, la uniformidad
y el totalitarismo. ¡Ya ni compiten por ocultar
el suplantaje, el derroche, el cinismo logificante!

Hienas son con el rostro kantiano,
émulas hobbeanas: lobos somos todos
contra el hombre, técnicos del dominio
y dominio tecnificado del todo.

Y el adeudado, cada vez más cautivo
en el dominio de «a la zorra candilazo»,
irá por el sendero de regreso; van a llamarlo
nuevamente primitivo, bestia arcaica,
primate indeseable y tonto.

De Heiddeggerianas

La hiena moderna

La hiena moderna no hace un ser creador,
no es un ser libre y hacedor como dijo.
Sólo devora.
Mi zorro invoca por su parte.
Cada año admite la libertad de su comienzo.

La hiena sabe sólo comer de sus cadáveres.
Se sabe vulnerable ante el terror y el sufrimiento.
Se adelanta a comer primero.
Otros que mueran con hambre.

Pero mi zorro es orgulloso.
Quiere la eternidad para vivir.
Quiere nueva existencia en primavera,
lo puro que se renueva
cuando ya todo es caída, sequía, dolor,
pánico en el acontecer, prohibición,
explotación y ultraje.

El invocador cayó en la Historia, pero no cree
en el Todo se vale de los relativismos absolutos
ni en el Ya no hay guía, porque depreca
ante estructuras vivientes, matemáticas,
espirales infinitas de los Tiempos Sagrados,
gestos paradigmáticos de geometría invisible,
puertas hacia la Luz.

No es el camino del Zorro eterno
el de la hiena caníbal que, en la piel del tiempo,
se conforma con carroña, con historia sin proyecto,
con vuelos nocturnos, brujerías que la engaña
con demonios de rondalla...

... cluecas mentiras... puros entes inventados,
rompepoyos del envilecimiento,
cofradías de haraganes, sin espíritu.

De Heideggerianas / Zorro y Aluzina2


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El invocador / 2 / El zorro viejo

Mi zorro dijo que él sigue el olfato arcaico
oliendo el husmo de este mundo,
que el tiempo existe y es puro presente
(huele a sagrado, a primordial momento),
pero se esconde antes que lo revalorice en pleno.

Y la gran crisis del sujeto enuncia sus verdades
al lado mío; mas no son escenarios iguales. No asumo
ni adquiero lo que ellos; no son tiempos
de mi momento mítico: soy Zorro viejo.

Mi zorro oscila entre el amante pudoroso
y el odiador severo. Esta multiplicidad del mundo
(¡en qué jamón me he metido!) huele rancia
y demasiadas chorreras salen al jamón pudrido.

Son demasiados gusanos. El progreso es prurito.
Y las hienas otorgan sus lamidas. Carne será
que no quiero, hienas del Acontecer que maldigo.


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El invocador / 1

El dolor es lo que invoca. En el son del silencio, en el desgarro de su simplicidad, el dolor es el silencio mismo: Martin Heidegger


Todo lo que aprendemos es recuerdo.
Aprendí tu memoria. Abrí tu poder sacro, creativo.
Te llamé entre mis ríos, lo extenso, poema lícuo.
padre de lo físico, vientre primario.

Dueles perpetrado como máscara,
carimbo marcado de pez ígneo
en rostro limpio y fugitivo.

En mi trinchera y altar cuando te invoco,
se funda tu época de olvido. En umbrales
de Tu luz, calla la sombra. Y dueles felizmente.
Mas Léthe regresa, en mostración de su esencia,
alcanza la presencialidad epocal que me habita.
Ella se perdura, se otorga y la admito.

Invoco la concernencia de su Ser, la instancia
con lo mío, en la verdad de su Cuaterna,
el juego libre y sencillo de su aparición,
misterio de su retraimiento.

Index / Indice 2 / Teth /
Blogsite

Wednesday, July 25, 2007

En los días del quebranto / 2

En los días del quebranto,
el amor se quita la máscara del Justo
y la misericordia se viste de celo
y riñe como amante caprichosa.

Con el amor no se llena un estómago
ni se calma la angustia
ni la epidemia acaba
ni la sed ni la sangre.

El místico se muere igual que los más viles.
Los niños que, por edades, han sido
verdaderos inocentes, vuelan en pedazos,
cercenados por las bombas de cobardes.

Los mentirosos se abrazan con los asesinos.
Los santos se acarician con explotadores
y juegan a bugarrones por siquismo
de sus internos y matoides lupanares.

Cada demonio salta a los bateyes
a danzar de seguro las Danzas de la Muerte:
católicos al son de sarracenos,
calvinistas y luteranos con marranos.

El griego y el judío, el chino y el carabalí,
cómplices acaban, abanderizados:
el autor de los cohechos toma el mando.

La purria, gentuza de ojos torvos y burlones,
entre los pertrechos, claman sus cadáveres.
Con cañones y con fotos se distraen
sus vástagos hambrientos,
lelos en la matanza.

Aún quisieran repetir lo ya pasado:
en abrir y cerrar de sus ojos:
matarse con cuchillos de palos en el polvo,
con armas de plástico en el viento caliente.
O compartir los sueños de la gente pedante
que discursa en la radio y en la tele
¡vamos a quitarles el hambre
y bendecirles!


Quieren ser los primeros, agresivos
de aliento en ser alimentados,
en las filas del consumo,
la foto de prensa del jodido agradecido
gracias a misericordias liberantes
y publicidades
arteras del imperialismo.

2.

En el peor de los casos,
cuando las ganas de llorar han terminado
(y el honesto ante la angustia se ha vencido),
ya sólo queda que se invoque
a los ejércitos jehovíticos
y, ¿qué importa que acabe la Creación?
¿la humanidad, la cultura,
el comienzo de todo?

Si no la inventa Dios
con amén de segundos,
nuevamente, Bush se la inventa.
Total, la creación en el quebranto,
está de la chingada.

5-3-2003

De Estéticas mostrencas y vitales

En los días del quebranto

En los días del quebranto,
la fe no sirve de nada.
La caricia es insulto.
La civilización, blasfemia.

Pájaros de mal agüero son los horóscopos
y las coqueterías, los místicos esquemas
y las revelaciones, vengan de infieles,
mongoles o turanios, turcos vendidos
a Occidente, o creyentes
del Nuevo Imperio Romano.

A británicos se venderán tus propios fedayines.
El futuro es espada y el evangelio,
operación homicida de misiles,
las Cruzadas reditándose
con Rumsfeld y el mentiroso Powell.

En los días del quebranto, ninguno será
suficientemente bueno
ni fiel ni solidario,
ni sutil en su trato.
Sacrílegos se vuelven los ulemas.
Putazas se harán las ursulinas,
las dueñas del recato.
No se verá mujer ni hermanos.

Cuerpo hermoso y desnudo, ficción,
puñetería, alucinamiento zoolátrico.
La moral también será espejismo
porque a pan duro, diente agudo,
y a repulgo dime tonto, o te mueres...

La piedad, mercadería, simulacro
de ayudas filantrópicas, pose
que tapa un ojo al macho.

La verdad, ruleta rusa,
y el mal, día de la inocencia
y el sol que quema mucho.

Bendita sea la taza

Bendita sea la taza
que con sus asas nos convida,
el tarro que se rebosa, subjetivo y real,
porque creyó la abundancia deliciosa
para el gusto y maldito el dolor
que injustamente a los sentidos prohíbe.

Bendita la boca que besa el borde
de las copas, la gruta de menstruo
que es el vaso femenino,
el más hermoso al labio y al aliento.

Benditos los abrevaderos
donde van a saciarse soñadores,
que han sido ardientes y creadores
y con amor, por igual bendicen.

Que la Jarra les convoque
cuando más sed se cunda sobre el mundo
y abramos bocas y almas con contento,
pegándonos al ánfora de gloria.
Que llenemos pocillos y aún llevemos
y que, a sorbos plenos, disfrutemos del pan
con el cuartillo del epher.

Venid, bebamos.

23-3-1990

La Copa de la Gracia

Los alfareros de Dam,
los árabes de Tassa,
los ceremistas de Marah,
griegos de la Arríbala,
etruscos de Sístula,
todos vendereches son,
calculadores de agonía.
Malos coperos,
homicidas del acto solidario.

Llamaré, si la angustia me forzara,
si decayera a ese nivel, mejor a lavatazas,
a botelleros ambulantes, al que pinta
sus potes y sus frascos,
en la esquina más humilde de lo triste,
al vasijero, mucarero, jarronero,
al que restaura cráteras y cálices quebrados,
al que descalzo sobre terracota anduvo
y aprendió con calabazas a hacerse
soplapote, mendicante del vidrio.
aprendiz que aún lo es
en la tómbola universal de los sedientos.

Yo serviré de la Copa de la Gracia,
debo dar y compartir, Ceramo de luz viva,
de los vasos de elección a los humildes
y de éstos, lo juro, no beberán
labios mentirosos, calculadores,
necios de vísceras apuradas
que no ampararon jamás
la cósmica canope,
a los hijos de la Urania / Gaia.

La Copa de la Gracia


Los alfareros de Dam,
los árabes de Tassa,
los ceremistas de Marah,
griegos de la Arríbala,
etruscos de Sístula,
todos vendereches son,
calculadores de agonía.
Malos coperos,
homicidas del acto solidario.

Llamaré, si la angustia me forzara,
si decayera a ese nivel, mejor a lavatazas,
a botelleros ambulantes, al que pinta
sus potes y sus frascos,
en la esquina más humilde de lo triste,
al vasijero, mucarero, jarronero,
al que restaura cráteras y cálices quebrados,
al que descalzo sobre terracota anduvo
y aprendió con calabazas a hacerse
soplapote, mendicante del vidrio.
aprendiz que aún lo es
en la tómbola universal de los sedientos.

Yo serviré de la Copa de la Gracia,
debo dar y compartir, Ceramo de luz viva,
de los vasos de elección a los humildes
y de éstos, lo juro, no beberán
labios mentirosos, calculadores,
necios de vísceras apuradas
que no ampararon jamás
la cósmica canope,
a los hijos de la Urania / Gaia.

En Estados Unidos de América

Te recomendé a mis niños rojos
que llegaron primero a tus llanuras
y que cobijaron su comunión con las montañas
y tú, hijo de la Roca de Plymouth,
tú que víste morir a William Prynne
por decir con sus libros: Esta es la deuda,
tú que víste a Henry Burton y John Bastwick
agarrotados y exangües,
cada hueso puritano en la molicie,
cada escrúpulo de amor
batido a golpe,
te trajíste a los negros en grilletes
y depojaste en Virginia sus corazones
en hiel, uncidos de coyunda esclavizante.

¿Cómo dirás yo nada debo? si has despertado
el rencor de cada indio,
de cada negro,
de cada mexicano
y en Tuscarora, la guerra habla de tus deudas
y los seminoles aborrecen tus caras pálidas,
horrendas de porfía
y crimen
y codicia
y sangre fría
y venganza
y autojustificación
y genocidio...
no eres mejor que el protestante
masacrado en Ulster,
no eres mejor que las brujas
quemadas en Salem o en Lancashire,
no eres mejor que 30,000 mercenarios
de Alemania, contratados por la fuerza
del Imperio para que América no sea libre y generosa.

«My country, right or wrong», tal es la deuda,
desde Carolina del Norte a Tennessee,
donde el Ku Klux Klan se fundara
y donde la Decimotercera Enmienda
constitucionalizada
es la burla del negro, impresa en tinta,
para memoria blasfema de sus ojos...

¿Y no me debes nada?
pues, Jack el Destripador me debe menos
porque él mató seis mujeres,
y tú has matado 5 millones de mis hijos
aquellos que confié a tu mano
cuando abrí los montes de Manhattan
y, bajo el umbral de la puerta
de este cielo americano,
te dí a Pocahontas y Tecumseh,
a Sacagawea y Sequoyah,
a Tenskwatawa, la Puerta Abierta,
a Pontiac y Squanto,
a Toro Sentado y el Halcón Negro.

16-3-1982 / Tijuana, dolor de parto

En la sombra

El fue mordido a balazos,
por una súbita boca, salvajemente armada
en dentelladas, enmudecida
en proceso lento sin canciones.

Un graffiti quedó por expresión
antes de irse a la caverna oscura
donde no fluyó el agua, sino ráfagas
de balas y polvo y viento de sequedal.

Lo sorprendió la muerte en frío,
lo admitió como una semilla congelada.

El homicida fue tan mudo como él.
También entregó el pecho
a un tajo de cuchillo que no se esperaba.

Se comunicaron con ojos
que jamás se abrieron a la luz
y el nuevo cuerpo se rodó
sin haber crecido, erguido y duro,
como vara transmutada
en magia de cimientos.

Uno sobre el otro eran dos fardos
sin nada, vacíos; les faltó
una belleza que vibrara hasta alcanzarlos,
olas de sustancias
que les llamaran hermanos,
sinapsis de gestos y proyectos
íntimamente consolantes y creativos.
Víctima y homicida se mataron
y el espacio en la noche
se quedó inconmovible.

9-13-1979

De Tijuana, dolor de parto

Ofrenda quemada


Painfully hot temperatures activated not only areas
long associated with pain in the brain. but also
areas previously believed to involve 'reward circuitry':
Dr. David Borsook


La recompensa profunda
(la que muestra el Tesoro más allá del capricho,
la que estuvo con la sed de la raíz, sustentándola,
y fluyó como un río con rumor ontológico),
la alegría que no viene por dinero
ni por sexo ni por la boca llena de alimento
ni por el circuito excitatorio
ni por las mafias del poder-ser-suficiente,
las compensatorias calidades del ser
son afán en la llama, lucha sofocadora,
éter que se hijifica por engendros
del Erebo y la Noche.

Dichosa la tiniebla misma
que se pervive complejamente
y se vuelve placer en un momento,
dolor en su memoria.

Por el mismo camino que llegan los cíclopes,
la furia, la angustia, la ira, la mentira,
el Tenebroso Caos duele,
pero también se consuela.
Uno cree que luchando se conquista el olvido,
se disocian los pasados, ¡pero no es cierto!
Placer y dolor se vinculan y se abrazan en el fondo.
Las reacciones a la guerra y al amor
se queman juntas sobre la misma pira.
La experiencia emocional son, al fin,
un soluto, los bienes más profundos.

9-9-1990

Blogspot / Blogspot / Carlos López Dzur

Tuesday, July 24, 2007

El ser y el hombre

... el elemento desde el cual el pensar puede pensar: Martin Heidegger


El hombre es la vía hacia el ser,
el querer que puede
lo que quiere pudiendo;
esencia que ejecuta su querer
y que se capacita para que sea ante él
y aún, desfiando todo,
cuidado y medianía, lo que lo atestigua
en su pro-venir y lo deja que sea.

Zorro comprensivo, capaz de redirmirse,
sólo uno: el que se adapta a sus posibilidades;
el que reclama, solicita y se duele...
Mi ser lo ha comprendido:
Ser es quien se puede en el saber.

¿Quién puedo ser-en si no la posibilidad
de que valora, quién si no me desvisto
y me declaro más allá del closet de la Gran Mentira?
Si el mundo tiene un sentido objetivo y trascendente
al menos que sea mi Zorro quien lo diga...
mi zorro bueno, mi zorro necesario, auténtico,
iniciador, recreador, precomprendido.

2-7-1993


Quinta parte: De lo ilusorio a lo kármico

Monday, July 23, 2007

Meditaciones sobre el Hijo de Seth

The name of this Titan [Prometheus] means fore-thought, or foresight: Max J. Herzberg

Prometheus, beautiful, rebelliuous one!: Mackaye


Un día fuíste mi consejero. Entonces no dijíste
ser para-la-muerte, y confié en tí, hijo mío,
en días de Eterna Primavera y Abundancia.

Te dije: la necesidad no existe porque el hombre
es bueno y feliz muere, lentamente.
Es que la muerte es un sueño placentero.

Un día, cuando forjé los años, víste las estaciones
(anticipaste la muerte de la espiga, ríos secos.
Díste profecías de caudales mermados
en charcas de líquida plata), ¿verdad, profeta?

Pero la Edad de Primavera descansó para que venga
el sol más cerca de los hombres y las bestias
y te ví, Hijo de Seth, mucho más triste.

Te enojaste porque nació el hambre
y el deseo de no adorar lo que no es pródigo
y empezaron a odiarse unos y otros. Tú que no odiabas
pensabas en el odio y su por qué, pero dijíste:

No es que sea malo por naturaleza el hombre...
Eras perfecto, Prometeo, tan hermoso.
Eras todavía un varón sublime, mi bodhisattva.

El día que nació la guerra y fabricaron armas
de plata y bronce, nació tu hermano al que llamé
Epimeteo, uno que ve después que tú, no antes,
uno que oye lo que ya dijíste, uno débil
como ya son los hombres de la Arcadia.

Aquella nueva raza, moldeada con el barro
de ríos escuálidos de la Edad de Hierro me deprimió.
Hijo de Seth, Titán de Shiva-Parvati, aprende que aún
el dios que te saca del cenegal se apesadumbra.

Hijo de Neftis, niño de Rudra-Shiva, veloz salvador,
Thot-Hermes, Mitra-Buda, quédate conmigo. Oriéntame.
Voy a destruir esta raza criminal que me deshonra.
No quiero dejar que las bestias salvajes se la coman
y suban a mí sus ayes de maldición a mi nombre.

2.


«Come», he said to Jupiter, "let us give these poor creatures the blessed gift of fire. With fire they will not need to fear the cold. With fire they can make themselves tools and weapons.» William Vaughn Moody: The Firebringer


Con voluntad será sustituída la representación
y la estructura de lo real; con lo beneficioso
morirá lo absoluto y, en esta crisis de razón
(por algo me dijíste, Oriéntame, no me dejes solo),
en mi hacer, mi praxis, la verdad llegará
tan placentera, sin paradojas,
como el mejor de los correlatos ontológicos.

Pero me has desaprobado. Contigo estuve
en el Olimpo de tus atenciones. Te dije:
No mates al hombre. No tengas de él
ni vergüenza ni miedo. Lo que ha cambiado
no es el amor que te profeso desde la edad remota.
Es la idea de que la necesidad no existe.

Si matas a ese pueblo prescribes el destino histórico.
Matarás la maduración moral del que te ama.
Me deyectas en la angustia de la pérdida
y el olvido de los dioses que he bendito.

Te ausentarás de mí, Júpiter. No soy yo
quien me ausento. Philía,te pide el pueblo
a quien falta Tu Belleza, Tu Justicia y Tu Fuego.
Amor te pide la Hija de Pobreza, amor
el Hijo de Seth por la simiente de Poros.


3.


The rock, the vulture, and the chain: Lord Byron


Te pensé como un niño de Seth. Así te ví
tras bruma de los días, y comencé a tejerte,
apartado de emociones turbulentas que gravitan
el intricado ser-ahí, en temperamento nato.

Te quise así, portavoz de tu propia claridad.
En tus taínos supuse a los Antiguos,
a bodhisattvas de Yocajú, heredero
del patrimonio de Aquel Conocimiento

que parece perdido, renegado y burlado
por la mucha miseria que enterró tu arcaico paraíso.
¡Ay, Chivo aventa'o, cabrón de Makara, cabra
que tira al alto monte, pero estás en la bajura...!

Te percibí, gracias al arrebato clandestino
que abre el amor si desafías espacio y tiempo
y te ví heroico, mercurial, luciferino, no en rodillas,
no en cadenas del ciclo demiúrgico de águilas.

Ahora me duele lo que encuentro, hijo putativo
de Saturno. Ya pareces tan frío y tan austero
como aquellos que irrumpieron en tu vida
con caballos y perros, con eficacia de sus cañoneras.

Ya pareces uno de ellos, uno que no quiere conocer
a nadie. No das la bienvenida. Uno eres que saquea
lo que se asoma a tus ojos. Uno que no se concibe a sí
comunitario, respetuoso de lo ajeno y orgulloso

de lo suyo... Ya no eres dúctil ni tierno, ya no como
Seth, el tejedor de las razas celestes, padre
de los últimos peregrinos en los úteros maternos
y cuevas, donde se muere y se renace al mismo tiempo.

Ahora, ¿qué quieres? naufragado en sensatez estéril,
carente de sinceridad, harto en vorágine de sensaciones,
apetente de emociones pasionales, masoquistamente
gozoso del dolor inducido por el águila que te come las entrañas.

4.


Y los secuaces de aquel que me llamó su Hijo
y me subió al Olimpo de su oír y me nombró Su Asesor,
me secuestraron del cobijo que hallé entre los pobladores
de la Arcadia y yo que vacié mi Philía en islas de pobreza,
yo que dialogué con los niños de Anu, el Cielo en la Sumeria,
yo, que entré a la Pirámide de Keops, con el nombre
de Zeus-Amón en mis labios, yo, el cátaro albigense,
me escondí de las tropas de Monfort en la Cueva de Lomibres,
en Ussat-les-Bain, aún invocaba el nombre
de quien pidiera: Oriéntame, quédate conmigo.

Sin embargo, ¿qué pasó con tus ruegos?
¿Algún caso hicíste cuando te dije: Bendice
al pueblo con el fuego de Tu amor inmenso;
házlo eterno, dialoga con ese mundo sub-divo?
que comienza a circular en paradojas
de si eres bueno o malo...

Y los que huyeron de tu búsqueda en Ariège
desde los centros termales, por odio a tí se bautizan
(más se cree en el agua tibia de la tierra maldita
que en tus cielos sublimes); pero el fuego que robé
es para ellos, Kether-Jojmah-Binah, fuego
de espíritu, fuego de árbol en la esfera despreciada
de los cinco sentidos). Es que yo el niño divino
lo seré en reediciones; es que tú sigues siendo Júpiter,
el señor de las águilas y buitres, y me ataste
a la roca del tormento; y Eton, tu sanguijuela voladora,
comerá por los siglos de mis hígados. Tú, padre, la envíaste,
tú, el que castigas y atas con cadenas
el corazón de tu veedor-profeta.

Y si hicíste el poder despótico
y la necesidad, insaciable, perentoria,
que me bendiga, entonces, otro. No tú.
Los que construyen barcos, por ejemplo,
y se van tan lejos que no puedes ya alcanzarlos,
los que doman bueyes y montan en caballos,
los que graban calendarios y anotan la seca tragedia
de sus ríos y sus montes, los que escriben
cómo se combate la sarna y la viruela
o para qué sirve un mosquito o un veneno inoculante.
Ellos me han oído. Para ellos, hablo.
A ellos muestro las cosas del futuro.

5.


Del fuego del Gopi-jana


En la comunicación que te doy para el reposo profundo
cuando aprendes amor puro, no existe el robo.
No me acusas, no soy apropiador de nada.
No me juzgas ajeno, foráneo, sólo agradeces.
Danzas en lo propiamente universal de tu psiquis.

Sin embargo, te llevé el fuego.
Con leños de mis enseñanzas encendí Tu Tradición
y la aldea en areito cantó y yo bailé en Tu Tiempo
e identidad. Era un nativo de los tuyos.
Tü abriste el espacio y cupe en él…
Y yo contigo. Encendíste la mecha y dijíste:
¡Este fuego tan mío alguna vez no estuvo en mis alcances!
Me faltó. Lo esperaba. Aprendí a descubrirlo.

Por mi parte, tuve que sentirme como un niño
para que me vieras en lo profundo de tu alma:
hijo deseado de tus causas, adquirido más allá
de toda alienación. Sólo fui el fuego convocado
de justicia, lo más tuyo, el amor puro
del Gopijana vallbha.

6.

Forgiveness is less matter of understanding than of a more profound notion of the heart, a trascendence. The importance is not so much that it absolves the one forgiven as that it cleanses the one who forgives: Dra. Gobondo Madkizela, en: The Quality of Mercy


Un día vendrá la felicidad. No desde una inmediatez
tonta e inconexa, hermano mío. No desde la instantaneidad
del rencor que sentimos de golpe por aquel que nos aplasta
con Su Mano. Dílo a Pandora, Epimeteo y cuídala
aunque no conozcas cara a cara la esperanza.

Oye, sin embargo, que la hay. Apréciala en su devenir.
Nunca dés por sentado lo que el fenómeno encierra
ni cómo lo percibes; perdona al que te tienta y no lo odies
para que seas más limpio que el que te oprime y escupe.

Un día, seas inocente o seas perverso, tendrás
la visión de la bestia todopoderosa, la gran depredadora
del camino evolutivo, y se anunciará el Genocidio Universal
y el dios, ya no compadecido, que se anticipa con su amenaza:
Destruiré ese pueblo malo, lo haré morder el polvo,
porque no me ofrenda y sus propias vilezas,
de unos contra otros, se tornarán contra mí.
Si los dejo crecer, multiplicarse, asaltarán mi Olimpo.

No resientas con el mismo odio que yo. Cautela. La evolución
no termina todavía. En la jarra contensiva de longue durée,
se guardó la esperanza; sé paciente, hermano mío,
porque una mujer mortal será enviada, tan bella tentación
que los dones de las diosas tiene; viene con la jarra de ilusiones,
con evolución lenta, imperceptible; pero también con los males
y las plagas, las tinieblas del frenesí y las tribulaciones.

Que no sea la Jarra lo que aceptes, te aconsejo.
Lo gratis, como simiente de falsedad, es y crece.
Has como yo, hermano mío, beneficio con lo necesario.
No se cansa mi Padre de destruir al hombre y pedir
el amor incondicional, el culto a su poder incomprensible.

Hermano mío, cuando venga la mujer,
tómala a ella, si quieres, pero no abras la Jarra.
Es otra forma de homicidio la que ensaya tu Padre Misterioso.
No destapes la botella de las lamentaciones; la esperanza
existe y, venciendo males en secreto, no reposa;
pero no saques los males al espacio, no los tientes,
no los liberes para que vuelvan a comerse al mundo.

6-17-2001

7.


Sin esperanza, vivimos llenos de deseos:
Dante Aligheri

El proceso natural del espíritu humano
no es de placer en placer, sino de esperanza
en esperanza:
Samuel Johnson, en: The Rambler


Toda virtudes, toda plena de donaires, jupiterna
es la mujer que envíaste. ¡Cómo la sazonaste de dulzura
y diestra melodía, cómo de arcilla tersa llenaste
su muslos y sus senos, cómo aguas de uvas gratas
le humedeció los labios, ¡oh! platero hefestoide,
sabia la mujer que te dijo: ¡Hazme una réplica,
diséñame un espejo, digno de los Titanes!

Toda consoladora, gusto de la visualidad
y las emociones, nada empírico parecía hallarse
en tí, Pandora, imagen de energía, quita-angustias,
el miedo se disolve con tus fornicaciones.
Lo terrenal se ausenta por tu belleza arcana.

Toda tú, subjetivada ante mi hermano que no ve.
Desobediente ante mi hermano que no tiene memoria.
Hoy que él necesita el rito y alimenta el amor propio,
¿dónde estás? ¿te fuíste con la virtud al infinito?
¿o has huído después de engañarlo y seducirlo?

6-21-2001

Del libro Teth, mi serpiente de Carlos López Dzur

No habrá independencia jurídica

No habrá independencia jurídica, libertad real
ni embeleco que valga, Puerto Rico, sin amor puro
por el fuego que ofrezco. La patria muere en las orillas
de tu playa con piratas subterráneos.

¡Cómo se multiplican! Son una plaga.
¡Extérnalos, sin el olvido del tráfico óntico
que los distribuye y los intensifica en la tarea
de morder tus entrañas! ¡Ensáñate de veras!
¡Velos cual son! Buitres, pirañas, camaleones,
sangüijuelas, vampiros, piojos de La Colchoneta,
aliancistas del imperialismo, barbosistas, pitiyankis
sin querencias, bongoseros de la patria boba
y del extranjerismo, estadolibristas, reformistas
de colonias en pausa, teodoristas mo(s)cosos
de Alianza para el Progreso, maniquís de vitrinas caribeñas,
novoprogresistas de la ultra Derecha venenosa,
mameyistas, botellas, comisionados residentes
de lealtad mezquina, rosellistas de improntus,
metemiedos carpetistas, ferreístas de museo,
chingaqueditos, milenaristas evangélicos, ultramontanos,
subsidistas del agio, izquierdistas de igualas con fondos federales,
eleccionaristas burgueses de todos los colores y partidos,
maromeros de gofio cultural, retoricistas, rimólogos,
puertorriqueñistas de domingo, con endocrinos déficit,
lesbianas y putólogos de amores escindidos
y lealtad extravagante con el género humano,
olvidadores ad hoc, patea-culos por frívolos motivos,
homofóbicos, machistas, inventores de chupacabras,
boleristas de traición, alegreros de la Macarena, torturadores,
caínes, víboras, mandíbulas de alarde desacralizador,
narcistas, nihilistas profesionales, mi pueblo está en sus manos
y cómo se gozan de comer su destino y devaluar la historia.

¡No sean cobardes! ¡Hipócritas, jupiterinos!
no digan que aman al veedor y le manden el águila
al mártir prometeico, al rebelde hermoso, al ladrón sublime
porque ya está en cadenas como Albizu,
rodeado y bombardeado, preso, atado en arrecifes.

Meditación sobre el hijo de Seth

http://carloslopezdzur-carlos.blogspot.com/2007_07_01_archive.html

Friday, July 20, 2007

Donde te puse

Aquí te mecerás, en presencialidad vertical
de tu presente, aquí, en luz visible
entre violáceos índigos y extremos de rojo-sangre.
Con sospechas de azul y naranja, te cuidaré.
Verde será tu geografía y amarillos, los soles
(y tus lunas, plateadas). Tu invierno tendrá
una mansa calidez de león dormido.
Desde los horizontes pensarás que el tiempo
es el que forja su continnum y da el espacio,
res externa, y donde cada ruido se llamará
alarido, fervor de muchedumbre, alarma
de viles griteríos, donde cada distracción
confunde y nada hay en las ondas que cuide
tu mecida, tu reposo, tu hamaca
de habitante isleño, solitario, valiente,
sediento de Sod / en lo Secreto / y hashlemá
antes que de sable vengador y puñal lastimero,
pues todavía preguntas: «¿A dónde voy?
¿Fue aquí que me pusíste?» ... y te mezo,
¿quién otro, sino yo, soy el que te mezo?

2.


Sólo que cierras los ojos cuando lo hago.
El fotón que te observa soy, Tu Padre Oculto,
quien no vive en los relojes y siega al tiempo
para que seas eterno, aunque ya no lo entiendas.
«¿A dónde voy?», pregunta tu corazón
de ansias electromagnéticas, hijo de Planck
que menosprecia la medida que gravito
dentro de tí, antes que una magnífica estructura,
la Naturaleza dada, te dijera sé humilde,
quebranta el corazón y doy los secretos
del porvenir y el sosiego a fin de que no digas
que te engaño, porque estoy fuera de tí,
distante, ausente, sin un presente
en tu ambición de mundo y universo.

Y hoy te respondo: ¿A dónde vas?
¿A dónde te llevo si te llevo?

Pues vas a donde puedas ser mi contenido.
Vas al calabacín donde quiero tus huesos,
A He-Vau-He-Yod,
al reino de los rayos-gamas,
a mi ultravioláceo asentamiento de futuro.
Ha de ser donde tu propósito y el mío
se concilíen y dispongas de lo real
de Mi Refugio, sin el Jalom de soñarreras
de los Sacer-Otium, sin entendimiento,
donde se refugian opresores y oprimidos,
crédulos de excreta irracional
que al poder deifican en mi Nombre
y a las probabilidades estadísticas del Ser
sinsentido / andamiaje de la Nada /
No-Ser / locura / desamparo.

11-24-90 / De Seth, mi serpiente

La amada de Jai

La novia del Viviente en los sueños de jalón
no se desviste... Pshat, psss... calla mejor
porque la sanchez anda en burros
del camino má(s)ancho y la madre / binaria
hijos puros quiere para la novia pura.

¿Dónde se desvíste, la niña vegetal
de Jai, el Viviente,
dónde Démeter entrega lo oculto
y Perséfone despierta, cuándo comienza
el viaje de esa carroza voladora
cuyas ruedas son energías serpentinas,
alas en cada una, ígneos dragones
que encienden las zarzas hasta que abren
los ojos y los ciegos, al fin, se deslumbran
con la hermosura de las novias que habitan
paraísos de Chesed, en tierras de granos,
prosperidad y abundancia?

La novia del Viviente, sol amante,
para la líbido abre el buen corazón
y canta su Hellel en Luna Nueva
y el Lev Tov se entusiasma.
No se le jala a pasados retrógrados
e inmediateces bestializadas y prohibidas.

Veánla ahora, hijos de Olam haBé,
que viene la arrogante Vulpeja de lo Puro,
la que dio el grano a Triptolemo y dijo:
¡Que coma el mundo!

Que la siembra de este grano
produzca la abundancia. Distribuyan
de mi hermosura productiva, seres agrarios,
creyentes del Discurso Optimista de mis amores
y del Sol que vive, manifiesto, en el ojo
de los hombres que sufren y resisten.

Distribuyan mi sustancia que fertiliza todo
porque dientes me renuevan la sonrisa
y explosiono rayos gamas y hago
que se asome lo oculto: Verdad, Belleza,
Amor de mi volcán de sexo. Es el día
de mis amores con Jai, la gloria
es ese unirse de luna y sol
y hombre y dios,
finito e infinito.

2-4-1987

El hijo inmortal

Pero buena uva es el hijo puro
que se desviste en la pulpa de su estambre,
que se aferra a la rosa de tu Iiah...
Más allá de lo aparente se guarda
su semilla, cubierta en lo sagrado
de su desnudez. Desvestida
de la cáscara del mundo, está calata,
contenida en lo interno de la vasija
y el morral, no anda tan sola.
Se guarda del mulo que no desea
su carga. Del jumental de rigores
y caprichos exoflemos, se distancía.
>
Para inmortalizarse en la continuidad
de la Jomer, materializa su aroma
de copa bendita de árbol, su rosa bendita,
intronchable, y que boca de jumento
ni mastica ni alcanza. Alta va,
hija de estrella, cimiento de sublime huerto.

En el jardín preciso, el Tsad, se encuentra
y con él... el sentido del Sod, lo más profundo,
oculto a la apariencia, el paraíso.
No en toda copa el vino es dulce.
No en todo beso se da, basar veyam.
Con la descomposición del Olvido se traiciona,
pero, ¿quién aspira a tí, Rosa de Iiah,
con cuatro dedos de medida futura,
quién tus siete sentidos en Etz Jaiim,
del árbol busca, quién, Madre de Jai.

Hay fundamentos que no enzalza el que no ve
ni oye ni va ni aprende el lugar donde existes
con silencio, adorable como lo único perpetuo.

Del libro Seth, mi serpiente

La rosa

Ví la rosa cuando mis dedos midieron el vino.
> En cinco pórticos del Jardín, ví la misma rosa.
> Examino el aroma, confiado a la prevalescencia.
> Hasta hoy ingiero el trago del olfato,
> el vino menos tinto y Iah, ¡ah!, bendije
> cuán lindamente creada fuíste para mi consuelo,
> Rosa de Sión, más tierna que un capullo de hibisco,
> más indefensa en apariencia, si no midiera
> con mis cinco dedos las salvaciones que te recubren
> y protejen. Por ellas, gano acceso a tí.
> Rosa mía, no te segaré. Ramito de mi alegría,
> con un beso sellaré el cutis de la dulzura
> que guardas y meditaré: Eres mi cálix
> y la copa de mi bendición en el dominio
> del jardín prohibido...

Del libro Teth, mi serpiente
de Carlos López Dzur

La búsqueda del hijo puro

Yo soy un padre en fuga
y el titipuchal de críos me solaza.
Ni tolondro ni aturdido me organizo;
les doy lo suyo. Les ví nacer con gusto
y les juzgo y soy severamente dulce
cuando amo.

Les veo, les busco en la casa
de la madre que gritaba en los templos.
Con hembras del frenesí,
en plazas y bares, comulgué
y tuve críos. A una mozcorra
de materialismo atributivo,
yo dí una niña, nuestra amada.

Con santurronas, legalistas,
de lógica formal o moral judeo-cristiana,
me acosté en bandidaje;
pero ví el porvenir, yo ví
los hijos perfectos que ya no entran
a revolcarse en el limo
ni en desajustes de identidad
se dan cimientos; yo los bendigo
y les cuento el pasado
(la hora del Hacha
y la cima de Moriah)
con un poco de futuro.

El salto de fe

Dí el salto al abismo
cuando ví la luz que me invitaba
a dejar la caverna del mutatis mutandi.
Del salcocho de cerdos no quise mi alimento.

En rehalas de rebaños ovejunos,
dicté: soy soberano y con sinarcas
que desprecian a mis hijos
y les dan sus sobrantes,
no quiero mi banquete.

Innecesario exordio son
sus prolegómenos,
predicantes de miseria.

Dí el salto de fe
y mi alma era una risa,
la gloria de mi fruto
más amado, el vetarro vencido
en el deslinde, la gruta del deleite
por rutas de movimiento eterno.

http://es.geocities.com/baudelaire1998/esteticasmostrencas1.html

Montano, el hereje

¿En nombre de qué amor
hablaste de las verdades, Montano,
si sacaste el tuétano a la vida,
si en árbol carcomido
transformaste esta siembra humana
que me asedia zurriendo
broncamente
con su homicida alarde?

A las ramas y semillas
sobran los tuecos, agujeros,
y un viento del siglo, sin oriente,
el tronco de mis árboles maldice
y, más allá, a las sombras de reposo.

Los sinarcas, armados con sus lesnas,
me han cercado, me han quitado
esta raíz que eludió dar sus votos de reata
(ya piensa, ya bendice, este corazón
tan ultrajado y prohibido).

Estoy con el vetarro de mis huesos,
añorante de días y propias cuentas
y hecho un mico con espíritu noctívago.

Busqué el monte, sin temor,
la piedra para extender el alma
y alargar la razón de mi ser
y aceitar la mañana.

Pero, ¿quién eres,
hijo de montanada, con qué amor,
si alguno, se escribieron días del fin
del hombre sobre el mundo,
con qué carcoma santa
rechazaron las nupcias de la sustancia
con sus cielos, de qué verdad
o torpe vademécum leyeron su mentira
y me echaron de mis montes trascendentes?

Absolutas y mortales
son tus desgracias, tus blasfemias,
me predican, tu Hacha
es la que hiere geometrías.
Tu voz es la que mata
al Cristo ultramontano.

El sacrificio en el Monte Moriah

Pero el Padre dijo:
Tráelo al fuego aderezado,
al dominio complejo, a las noosferas.
A la luz de tus lágrimas, camina tú
con tu ofrenda, es olor grato.

Sígueme hasta ese monte
donde tiembla y se arma tu brazo,
ven a la silva con el hágase
para que sea el día en que te conozca
el viento suave de mi beso.

Tráeme la pastrija y la pastrana
y yo las quemaré, seré tu nabo
y en su interior de vulva, alma nueva
haré para el alma sensorial, nominalista.
Con el hacha caliente, promisoria,
vaciaré tu salmo, reharé tu sustancia
y a todos lavaré con alegría de nuevos átomos.

Toma el hacha, Abram, abre ese sexo,
dáme tus niñas greñudas
con mejillas cristalinas
como rubíes de Bohemia.
Al hombre espiritual y luminoso
le daré pueblos sin cavernas
de inútil fe ni cuestionable heredad.

La tea que se encienda por tu causa,
las hachas y cuchillos que se blandan
a los aires, por ternura
y por amor infinito.

Todo será recordado aún
en los siglos hermenéuticos
del Decaer.

6-29-89

La Mano invisible

Están al llegar
los cinco dedos mentirosos
del Manotas, la pícara presencia
de la Mano Invisible que dice a Abram:
Deténte, no tienes que matar tu crío,
al hijo de Tu Risa.

Están al llegar los burlones de la sombra,
gamonales de las cavernas de la historia.
Es mejor que lo dejes en la cueva
en el templo de Pitón,
en la cárcel sin angustia.

Vienen, están al llegar
los ultramontanos, integristas,
martinistas de huesos colorados,
geómetras euclidianos,
admiradores ciegos de Trasímaco,
ciegas larvas que suben las paredes
y cagan la moqueta
y salpican el fango
sobre el mundo plano, tieso, umbroso.
Ellos, que con superficies carcelarias
se confortan y masturban, casqueteantes.

Son ellos los que desprecian las curvaturas
del dominio complejo, los principios reales,
la quántica ciencia de los saltos...

Vienen, están al llegar,
los que no creen en vientos suaves
con placeres intensos, paradójicos,
momentos que limpian el espacio
como hoz segadora, separando
la paja del grano
y son, de ese modo, tan a su saber
dizque divinos, que las varillas
se clavan en la más blanda colleja
de la muerte...

Vienen, están al llegar
antes que la brisa sea en la noche
tu hacha de holocausto, obediencia y salto,
trascendencia purificadora.

Memorias de la carverna

Tuve un hijo en la casa del prójimo
siendo yo, por igual,
prójimo en la casa-caverna de mi hijo.
Le dí el espacio de cueva
de su vida. No pude
darle más en la casa del prójimo
ni en la casa mía.

Y, por amor, quise ubicarlo
en su gruta verdadera, visión
de las estrellas plenas, infinitas,
en la cueva de roca de mí mismo.

Quería amar a ese hijo.
¡Cuánto lo quise!
Y, sobre todas las cosas,
yo dispuse que se enciendan
por él las nuevas luces
en la cueva ahíta aún con simulacros
y dolores suyos y dolores míos.

Lo llevaría a la casa de mi certidumbre
por anhelo, yo lo quería y descubrí
que no pude dar lo que él merece
y sufrí como nadie.

Entonces, vino mi Padre,
padre de todos los prójimos posibles
y me pidió su sangre, las tinieblas mías,
y que lo sacara de la cueva
y que trajera su urna cineraria
y que lo matara en el monte Moriah
oculto en lo más solitario de la cima.

2.

En la cueva parece pequeñarra
la persona; la dulce y suave cría
de aquel a quien se quiere tanto
y se lo llama cuna,
pedacito lunar,
alma mía...

Si el alma es mucho más,
¿cómo saberlo?
¿cómo aducirlo
con estas semejanzas,
metáforas del amor al hijo?

En este oscuro conocer,
todo es mostrenco
y no se conoce el percal;
únicamente la pastrija
y la pastrana
y ese montón de tierra
que son mis huesos cercanos
por sus años, sus achaques,
sus lamentos ante un poco
de sol y de alegría.

4-12-1989

3.


Me las paso moradas, pobre,
corito, terebeco, temblando,
a la espera del viento suave,
la esperanza o el céfiro
que sopla hacia el Oeste
más allá de evanescentes lunas.

Si no seré yo, ¿quién hay
que le baje los humos
a este dolor ardiente,
a esta vanagloria externa
que postra mis adentros
con sus crepuscularios?

Me las paso callado
y, a mi lado, está el asco
por los dueños del mundo.

Fiel a la briba,
a sus moños engreídos,
me recitaron de carretilla
sus odios habituales,
sus tinieblas virtuosas que ciegan,
sus asaltos de menosprecio
por mis huesos calatos.

... y yo temblando, corito, terebeco,
porque la mentira decora las paredes
y el piso se forra de moqueta
con gargajos y esputos divinales
que me lanzan los dueños,
farisaicos, engreídos, de la tierra.

Y yo resbalo cuando huye la fe
y virutas va echando en su camino
y me seco los pies sobre el lodo
que encuentro por el monte
y junto leña y chavisca, seguro ya,
que urgiré mi holocausto.

4.


El bien no es un valor absoluto.
Cállense, moscas placeras,
vayan y posen al carajo,
que las normas farisaicas
me mutilan; y el padre está
cargando su virtud
de pequeñarra estampa
por soledades sin caminos,
por su alma.

Vayan donde yo no les vea.
Que me condene solo
y no por oír a los vecinos
del postín, el antojo y el chantaje.

Yo no puedo orar
en las tinieblas, quiero la luz
más alta que la llama.

A mi dolor lo acostaré
sobre el pedrejón duro y ardiente
donde soy yo mismo el padre
y mi dolor, el hacha
que gritará este mandato descorazonante:
¡mátalo a cuchilladas con tu mala sombra,
sean sin condición las cosas ofrecidas y sagradas!

El oblata no es tutela legítima
(que alguien te ofrezca
por obligación civil
ya admitida y declarada)
ni aventura que allanará
el sendero numinoso
ni fácil consolación
cuando te duela corazón y vida
ni absoluto omniconclusivo,
justificativo del acto
y el campo de batalla.

5-22-1989

5.


El nominalismo niega la existencia experimentalmente cognoscible de principios físicos universales que pueden descubrirse más allá del ámbito de la percepción sensorial


El hacha como el viento
que sopla hasta Occidente
y recorre por praderas del vírgen,
tierno cuerpo de muchacha,
saltó al abismo, a la fe
del cimiento más oscuro,
y llevó consigo el puñal desmesurado
y ella, la materia, la nominada del escarnio
estuvo a su merced, cautiva, presta,
con dos palomas que salieron del escote,
con su vulva tibia y anhelante
que fue llamada el alma.

El céfiro se olvidó de todo método
(algunos alegaron que fue su acto
subjetivo, irracional, incomprensible,
in desesperadum).

Con un trapo atrás y otro adelante
tembló de gozo, afiló el nabo
que a cuerpo y afán empírico,
remordimiento y sustancia, escindieron
con prédicas de ruin nominalismo.
El se fue a rescatar la trascendencia,
se fue directo al beso y al orgasmo,
al experimento más allá de las proclamas
sensualistas, cartesianas
de principios a priori.

El hacha incondicional dijo
de pronto a la ofrenda de holocausto:
no es igualdad absoluta que te ultraje;
yo sufro y no lo sabes; soy humano,
pero voy a fundar la libertad
más allá de tu muerte, construída
por rudo y vil nominalismo.

Voy a darte el placer eterno
de la obediencia que trasciende,
el amor de los dioses
fuera de la cueva
egoica, vocinglera;
así la mala sombra
de lo humano
no será ya
capricho.

6-24-1989

Homenaje a Hebe

Aquí pueden llegar los sedientos
de ideales, los cansados, los hambrientos
—de cambios y direcciones—, aquellos en fuga
de jolgorios, tedio y oprobio, desalentados
por tanta recholata, incómoda, vulgar y envilecente.

¡Navegantes con hambre de futuro,
conocedores de la oscura noche del alma,
compulsivos outsiders, realengos
—pese a la afinidad social y compasión al grupo—
aquí es la cita.

¡Vengan!
¡Se servirá del néctar de la Diksha!
Aquí se beberá la amrita gratis,
por gusto de transición contínua.
Hebe se inventó la resbalada.
Se ideó los túneles raquídeos.
Tropezó con el chasco
y repartió el deleite
de las copas sagradas.

2.


Esta es la tala.
Aquí llueve el ritmo sobre la calle mojada.
Se lubricó un pedazo de cultura.
Se está en riesgo de recibirla en kundalini.

Anus en mole, átomos del aceite más puro
en la superficie del quiero y no puedo!
¡Caer de nalgas, levantarse y despedirse,
ab irato! Se denuncia, empero,
la incomprendida hebefrenia,
demencia precoz de cada pubertario:
¡la chiquilla está emputada
con tantas rascazones y martirios en vano!

3.


Comecandelas, anarquistas, ilusos,
inmaduros, quijotes, chalaos
—de todo cromo: ¡vengan a tiempo!
Los todavía insatisfechos con las cortesías,
incrédulos, no convencionales, los que ladran
hasta morder del rabo remilgos y ortodoxias,
¡aquí es la cita!

Vengan por su nuevo sentido de individualidad.
Si están introspectivos por la luna nueva
y se les llama apopléjicos, turulatos, heboides,
zopencos, vitocos, idiotas, pendangos,
¡enteráos! — Hebe se inventó
la rapada de coco,
el desgreñe,
la piojera,
el cartel provocador,
la iconoclasia.

Ella quemó el sostén
y tiró las pantaletas a los perros
y las águilas y los voyeristas.
¡Y le vale, le vale, le vale
tres cochos y diez remiendos!
porque ya vive sin mea culpa,
sin complejo, sin bochorno.
El susto ya pasó.
¡No cayó en balde!

José Clará y Ayats
—que es mi amigo en el mármol—
gritó: Juventa Vive y yo, con él, pigmalionaba.
José Llimona resolvió el Desconsuelo
al mirar la carita de tan modélica nymphette.
Creo que los tres la amamos cuando cayó
tan larga es y cuán cortamente fue vestida
entre las santas mugres del comportamiento.

En fin, que nos gozamos
las vasijas hechas trizas y a Hebe
que brinca,
que patalea,
que despotrica
y, por cuya causa, fluyó líquido
de eterna juventud a nuestros pies,
lavándonos con su tibia jalea de vulva
y agua celestial de luna llena.

4.


¡Mentira que seamos enteomaníacos,
partida de vulgares voyeristas, yo y los cheos,
taumaturgos en la pedofilia del cincel!

Fueron devas que nos dieron
de la Gñana inaccesible
—un momento tan solo,
un instante—
y salimos del microcosmos,
dualístico y externo,
es decir, del agüite de estos días
sin mínima poesía
hacia la puerta de escape del samadhi,
donde Leda y el cisne
nos agarraron la polla.

Otros la culparon ¡pobre Hebe!
—¡Qué anárquica, qué torpe, qué imprudente,
qué excéntrica, qué impúdica, qué pelos!
Las copas son divinas —se quejaron,
El vino es ambrosía, mil años añejada,
gota a gota (¿y ellos qué saben?)

Pero nosotros, por devas devorados,
la quisimos más, la descubrimos,
la deseamos; la sentimos
en los lícuos arrecifes de las perlas
y en todas las tormentas de los polos
—así y tan punky, tan guácalamente impredecible
y taruga y adorable y la gloria hecha pendejera
por tanto musgo y limo pegajoso y barranqueras
de su cuerpecillo de hidríade,
—supimos de su trotar de potrilla mañera
y de sus ganas de joder por amarnos.

5.


No lo sé, no me importa, ¿qué más da?
Se inventó el acomodo reológico del prâna
en nuestras copas... ¡es lo que vale!
¿Por qué con su salto sin pértiga hacia el alma?
Rara avis in terris, entre castas de rajputas,
así lo consumó, sin marometas
de tambores siderales ni torbellinos
de peroratas necias.

Fue el acto simple y súbito
por llevar las bragas en agaches del tobillo:
y, ¡qué obra maestra! cuando a címbalos
hizo un revoltillo con mi aliento y se inventó
the dishonest exposure.

Y los coros de ranas, pargos y guachinangos
(«comediantes» del Agora, como Nietzsche les llamara)
vieron su ombligo y dijeron:
«¡Qué asco!» y los prosudos sin raquis
se hicieron bolas a la vista del cóccix,
a la revelación de su magno coñazo.

Así es la turbulencia natural
de 50 billones de básicos instintos.
Los pobrecitos de hipotálamo,
santiguándose entre ellos, pidieron:
«¡Que sea sustituída de inmediato,
cubrid su endija, tapad su nalgatorio!»

Y los rebaños de la sadhana a Ganímides
ofrecieron el trabajo y él fue por las copas
de cualquier bebedizo, trago amargo...
mientras Zeus hizo vitatrones con el ego,
—because the show must go on!

Entonces, La Ballena se llenó de gurudevas
y la flor de loto se destrozó sobre las lozas
y, siendo todos, amantes de utensilios
y mundarros cautelosos y códigos de moral
y gestos previsores, a Hebe la vistieron de hopalanda
y los pobres faquires le obsequiaron taparrabos
y las mojigatas ofrecieron sus velos
y alguna veterana comenzó una plegaria
en tiempo extra y fue cuando dijimos:
—¡Nos cagaron!

Dizque su hermano, argumentó:
«Ven a la trincha; ayúdame o aléjate»
y verbalizó del shrutis su odio a la pudenda.

Fue que vimos el ojo más caliente de la hornilla
y adivinaron la katutsha en medio de las cejas
y fue que los vellos horizontes púbicos de Hebe
parecían avionetas y volaron como arañas al tejado
y por su tamal se reveló su doble torta
y el hazteallá se quejó: ¡Qué extravagancia!
ya que su clítoris fue tamaño escarabajo
(¡qué carnoso hesperidio para chupar en privado
y sus nalgas, dos joyas, duplicado deseo al chintamani
(¡qué hermosura! ...házme el favor — yo me la llevo)
y los richis se purgaron el nabo
como obreros del pulmón llenos de cuitas
y se vinieron cuando apenas se habían ido
y los chelas, bebechelas tan chalados,
sustituyeron la amrita por chicoria
y esa noche salieron vomitados
por acusar a la flor inmarchitable
cuando Hebe los puso parejitos,
inventándose, en fin,
que la corrieran.

6.


Así, tan desmadrosa, fue su Diksha
(y la nuestra). Quiso irse sola.
Salir por el ojo invisible de la esquina.
Verse renunciada de estos puercos de kama
para quienes la noche de La Ballena fue chasco.
Mas —digo yo— Hebe fue
lo mejor de miles de ocasiones:
relámpago en la matriz del mundo.

Se quitó el mandil y quedó en cueros
y lanzó la copa del Olimpo sobre el hombro
y cayó redondita como jarro de OM
que flota con su gracia y se arrenja entre olas
como loto en el cieno o la nenúfar
sobre colcha de espuma.

¡Qué agasajo lunar, qué wahine!
Hebe cruzó hasta la salida de los baños
porque su padre la aplastó como a una mariposa
y dijo, voz de trueno:
—¡No sirves para nada, niña!

7.


Esta es la senda renovada de Hebe.
Sígala el que oye el sonido primario que ella invoca,
el que guste que sus pies sean refrescados
por la espontánea viña del ritmo de la lira.

Aquí es la cita y vengan todos,
excepto el hazteallá,
el bufón de precauciones saturninas,
el déspota, el sabihondo infalible
con cerebro de bula y privilegios de Papa...

(Basta que existan en los jolgorios del artha),
aquí que no vengan, ni consigo traigan
a los gananciosos, satisfechos de quemón,
ni a los veristas académicos, asalariados sin AUM,
ni a los remendones de posibilidades al azar
ni a los puritanos,
cantores de puranas.

Que vengan mejor los de sucios pies
porque aquí, donde Hebe está,
el supernéctar es agua
y canción de torrentes,
revolcón de olas,
rock del salpiqueo, estrofa de lluvia fría,
derrame contínuo, bautismo,
estanque y ánfora de versos,
sangre de profecía y vida,
ritmazo de meada, disparo de semen.

Lo mejor del caldo, la saliva,
el sudor, la adrenalina
lloverá sobre el cuerpo y desde el cuerpo
y el manantial será mano y pies
en pos de las doncellas
y la ninfa irá en pos del varón que ama y comprende.

Aquí se riega ella, Juventud,
y con ella la regamos.
Las ninfas chapotean
y Venus trae el pomo hecho trizas.
Juventa se rebela contra renacuajos y guabinas;
pero algunos, sumergidos en gozo por su causa
y, por susto de su regazón,
en su lugar, llenos de pelos y vibra,
aplaudiremos.

Cortaremos su paso.
Con ella y por ella, larguémos al tubo,
a la cloaca,
al desmadre,
a donde quiera que se ubique su carajo.
Ella sí que es ambrosía
para los que escuchamos la lira de Apolo
y el canto de los manantiales.

¡Con ella, somos como ella!
jóvenes, desafiantes, enérgicos, impredecibles,
orgullosos, candidatos a otros oficios, lugares y ciencias,
donde el amor echa pelos y se cuelga de la estrella,
y danzamos así con las musas y las Horas
y vamos a las islas encantadas
en aras de las hembras de los mares
y salimos de La Ballena
—¡despedidos!
pero llenos de porvenir y dignidad.


1-9-1993 / Del libro Tantralia California


Publicado en Voz al Mundo en Septiembre 29, 2006 y en: Homenaje a Hebe, Poesía Argentina

La caída

... Bajo la máscara de uno para el otro desempeña
su papel el uno contra el otro:
Martin Heidegger


Se creyó padrote al fin
el hombre que fue dulce y derecho
por andar de macarra por la calle.
Sin pretenderlo, se echó
en los brazos de la putería.

Una hembra con voz provocativa,
dueña de trajín y habladuría,
le quitó el fulcro, su punto de equilibrio,
y él cayó abatido, a pique,
sin dominio de lo auténtico,
inerte sobre la pólvora encendida.

Lejos de él, se ahuyentaron las palomas
seguidas de mañanas.
Cerca de él llegaron zopilotes,
seguidos de las noches.

... Y el hombre,
caballerazo pobre, pero bueno,
dio sus tientos por la luz y, en pago,
se halló de la tiniebla, bienvenido.

Ella vino con la mala pasada de los días,
loquincha, alborotada;
una coqueta raposa sin reposo
para estos zorros que buscan compañía.

... y, al verlo, lo tundió de besarracos.
Con la soba del molino interpretante
lo molió como quiso hasta la zarria.

Lo hizo pingajos
y él creyó por disperso volar, movilizarse,
sacar las uñas, dejar de ser
tan manso e isógeno, leal
al rígido decoro y bobaliconería.

Soñó en grande con progresos culturales,
modernidad, seguridad y aceptación apetecidas
que son pautas del Don Nadie, pordiosero.

¿Acaso del honesto vale menos el folleo,
el gusto por jodienda y por magreo
con los entes disponibles, a la mano?

Se creyó padrote, al fin
el hombre dulce y derecho
y que, pese a tanta habladuría,
sólo quiso atención,
seguir examinando pareceres,
palabras, avisos,
goces publicitarios de lo óntico, el Uno
en pataratas, el Uno en pantaletas...

2-7-1976

Etnocidio

Muy poco o nada se ha hablado del etnocidio, mecanismo de desarraigo cultural que azota la mayor parte del mundo: José Javier Esparza


Lamia, tú me quitas los niños,
te los llevas a las cuevas de Libia,
o a los predios de Locri, los revuelcas
en las lacras de lamie, los devoras
a lamidas con espadas y fusiles.
Disuelves a caspucias
su especificidad innata, su folclor,
su gracia étnica, los encubas
en tu proselitismo de sangre.

Lamia, te metes en el sueño polifónico
del que no concibe la vieja colonización violenta
y avanzas, con tu hermosura, pacífica y mercantil,
y destruyes con tu nueva dinámica homogeneizadora;
pero no engañas a nadie, Etnocida,
igual matas y pones el hombre contra el hombre.

13-8-2002

Lamia y el Estado

Descrita, empero, como subversiva,
mi conducta fue simple, que llamé
a los que pude y me creyeran...
Dije: 'es posible dirigir las propias vidas',
'se te puede ver en tu hermosura
sin que tengas que vivir en escondite'.


Tú eres, para mí, una vírgen serpentina,
cueva de gnomos, tesoro bajo tierra,
autogestión de quien busca su Luna,
vínculos que armonicen con la Tierra nutricia.

Tú eras Sybaris, Ix Tab, tú eras lo Oculto
eternamente bueno, el sub-divo generoso
que no se reducirá jamás
a la autoridad institucionalizada,
endiosada, de los dueños del Estado
y la economía totalitaria posmoderna.

... pero, aún así, llegaste, Lamia,
alcahueta de no sé qué otros demonios.

Me rodeaste de sicarios que vigilan y controlan,
pusíste en tu servicio a todos
como Guardias, Ejércitos, Gendarmes,
artífices de falanges y crímenes;
me díste oficio de martirio, rutinario,
me llevaste a una cama de hambre,
y podredumbre, me envolvíste en la colcha
de una lujuria que no cesa ni en publicidades.

Me raptaste los ojos y el descanso.
Me negaste el uso de espacio.
Un aparato de controles y trámites
lo llamaste mi mundo, Existencialidad.
Lo hiciste mi estado de vigilia...
Desde entonces, Lamia, no te amo.

De Heideggerianas

Espionaje

Lamia me espía, inspecciona mis pasos.
Se esconde en las cavernas de mis introspecciones.
Fisgonea cuando medito en voz alta,
o hablo a destiempo, locuazmente,
fuera de la cama, cuando imagino que algún lugar
habrá en el mundo donde no pueda ser manipulado.

Ella inspecciona los espacios que ocupo
si estoy en armonía con los demás;
escudriña el discurso social,
busca serpientes en mis textos.
Busca sus hijos arrebatados
porque la fuente de todas las divisiones
es el Estado, el Celo que la ciega,
la pasión poseidónica que a todos envilece.

Lamia me seduce en los sueños
cuando más descansadamente me tiendo
y dormito, en diálogo con mi almohada
y la abrazo como a una niña de las cuevas
capaz de devorarme con su sexo.

De Heideggerianas

Poiné visita a Condoleeza Rice


As national security adviser to former President George W. Bush, Condoleezza Rice verbally approved the CIA's request to subject alleged al-Qaida terrorist Abu Zubaydah to waterboarding in July 2002, the earliest known decision by a Bush administration official to OK use of the simulated drowning technique [...] Rice's role was detailed in a narrative released Wednesday by the Senate Intelligence Committee. It provides the most detailed timeline yet for how the CIA's harsh interrogation program was conceived and approved at the highest levels in the Bush White House: Pamela Hess, Associated Press – Thu Apr 23, 2009


Como basiliscos, o Furias, las vengadoras irrumpen.
La rodearon. Han gritado su nombre ¡Condoleezza!
Con ruido de cadenas chirriantes en el atajo
la conminan: ¿Hasta cuándo?
porque, a pujitos matreros, Condi ya dijo que sí.
Apply that waterboarding, fine. El africano no vale,
el islámico menos. Con violencia se recaudan confesiones.
Interrogan pues a los malditos. Aquellos que derribaron
las Torres Gemelas: 9 / 11, ¿cierto?
Que derramaron la sangre de Urano sobre Gea
y aún animan a invasores criminales a joder el imperio..

Son el terror, en parte.
Y el Irak de Saddam Hussein
un pedazo de Oriente / próximo e inestable
en circunstancias vigentes de emergencia.

Al hijo castrador es al que quiere cautivo.
Que tiemble en frío, cuasi asfixiado en agua
por la CIA... Que los granujas se enteren que hoy
es ella quien toma la sartén por el mango...
... y el lugar al que de veras pertenece, lo murmura:
halcona negra del Imperio, con-durezza...

2.

Desde que Condi vive en Washington,
Poiné-Ker es pura Lamia y las poinas
sus guerreras ancestrales, ¿dónde se meten?
que las ocultan con voz de menosprecio
si bien inevitablemente rondan y aparecen,
tal cual son: vengadoras, repugnantes, maldicientes,
refunfuñadoras, hostiles, como las Furias
descritas por Chaucer: «O dispitouse Marte,
O Furies three of helle, on yow I crye!»

A ella salen al paso para que diga amargamente
«I'll better go back west of the Mississippi
where I belong».
Pero la dulce Condi es dura
como el caobo. George W. Bush la sacó,
con permiso de ausencia de Stanford University.
Está en la Campaña Eleccionaria del 2000
y necesita el caobo, más que un virgo / puño duro,
reedicción del garrote _ a new stick policy,
y, ¿quién mejor que Rice, La Condesa Dura,
la ofrecerá, con la cara de plomo?

3.

Procedentes de no se sabe dónde,
las poinas / como negras tarántulas / le cruzan
por delante. Le pican la huella por detrás.
No la dejan en paz. Se infiltran por agujeros
de sus recuerdos vagos hasta el hondo cerebro.
La citan, la emplazan, la acechan.
Chuparán en su depósito de datos,
su mente escritural, racionalizadora,
académica, pero sin sentimiento.

Todas las calles que conducen a su alma
y los rincones que mantuvo olvidados,
son memorias de eventos reprimidos,
coraje venenoso que Schultz no acierta
a quitarle con besos ni blancas chulerías.

Por tales calles de Titusville, está la casa
del reverendo John Wesley, su padre,
y Angelena Ray, madre rígida y maestra.
Juntos imploran sus virtudes. «Eres una Princesa»,
hija única, Niña Privilegiada, «No Te Unas».

«El negro se está matando porque quiere.
Tú no seas una entre ellos. Aprópiate de toda
la dulzura, vive con doulezza».

4.

Los basiliscos la olfatearon en 1967
y Equidna Poiné, casi asaltándola, dijo:
«Mataron a Malcolm X y le siguió King
en Memphis y van por otros,
ya sea Kennedy,
Eldridge Cleaver
o Carmichael.
Hay motines en Watts. Se ha creado NOW....
Sé demócrata y regístrate. Casa Blanca está copada
por halcones... Cada niñ@ negr@ que se respete
a sí mismo que sea parte del Black Power.
Vamos todos a decir presentes
en la Marcha de la Gente Pobre».

Todos, menos yo. La desafiaste.
Y la Poiné te escuchó:
No es a golpe de motín que se abre camino
al hombre avasallado, el pueblo negro.
Que no se cuente con la Dulce Condi.
Que nadie le diga: «Te necesitamos».
Que Apolo desista, por los mil demonios, de enviar
correveidiles, que los argivos se rasquen como puedan
frente a las tropas del castigo;
que mi aporte sea interpretar a Mozart
en la Sinfónica de Denver, ustedes
al griterío, yo al palacio y al arte...

John Rice, el ayudante del decano,
es enemigo del racismo institucional,
la opresión del Estado, la Guerra de Vietnam,
esa que sea su cuota, su óbolo a la Causa.
«La dignidad racial comienza en uno mismo»,
la autosuficiencia política y económica, asunto importante;
pero, liberarse de la opresión no sólo incumbe al blanco.
El negro con sus vicios predispone. Tiene culpa.
«Yo soy únicamente la hija del decano».
Hay quien no batalla porque no puede abandonar
su lucha por la vida [esta sí que es una Lamia que me lame].
Si por 150 años, se nos mantuvo esclavos,
entonces la CAUSA, SISTER necesitará a compañeros,
«estudiosos, preparados, dirigentes»; alguien no supo
luchar o los amos fueron crueles o más listos,
«pero yo estoy educada, con estas instrucciones:
O soy una Princesa, o soy nadie».

Y quien la educa ordena: «No te unas, ya que...
... La Campaña de Birmingham no es asunto tuyo.
Los negros no maduran ni a la edad de 25.
Son 15 veces más propensos de ser asesinados
que el de azules ojos... «No te vincules».
(¿pero yo que culpa tengo? En la iglesia, nadie mata
a una mosca. Entonces, no es mi asunto. Lo siento).
En espera de pena de muerte, on Death Row
o Listas de Convictos, el 48% siempre es negro.
Negro quiere decir cárcel y la segunda acepción
es odio, en medio de miseria y droga.
«Precisamente, no es mi caso. Mi familia la conforman
pastores, fina oratoria, títulos, docencia y libros».

De dos millones de reos en la nación,
un millón es pueblo negro;
«but Mamma call me her princess».
Por ser negra, como todos los negros, tienes
20 veces más probabilidad que el blanco
de que sufras un delito de odio.
«Mi nombre es con-dulzura...
Yo haré caso a mi padre.
Que me pide que pierda mis pestañas
estudiando 20 veces más que el blanco
y que lo ame 20 veces más que el negro».

«Este año nos mudamos a Denver, Colorado»,
me dice, «estarás en la Academia de Santa María
y en Cherry Hills Village verás que existen católicos,
budistas que son buenos, ateos y agnósticos,
en fin, no todo el mundo es un bautista prieto, Condi,
ni gritón ni presbiteriano.
Verás que en Aspen Music School, al fin, mejoras
la tocada del piano y que en escuelas privadas,
se alterna con el blanco, si respeta la clase
y el conocimiento; no se miran las taras,
ni se expone ninguno al rencor de las etnias
ni de Panteras ni de Halcones,
ni de islámicos ni anarcos».

El Movimiento de Albany no es tu asunto, Condi.
SNCC, Panteras, Tom Hayden, Angela Davis, el Rvdo. Jackson
no son tu gente. No serán tus amigos.
Deja que la Marcha ha Washington siga su camino
y el Verano de Libertad en Mississippi lo hagan
los verdaderos negros, cosa sea de bautistas
izquierda / radicales /
junto al lumpen proletariat.

5.

Allí, detrás de la Westminster Presbyterian,
merodeó un basilisco horripilante y, por la Ullman H.S.,
tu padre el reverendo años antes de la muerte
de Martin Luther King, Jr, exorcisó a las poinas.
Ellas lo siguieron, subieron sin ser vistas a su automóvil,
se bajaron sin ser vistas para esconderse en habitaciones
de su casa; se meterieron sin ser vistas
entre tus pantaletas, y así se han alojado
en la dulzura, con doulezza
y cuando el guía espiritual tan imponente instruye:
«Tú no te metas en líos, tú canta salmos.
Toca el piano y calla. Que la raza es un mito,
que Dios no salva por el color de piel.
Tú olvida, con dulzura, con doulezza,
y llena el ghetto de tu Yo y tus bolsillos de plata».

Quizás se sientes blanca. Eslava.
Como si la Europa transformada fuese
quien dio los senos que la amamantaran,
como si la Era de Gorbachov diese en rigor
algo más que incentivos para sacar de la miseria
y el hambre a 40 millones de norteamericanos.
Tal vez eso quiso decir eso de ser NEUTRAL
en cuanto a raza o que donde hay un negro
puede que haya un comunista.

6.

Que no es para tí tener un afro-look, Condolezza.
Que el fin de las escuelas segregadas de Little Rock
sea tarea de otros negros. Tú no te cierres las puertas.
Ni seas partes de una lista negra que destruya
tu carrera, si la tienes.
¿Quieres educarte? ¿Tener un doctorado? ¿Saber?
... yo te doy el saber, yo te fundo la escuela.
Pero no yergas el puño como una comunista.
Dios no quiere a la izquierda.
Escucha a tu padre cuyos abuelos, bisabuelos
y tatarabuelos conocieron las cadenas de la esclavitud;
hemos trabajado duro. Hemos negado la carne
y todo con tal que seas una princesa.
Una princesa que no grita en la calle,
que no roba en las tiendas, que no fuma mota
ni se inyecta; mucho menos activa en sexo antes
de su diploma de escuela secundaria le abra puertas...

7.

Y para que fuese una princesa, protegida
de afuluarse con voces de protesta, como quien huye
(sin que algo deba) la sacaron de Alabama.
Que rehuya el exterminio que culminan las especies selectivas.
Desde el nuevo rumbo, ya escapada, le enseñarán
que puede que haya habido una huelga boicoteante
de autobuses en Montgomery, sí... en verdad, sí la hubo.
Y sea cosa que a tí ya no te incumba.
«Condi-Dulzura, ese no es tu asunto»;
Que han matado dos Kennedy, que existió
el Ku Klux Klan, que Debs fue un wannabe presidente socialista,
que hay más negros en la cárcel, que si Nat Turner,
que si DuBois, que no sea tu asunto.
Que hay más negros con SIDA y fuera de las escuelas
que Black Welfare Queens viviendo del gobierno,
sí, sí... es cierto, pero, ¿a tí qué?

Padres profesionales te dieron todo lo que
tienes con la sólo condición: «No Te Unas, no te tientes,
no te metas; no hagas caso. Sé una princesa.
Olvídate del pobre y de sus luchas; que cada cual
se rasque como pueda. O busque de Dios y su misericordia».

Fuiste una niñaja para estar en los Sit-ins
o sumarte a las marchas estudiantiles;
demasiados Freedom Rides desde 1961.
Demasiada violencia. Registros electores
integración racial en sistemas universitarios
de Mississippi, sí, sí... buenas causas;
«pero no lo tomes como un problema tuyo».
Negros promiscuos, violentos, viciosos, ladrones,
¿y cuál es el problema si tu familia es honrada,
virtuosa, buena... ves que no es tuyo el problema?

8.

Infiel, como quien burla a Megera, sedujiste el Poder
y, refunfuñaste ante quien dio el exhorto,'Vergüenza'.
Te hicíste amar por los halcones.
Con amantes imperialistas, bajo la jefatura
de Rumsfeld, te echaste sobre el lecho felizmente.
Te derramarte como euménide, ebria, complaciente,
escuchando el preludio: «El fin capitalista
es engullirlo todo y vomitarlo y escupirlo
como Apolo que manda sus furias y venganzas
tras la muerte de Psamathe».

Te confesaste benévola por abrirte y cerrarte,
por fingir y mentirte, por lanzar las arengas
del amor a Marte, por Amarte Sin Amor.
En la implacable ira de la pira, sedujiste el Poder
y el Poder te sedujo. ¿Cómo será este misterio?
Que Rumsfeld te amó con el mismo fervor
con que el Imperialismo odia a Colin Powell.

9.

Donde el Pentágono fue colchón y mosquitero,
tú, blanda almohada, frazada oscura de satín
y con múltiples orgasmos, que derramó
la ufanación y el cohecho.

Pero las Erinias irrumpen. Se cuelan como frío.
Como viento entre endijas. Como Lamia son
secretos testigos que lo guardan todo
[y te han visto, negra, cinga que cinga
con lsd fasvonaciones de los opresores] y, cierto es,
la gente criminal olvida y quiere tomar las calles
sin recuerdos de sus fratricidios,
sin idea de sus infieles amores; quieren
verse frescas e insolentes como la lechuga
o los lechuguinos. Quieren ganar elecciones
o saltar a las vicepresidencias cuando han roto
su amor con el origen, su vínculo de clan
y han matado a padre, hermano e hijo.

10.

«Y Rumsfeld me ama. Y Schultz me ama.
Y ahora Bush, sí, padre e hijo».
Como antes el Dr. Josef Korbel, diplomático de marras,
creen que te aman; sólo te ponen de cartel
porque les llueve cagada... Sé tu el payaso
de las bofetadas... «Korbel me ama»...

Equidna Poiné advierte
que él te enseñaría las artimañas del sobrevivir.
A escapar de las propias Furias Vengadoras
y acogerte al acomodo del cielo del Poder.

Te enseñó que hay un hemisferio rival.
Te dio los mitos argivo-megarios de otro ser.
Simplificó tu mundo: Rusia o Checoslovaquia,
la Unión Soviética o los EE.UU., Stalin o Gorbachov.
Aprendiste que refugiados vienen y refugiados van.

Hoy te enseñan la guerra, o tú en la enemistad,
la cólera, con demonios te instruyes
con Furias Vengadoras, Condi, con Erinias,
con Poiné-Ker, tisífones y vampiras
como la hija de Korbel, Madeline Albright.

Tú, Warrior Princess sobre caballo de espadas,
o Equidna Poiné sobre tí, por bravura
[que es más impertinencia del hombre tecnológico
que del genio y tiempo residual contigo misma],
no lo evitarás.

Vendrán las genuinas poinas del arrabal.
Los tecatos que no quisiste ver, ahora vendrán por tí.
Poinas son que saltarán los tiempos del Hades
y con esclavos fugitivos del ' 57, con The Dred Scott decision,
entrarán a tu patio y preguntarán si es permisible
alojarse en libertad, «if in a free soil, on the grounds
of his residence»,
tendrán derecho a voz, a juicio,
a no ser asesinado.


11.

¿Dónde podrás ir, Condoleeza, que no estés
rodeada de halcones, perseguida de poinas
del pasado, sin arco y sin presa al que tirar
tu flecha de poiné,
el dardo vengativo que te dan los espectros
de la Era Posmoderna, en subpoena?

Aceptaste como norma ser cazadora y guerrera
y hoy te victimizan tus propios objetos fantasmales.

12.




Indice / Libro de la guerra

___

Rice OK'd CIA waterboard request as Bush adviser / El Pueblo En Sombras / Convocatoria para el Estudio de la Historia Pepiniana / El libro de la amistad y el amor / Heideggerianas / Indice / Meditación del Ser / Movement Chronology: from the Civil War to the Present / Hate Crime in the 1980's: A Decade of Bigotry / Civil Rights Chronology / Erinyes - Erinyes in Mythology, Erinyes in later culture, Erinyes in contemporary culture

Orientación

... guided fantasy are useful shortcuts to intuitive knowledge that is usually unconscious or ignored: Phyllis R. Koch-Sheras, Ph. D.


Por los rastros del zorro,
visualizo el alarido,
su temor que estremece.
Lo hallo en las palabras de la bruma
y enciendo mis ojos como llamas.

Sé la dirección por la que llega,
su avance-resuelto y mi paso
en vela se cuida de otros pasos.

La interpretación de lo visto
se pondera como un como
y divisa lo necesitado,
no a la mano.

13-4-1975 / De Heideggerianas

La orientación objetiva

Donde estás... ahí, esclarecida,
orientación objetiva de cosa dada,
tu puesto originario, ahí donde te ves,
es que existes.

Nada, nadie que te deduzcas permitas.
Dáte pura, desnuda, mostrada,
inconceptualizada.

Aparécete tal como eres
para que te distingas de lo imaginado
y lo admitido inapropiadamente.

No todo objeto es real
ni es un ver en general, positivista
que coincide con el objeto aquí o allá,
ahí donde te encuentras, tu ahí
Eidética mujer, intúyete
y que nadie te confunda.

Avanza sobre tí misma cada vez más fina
que la arena de los sequedales
y que nadie te vista con el abrigo
que no te pertenece por tan sólo
accidentalidad del deseo
o el sueño posesor de los platónicos.

http://espanol.geocities.com/baudelaire1998/heideggerianaNuevo4.html
Del libro Heideggerianas de Carlos López Dzur

La arcaica alegría del asombro

Hay una vieja alegría en el mundo,
o sí, en la geografía, en la memoria
de mis manos y brazos y piernas,
en la piedad inocua
de alguien triste y cansado,
con dos ojos soñadores
como los que he tenido...
ay, y ahora soy...
tan pobre como para pedir silencio,
tan rico como para vagar en años.

Necesito el sol sobre mi boina
(tengo dos ojos y todo lo bello
se los acredito, ¡cómo me han obsequiado!)

Todavía tengo un árbol al que digo:
¡Me asombro!
y una dulzura de mujer
que se conspira en antojos
y su canción es mutua.
Se nos vive en los labios.

Tuve cuanto quise y pude merecer
¡menos esta mitad de la muerte!
que vuelca el horizonte, de repente.

Me ensombrece. La tempestad amanece
con sospecha de asalto y alfileres
tan intrusivamente que estoy aquí
ante una tumba abierta, con mi nombre
y mis rodillas, tiesas y selladas.

La ronda del pájaro negro
saluda en mi piel, sólo arrugas
y polvo y lentos pasos y olvidos.

Del libro Las zonas del carácter
(inédito) de Carlos López Dzur

El gusano negro

Quise sentirme tan jovial, como siempre,
reconfortado con besos que lo son
por amor y por festejo espontáneo de vida
y por anhelo profundo de abrazo.

Mis brazos han forjado
su casa, inventaron espacio,
para encerrar en sí un cariño por cimiento.

¡Pero un gusano negro escarda en mis rincones;
un ave tal vez cenicientamente roja,
hoz clavada que su nido se inventa con mis sámagos!

A veces y tal vez a trasquilones
voy cantando sin que nada me importe
y me azora una piedra, un curso de raíces,
el sol maravillado, luz derramada donde nadie contempla.

Mis manos han querido apresarla
para hilvanar una sombra
y una casa, tibia, deliciosa, blanda,
y darse descanso, al fin... pero ¡no para tí,
zopilote, por tí, nunca he cantado
ni a tus sombras llamo,
nunca, ni por arrugas lleno!

De El Hombre extendido

La niña hermosa y el viejo

Has pasado por la calle sola.
Como un anheloso adoquín
gocé tus pasos, miré en tu coxis
y me llené de una memoria
que ya mi vejez lame en el alma,
en los ojos, en lo incógnito
en la sideralia de luces fatuas,
pero es supremo el agasajo...

¡Resurgieron deseos de abrazar, acariciarte!
... aunque no se pueda, orgullosamente,
mirar a tu rostro y darte nombre
y quererte con toda juventud.

En la anonimia, eres la coherente inmensidad
que nos separa, el grito insolente,
el cobarde arrebato de la chusma,
pero no pierdes nada.

Tus muslos son retruécanos de luces.
Tu talón unA sandalia de Mercurio.
Tu vulva ha de ser la morada de los dioses;
tu belleza está prohibida
al polvo que se vence en la molicie
del mendrugo, a los tiempos derrotados
de la arena, a la dureza aborrecida
por rencores e ineptas ansias del caos.

La virtud que algún día se aproxima
hasta tu alma te bendecirá igual
que yo cuando estoy ciego;
pero, si estoy preso en tí,
tentaciones de tus caderas y te gozo
y porque meces el gozne del gravitón, te amo
porque juegas con las polaridades.

¡Ay, ya te puedo querer sin que me quieras,
ya te puedo tentar, sin que me tientes!

¿Quien pudiera ser tan joven como tú,
quién, sombra perdida y perenne?
¿Quién saltará del adoquín, gris o negruzco,
por tu origen tu estrella, quién haría
del rojo de tus uñas su pequeño beso,
y sobre la araña de tu clotis,
en tu esquina más alta
treparía en aras de cielos de Nut,
aferrado a peldaños y deslices
de muslos, de nalgas tersas y túrgida
y, ad initio, tus adorables piernas?

Del libro Tantralia
de Carlos López Dzur