Wednesday, February 17, 2010

Indice: Heideggerianas




Heideggerianas


La echada

Nunca me ha gustado la caída

Logía, sacar al ente de lo oculto

Mi ser-ahí casa tiene

Rompiéndonos el corazón en los peldaños

El gran por qué

Incomunicación

El hombre que no oye su consciencia

El preguntante

Intemerata

Arma del delito

La habitualidad agresora

En la cura de lo mío me suplantan

Las simplificaciones

Cuaternidad

Lenguaje y palabra

La palabra más sutil

La pubertad de la palabra

El zorro intuitivo

Clínica epidemia de ciegas medidas

Desvío

El extravío de un eterno memorioso

Transpropiación del Acontecer / Ereignis

Percepción óntica

A Britney Spears

La echada y el primer amor

Sonríe a tu co-mundo

El evocador de la asociación originaria

Lourdes

Gegenwessen / El Loco

La provocadora

Schickung / Destinación

Verfallen / El Decaer

Los fanáticos

Convocatoria al Decir inicial

La caída

Angustia

La salteadora

La nada que me angustia

La hiena moderna y el zorro

Quienes se fueron

El evocador de la asociación originaria

Soledad en el hallarse

Urgencia que acosa

El ultraje

Putarraquería del habla

Los organizadores

Más allá del uso

Los valores engañosos

El ultraje de lo bello o la hermana otredad

Nosotros, los impuros

El suplantador de tu bien y tu cura

El zorro, filósofo de la sospecha

Zorrillos del ancestro

Comprender mis zorreras es mi necesidad

Tu lugar verdadero

Tén cuidado / Fürsorgen

Descobijado en la otredad pese al jolgorio

Un-zunhause / No-en-su-casa

Muérete, rival / Geschreibe

La selva oscura

No seas un pez en el fondo del pantano

Te hundíste en el Empíreo inmóvil

La danza de ser con otros

El impulso salvaje que traemos

Soy el zorro viejo y malo

Posesión de las zorra

Las vulpejas

Materialidad / Sachheit

Zu-sein / Habérselas

Vive el presente

Uno es un zorro viejo

Poemas zorrunos

¿Qué puede ese zorro?

El invocador

El invocador es tan sólo un adeudado

El alma abandonada

Provocación

Láctame


No es el tiempo de sustratos neuronales

Pertinencia

El zorro y la hiena

El Inestante, el Alguacil

Coencuentros riesgosos

La existencia es libertad

La palabra mágica y poética

Las palabras

La palabra malvestida

Bailarín del ritmo

El gorgojo vibrátil

A los hijos de Amitai

Don Nadie no quiere morir

Homicidas y cómplices

El animal castrense

El padrote

El culto al terror

Estoicismo verdadero

La libertad doliente

Ya no sé qué es amor

Los sofistas

Los peces y la novelería

Este amor fue higuera

Mi ser-ahí casa tiene

La pubertad de la palabra

La palabra malvestida

El odioso ser en general

¿Qué es el ser?


Meditación del ser

Das Momentum

Como si el espacio se llenara de mentiras

Dichas predefinidas

Descobijado en la otredad pese al jolgorio

De algo a algo

Como una uva pequeña

Los días tristes

Trae a la presencia

La hiena moderna y el zorro eterno

A veces la palabra no baila con cualquiera

Espionaje

Uno el apelante, ¿qué puede?

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Indice: Cuaderno de amor a Haití



Indice / Cuaderno de amor a Haití



Tragedia haitiana

Les dejo mi diario

Este impulso salvaje que traemos

Cuando hables del Trabajo

Las frutas

Cuando brillabas y eras rey de la forja

La antilla despreciada

Saque de cuentas

El por qué

La historia de un atorrante loco

Hatuey y el Guabá

El primer torturador

Cuando la compasión es tan poca

Este era él

Ofrenda sangrienta

Sin simpatía humana

Los chupasangres

Esperan al asesino con amor

Homicidas y cómplices

11 de septiembre de 1789

Los invasores, 1898

Desacralización del origen

Despedida

Soldado hacia la guerra, 1791

Acto compasivo y revolucionario

Aristocracia iluminada, 1804

Respuesta en Navasse, 1891

Ultramontanos


Un demonio llamado Henri

El templo de la libertad

El desafortunado

Manifiesto emergente de los carbonarios

El trabajador

Moral de trabajo

A cortar cabezas, a quemar sus casas

El altar contaminado

El cimarrón de ojos de fuego

La traición

Rezo del negro con picota

Agradecimiento

En vísperas del Tratado de Ryswick, 1697

El Pacto Gondra

La sangre se hizo llanto y soledad

La que viene

Lamento luctuoso de un padre

Informe del saldo

Repport final / Traducción

The one who comes / Traducción

L' une que viens / Traducción

Calculez-le! / Traducción







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Blog de Carlos López Dzur / Narrativa / Estampas / Tantralia: Libro erótico / Kreole / Cuando brillabas y eras rey: En Librepensador / La frutas / Lamento de un nica común y corriente: El Librepensador/ Ogglie, el soplón / Billie Halladay / Cecilio Echeandía / Orange Juice / Los Giros Serpentinos: Entrevista a Carlos López Dzur / Libro de anarquistas / Carroña en los campos de Gestell / Las Partidas Sediciosas en SS del Pepino en 1898 /

Tuesday, February 16, 2010

Indice: Teth mi serpiente





Carlos López Dzur

Teth, mi serpiente / Poemario

Indice: en Geocities

Parte Una: Malkut / La Tierra


Geografía

La novia sospechada

La verdad desnuda

Enlace

Ella / Isla / la Amada

Expectativa

Mi amada

Queshebet

La niña del pantano

El vampiro y la hembra tracia

Ante la gente tenebrosa

La primera cuna

La caída

Enredadera

Gran lepra

El Gran Cuaderno

El reino de las moscas

Vuelve a mí

La Eva cósmica

Persecusión de la Presencia

Violación de la Presencia

Reprensión para Ishtar

Para que lo sepa Jezabel

Vírgenes verdaderas

La morada oscura / Binah

La amada de Jai / La novia del Viviente

La novia del Viviente

Intercambio

Llénalo todo

La esencia y energía del origen

El derecho al mando y la prosperidad

El ladrón y la Euxosía

La riqueza que doy

Garza de patas largas

Quien cura mis ojos

Los incircuncisos

El Bien oculto



Parte Dos / Los rivales


Serpiente

Alamat, el encubridor

El despreciador

La niña que salta la cuica

Reinas y obreras

Los ángeles

Inmigrantes

Erebrab

Estos mutilados y acósmicos

El profeta

La hebra

El hombre fálico-ascético

Ietzer hater

El hombre curvo

Los amantes

Aparición de la serpiente

Rituales de holocausto

Te juzgaré, Serpiente antigua

Los rivales

Ietzer herá / Impulso del mal

El falso reino

Don Rodrigo, el godo

La tijera

Los egoístas

Ante Yesod

No contiendas conmigo

Isaac el Ciego

Preparación para el día del descanso

Olam ha Asiyá / Assiah

Voy a servirte

Las siete hijas de Eva

A Héctor Soto Vera

Energía cósmica

Oye, Israel

La visita

Areito

El novilunio

Bendición

El reposo

Descansa

La ostra de la sabiduría

A tocar el shofar

Sensualidad

La amada / la Reina

Bet / Señora de la casa

Madre de todo lo viviente

Tierra mía




Parte Tres: El enamorado


Consolación

Enamorándola

Socialización

Dáme más mundo

Zaín : síntesis dialéctica

Zaín y los Cinco Frutos

Zaín olfatea la subsconciencia

Oye

Oye, Occidente

Oye, Israel

Oye, hijo de Jerusalem

El vínculo de Emeth

Los amantes desiguales

Teth evificante

La niña esplendorosa

No te dejaré solo

Ella en la tierra de Geburah

Misterios de lingam-yoni

Donde me armas

El supremo dolor


Parte Cuatro: Los vecinos solidarios


La cajita negra

A los herederos de Jerusalén

Daleth / la Puerta

El Gran Ajustador

Los inmaduros

Formando el carácter

Hermano mío

Ansiedad del pequeño cordero

La promesa

Mi pesadilla

El desfigurador

A paso de afanes

Las esperanzas

Levántate, Lázaro

Quedan por quebrantar



Parte Cinco: Anecdotarios


Narcisismo

La rebeldía

Levántate

¿Qué de malo tiene una tazita de café?

Shevues Shav

La menstruación



Parte Sexta: Demonios bajo el abrigo


Rebelión contracultural

El clandestinaje del resentimiento

Como mártires falsos

El nihilista

Disparando a todos y a nadie

Los rechazados


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Otros libros completos de Carlos López Dzur

El libro de la amistad y el amor

Estéticas mostrencas y vitales

Heideggerianas

Las zonas del carácter: Indice

Cuaderno de amor a Haití

Memorias de la contracultura

Berkeley y yo / novela

El libro de la guerra

El pueblo en sombras / Cuentos

Leyendas históricas y cuentos coloraos

Indice: Epica

Comevacas y Tiznaos: Las Partidas Sediciosas en el Pepino de 1898

El Corazon Del Monstruo: Estampas Y Anecdotario Existencial
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Indice: Las zonas del carácter




Las zonas del carácter / poemario

Carlos López Dzur

Indice


Algo sobre las Zonas


El pez ígneo

Liebres

El cazador

No había culpa

Tú eras la omnipotencia

La que silva por la casa

El ultraje de los paradigmas unitarios

Las vírgenes de ayer

Las vírgenes de hoy

La misión

La acompañante subterránea

La acompañante que abandona

El acompañante incestuoso

Estado paranoico

La vasija vacía

La vasija llena

La vasija rota

El corazón es una tierra encantada

Las danzarinas

Estímulos ontogénicos

El carapacho de la intriga

Eis allos genos / «más allá de la serie»

El beodo de Beocia

El laberinto

Confesión del cautivo a Dédalo

Lo mejor de las memorias

La hija del tintorero

La costurera se ahorcó

Tu araña, Isis

Hílanos para el libro de la vida

Pacto alternativo matriarcal

Las vírgenes

¿Quién atentó contra tí?

El origen del hybris

El parricidio

Soledad primicial

Meditación sobre el hijo de Seth

El acusador

Se llamaba Sheytân

Tentadores espirituales

La moral de los híbridos

El infierno

La tarea

Como pez que se desliza

La ardillita

La hembra de las avellanas

Gertrudis

Recuerdo de un amor adolescente

A Manual Acuña

Animos, Manuel

A la partera doña Monsa

Los opinantes inoportunos

Triunfalismo filantrópico

Los blasfemos

¿Para qué?

Yo sigo de largo

El conejo blanco

Antes que yo me vuelva desamor

Felino desde el alma

El fantoche

Soledad primicial

Táctil demonio del abrazo

La torturada

Los enjuiciadores

La fiera piadosa del meado

La nobleza salvaje

El gen de la violencia

A Antonia Kozberg Cardona

Behaviorismo

Lo prohibido

Incesto solar

Exogamia

La infancia dependiente

El zángano infantil

El erotismo sincero

Déjalo ser

Invitación insinuadora

Timidez adolescente

Lo recóndito

El espejo de los ciegos

El desenmascarador

Las vírgenes

Jodidez y engaño

Interrumpiste el orgasmo de las niñas


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Las zonas del carácter: Indice


Monday, February 8, 2010

La anulación de la confidencialidad / La necesidad de ser honesto

«Quien revela sus secretos, pierde su libertad»:
De la sabiduría popular

a Albert González, procurador de Justicia
de la Administración Bush y defensor del espionaje doméstico

Lo único puro e íntegro que no me ha quitado
la adúltera sociedad en que yo vivo
es el silencio; ya es tan difícil vivir con las lealtades,
difícil esconderlas, protegerlas, perpetuarlas.
Ya para el acceso a lo que llamaste 'lo confidencial'
con rigor de alma fraterna, te lo extraen.
Te lo quitan, te vuelven uno más desposeído,
desposeso de tí: de tus secretos.
El Estado ya no tiene el mínimo respeto
por tu vida, por tu privacía.

Poco falta para que se metan en tu cama
y quieran dormir contigo
los funcionarios del ultraje de vivencias.
Si tu secreto es tu sangre, te desangran.
Otros viven de que sueltes la sopa y no tengas
una vida que llamar el 'ser libre',
la identidad privada.

En el reino del choteo, cada sombra que a tí
pertenezca es interpretada. Te asocian
a cualquier color de culpa, o delito,
o capricho, utilizando un detalle que es tuyo
pero no está completo. Es una pieza
interconexa, hoy aislada, pero, por ella
te condenan. Y después hablan sobre respeto a la persona,
individualidad, el derecho a quedarte callado
para que no te impliques y, sin embargo,
el Estado está lleno de espiones:
el cura espera que tú confieses los pecados,
los tabloides esperan que resbales
para tomar una foto de aparato
que agigante tu caída.

Se vive ya de complicidades enlazantes,
del morbo de traiciones; ya no se sanciona que violes
confidencias; se castiga que no vivas
para las traiciones, que no burles al amigo;
que tengas la noción de autonomía,
de serte voluntario a tus propias protecciones.
Se vive con el reino de los divulgadores.
Tienes que vivir echándote la culpa
para que no te torturen, o pongan
en tu casa vigilancia, o vayan los tabloides
a siquitrillar dizque el sensacionalismo
del que sólo goza el voyerista y el desvergonzado.

Tu vida es alimento de rumores.
A tu privacidad, por bribonadas, la harán pedazos
o carroñas de puercos. Diseñan shows en la tele,
o la radio, para que te asumas el peor
de los payasos, hazmeir de las chusmas
en un circo romano y te dén unos pesos
y luego te vayas al carajo,
porque, en la sociedad capitalista,
todo es política de dímes y diretes,
lucro por lo sucio, el crimen, las disfunciones.
El SIDA de Rock Hudson vende
y si es Gay, vende el doble,
y lo triste es que la mayor parte de lo que de tí
se husmea no sirve para nada, no protege
ni tu vida ni la ajena. No da ejemplaridad edificante,
sólo humilla y duele a quien lo sufre.
Vale lo mismo decir una mentira.


30-09-2003 / «El libro de anarquistas»

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La necesidad de ser honesto

Cuando vengan con coacciones a tu vida,
si te tocara revelar tus secretos,
abre la boca bien como una O de infinito
y sé honesto porque la honestidad
lastima, revienta, humilla
a los intrusos, a los grandes valemadres,
a los mentirosos. Dáles guerrilla y terror
con las bombas exterminadoras.
Tira verdades contra sus muros de atropello,
sus paredes de artilugios.

Las verdades matan más que los balasos.
Dílas con la elocuencia de su preciso argumento.
No añadas adornitos, subterfugios.
Házlas proyectiles, con consecuencias
expansivas, dolorosas. Súrtelas valientemente.

Esta sociedad envilecida ya no merece
mentiritas piadosas y solemnes baratijas
de sutil retoricismo. Es la hora
de las verdades, porque ya no puede
estar más jodido el mundo con tanta hipocresía
y sueñito americano de pendejos.
Es hora de hablar y acabar de una vez
y para siempre el hermetismo.

12-01-2004 /

EL LIBRO DE ANARQUISTAS

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Enrique Cebollero y sus aventuras: Horacio Hernández Campán / Cheo el Oso / Edgar J. Crespo / Estéticas mostrencas y vitales: Indice / Cuando la metáfora es un laberinto: Carlos López Dzur / Heideggerianas / Cuaderno de amor a Haití / El libro de anarquistas / Tantralia / El ladrón bajo el abrigo / Lope de Aguirre y los paraísos soñados / Teth, mi serpiente / El libro de la amistad y el amor / Memorias de la contracultura / El Libro de la guerra / El hombre extendido / Canto al hermetismo / Esteta caribeño: Carlos López Dzur / Tarea escolar: Carlos López Dzur / Unión Hispanoamericana de Escritores: Carlos López Dzur / Tesis y monografías: Carlos López Dzur / Entrevista con Carlos López Dzur: PDF / Oggie: el soplón más grande del mundo / Yo soy la muerte: Carlos López Dzur / El gringuito querido / Cochinero / Fanny Jaretón: Una visión / Carlos López Dzur / ¿Qué es la muerte? / Carlos López Dzur / El optimismo de Vallejo / Carlos López Dzur / Anarkia.CL