INDICE
1. A ese no lo salva ni Guilimbo
2. La capitaleña
3. El acto de Cobita
4. La casa embrujada
5. Los delirios de Belén
6. Luisa y Chilín
7. Ahi va don Medi
8. La Carlita
9. El ingeniero
10. El último adiós
11. Don Lion el Levitante
12. La mosca muerta y el barbero
13. El Gringo de Cubero
14. La sangre que se escurre
15. Pedro el bujarrón
16. La muerte de Nano Ortiz
17. Crucito el Feo
18. Reflexiones antes de la caída
19. Las profecías de don Lion
20. Yayo el Turco
21. ¿Pero pa’ qué?
22. La paliza
23. Mantillita 24. La ginecóloga
25. Celo por el cuerpo Liciaga
27. Nico Chavito
28. Juanito Rosa
29. Sopanda
30. Don Perico
31. El Pacto de los Fundadores
32. La bacinilla de porcelana
33. El disparo
34. El carabalú de María Peregrina
35. ¡Aquí viene Oppenheimer!
36. Cento Nuptialis
37. Sabiduría de Catín La Coja
38. Los ultrajes contra Eulalia
39. Jimmy Meneíto 40. Moncho Botella
41. El fantasma de Mingo
42. El Loco Cancel
43. Chila Cubero
44. El patriota americano
46. El primer héroe
47. Los huéspedes amados, 1923
46. Vale Santoni
47. La ruleta rusa
48. El derrumbamiento
49. Por el voto vengo a verla
50. Cecilio, el desobediente
51. El perro que enamoraba las hormigas
52. Levante el corcho y gane
53. Memoria de Genaro Eleuterio López
54. El día que nos pidieron cuentas
55. El arresto Hernán / Brincacharcos
56. Rafa Te Vi
57 El Loro Guillé
58. Lolo Puya
59. El Talibán Boricua 60. Pancha Tantra
61. «Mi corazón en el dolor tan viejo»
62. La Fiera Santa y el poder en la madriguera
63. Luis Ríos, 1949
64. Figuraciones de Don Pepe Cancio
65. Cheo el Oso
DESCRIPCION
Carlos López Dzur ha reunido cincuentidós de sus relatos en una colección que constituye una novela y un personaje colectivo: el Pueblo de San Sebastián del Pepino, municipio puertorriqueño fundado en 1752. Del espectro de habitantes pueblerinos y de entre las personalidades humanas de distintas clases sociales, nos lleva a conocer a la comunidad y ciertos momentos epocales de ese elucidario que él describe, con los embrujos del carácter particular en el noroeste de la isla, su idiosincracia colectiva y episodios que, por tan suyos y significativos, han sido guardados a lo largo de la época; al menos, los primeros 70 años del siglo XX, con secretivo celo.
Este es un libro muy latinoamericana en general. No pretende exclusivamente ser localista, porque lleva un pedazo de la historia de la inmigración de los canarios, vascos y catalanes, que fueron esencialmente los pobladores de «El pueblo en sombras» y la nueva sangre tras la Real Cédula de Gracias de 1815 que España concedió para proteger a los venezolanos afectados por las luchas bolivarianas.
Es además una novela sobre la ola de anarquismo que afectó a las Antillas desde que en España se sofocara La Mano Negra. Uno de los jueces importantes de ese proceso en Jerez de la Frontera fue un nativo del pueblo del Pepino que inspira la historia. Es una novela que recoge el impacto en las vidas de la transición del gobierno colonial español a la influencia de los EE.UU., tras la Guerra con España en 1898, el llamado Desastre. La novela avanza para recrear a personajes que se fueron a los EE.UU., a los barrios newyorkinos y de Chicago y cómo fue su readpatación o desadaptación a su regreso.
Carlos López Dzur ha reunido cincuentidós de sus relatos en una colección que constituye una novela y un personaje colectivo: el Pueblo de San Sebastián del Pepino, municipio puertorriqueño fundado en 1752. Del espectro de habitantes pueblerinos y de entre las personalidades humanas de distintas clases sociales, nos lleva a conocer a la comunidad y ciertos momentos epocales de ese elucidario que él describe, con los embrujos del carácter particular en el noroeste de la isla, su idiosincracia colectiva y episodios que, por tan suyos y significativos, han sido guardados a lo largo de la época; al menos, los primeros 70 años del siglo XX, con secretivo celo.
Este es un libro muy latinoamericana en general. No pretende exclusivamente ser localista, porque lleva un pedazo de la historia de la inmigración de los canarios, vascos y catalanes, que fueron esencialmente los pobladores de «El pueblo en sombras» y la nueva sangre tras la Real Cédula de Gracias de 1815 que España concedió para proteger a los venezolanos afectados por las luchas bolivarianas.
Es además una novela sobre la ola de anarquismo que afectó a las Antillas desde que en España se sofocara La Mano Negra. Uno de los jueces importantes de ese proceso en Jerez de la Frontera fue un nativo del pueblo del Pepino que inspira la historia. Es una novela que recoge el impacto en las vidas de la transición del gobierno colonial español a la influencia de los EE.UU., tras la Guerra con España en 1898, el llamado Desastre. La novela avanza para recrear a personajes que se fueron a los EE.UU., a los barrios newyorkinos y de Chicago y cómo fue su readpatación o desadaptación a su regreso.
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Indice / EL PUEBLO EN SOMBRAS
Comentarios sobre «El Pueblo en sombras»
«Con el primer párrafo, de «Don Lion el Levitante», ya me has ganado, Carlos. Con el resto, sencillamente te aplaudo. Excelente ritmo de narración, riquísimo vocabulario, muy buen uso de los tiempos y las puntuaciones. Transmites con mucha facilidad y es sencillo imaginar o visualizar las escenas de la historia. Tienes buenas maneras de narrador y perfilas muy bien el registro de cada personaje. Enhorabuena por tu escrito. Me ha gustado mucho»:Igner, escritor español.
«No conozco para nada los personajes ni las locaciones, sin embargo, al leerte es como si me transportara a Maricao o Pepino, acompañando a los personajes. Muy bien narrado»: Juan E.,escritor español.
«Durísimo relato, «La paliza», bellamente realizado, enhorabuena, un abrazo»: Azpeitia, escritor español
«Esta parte [«La capitaleña»] me fascina. Muy bien escrita; vives y te transportas»: Zanuit.
«Carlos, ya me empecé a leer tu novela y me gustó su tono zumbón y pueblerino, pues manejas en la novela un espanol que ya es muy raro oir y que me recuerda al Pepino de la infancia, a una convivencia que ahora, a la distancia, podemos decir que tenia tanto de opresiva como de poética. Mientras la vivimos (lo digo por mi) me parecio siempre más opresiva que poética, pero, bueno tú captas muy bien ambas cosas, pues la una se alimentaba de la otra... No sé, había una especie de aislamiento que asfixiaba, de ambiente incestuoso, de insularismo, de genealogias y abolengos venidos a menos, de maldiciones que se cargaban de generación en generación y telenovela, que le daba cierto cariz de Macondo al pueblo... No sé si ocurria asi en otros pueblos, o en todo Puerto Rico. Lo cierto es que ese mundo desapareció, como desaparecio del pueblo nuestra generación, pues según me cuentan el 90% de nosotros emigró. Se fueron los que se quedaron (nosotros), y volvieron los que en nuestra infancia habían emigrado.
El pueblo ahora es una combinacion de Wendy's con donas con monos pentecostales y armadas con SUVs. Temible. Y se respira la soledad en las calles, como en los pueblos fantasmas del Oeste, porque la vida gira en torno al viaje de la urbanización al mall y de ahi al templo... Nada que me alegro que quede una constancia de aquello en tus textos.
¡Carlos, chico, qué mucho sabes de ese pueblo y sacar una novela de ese pueblo --ahora ciudad-- no lo creo! Sabes que hay un libro muy bueno sobre la emigración pepiniana a Chicago y el regreso de esa gente que está hoy en día casi toda en Robles en unas casonas rimbombantes que ni te cuento»: Dr. Arnaldo Cruz-Malavé,profesor de Literatura Comparada y director asociado del «Latin American and Latino Studies Institute», de Fordham University, New York
«... voy a darme un chapuzón en el espejo de tinta que propones como parte de la historia del célebre San Sebastián de las Vegas del Pepino. Ojalá me pueda tropezar con alguno de ellos y mejor aún, con otros personajes pintorescos por mí desconocidos»:Edgardo Nieves Mieles, escritor y poeta peurtorriqueño.
«Tus cuentos tienen la fuerza artística de pocos... la pasión de otros. Y, como nadie, esa culebreada chispa de prodigiosa socarronería, pulcritud y excelencia alquitarada [...] Según dije un día, ésto de la vida, como el arte mismo, va más allá de 'lo correcto, lo bueno y lo malo' ... Tus libros hacían falta para conocer entre otras cosas, si no son todos los que están o están todos los que son... Sé que, para tí, todo es importante y, más todavía, que ambos libros son de lo mejor que llena el espíritu al leerlos. Responden como uno espera del dominio de un escritor sumamente talentoso y bien equipado»: Dr. Joaquín Torres Feliciano, sicólogo y escritor, residente en New York
«Vaya cortejo de manguis, chorizos y cabrones, sobre todo, los de mi país. No estoy ducho en historia pero me ha parecido muy interesante. Pero tendría que conocer la historia de cada uno de ellos porque hay más gente que en una mañana en las rebajas de enero en los comercios de Bilbao»: Diego Jiménez, escritor español____
Indice / EL PUEBLO EN SOMBRAS
Comentarios sobre «El Pueblo en sombras»
«Con el primer párrafo, de «Don Lion el Levitante», ya me has ganado, Carlos. Con el resto, sencillamente te aplaudo. Excelente ritmo de narración, riquísimo vocabulario, muy buen uso de los tiempos y las puntuaciones. Transmites con mucha facilidad y es sencillo imaginar o visualizar las escenas de la historia. Tienes buenas maneras de narrador y perfilas muy bien el registro de cada personaje. Enhorabuena por tu escrito. Me ha gustado mucho»:Igner, escritor español.
«No conozco para nada los personajes ni las locaciones, sin embargo, al leerte es como si me transportara a Maricao o Pepino, acompañando a los personajes. Muy bien narrado»: Juan E.,escritor español.
«Durísimo relato, «La paliza», bellamente realizado, enhorabuena, un abrazo»: Azpeitia, escritor español
«Esta parte [«La capitaleña»] me fascina. Muy bien escrita; vives y te transportas»: Zanuit.
«Carlos, ya me empecé a leer tu novela y me gustó su tono zumbón y pueblerino, pues manejas en la novela un espanol que ya es muy raro oir y que me recuerda al Pepino de la infancia, a una convivencia que ahora, a la distancia, podemos decir que tenia tanto de opresiva como de poética. Mientras la vivimos (lo digo por mi) me parecio siempre más opresiva que poética, pero, bueno tú captas muy bien ambas cosas, pues la una se alimentaba de la otra... No sé, había una especie de aislamiento que asfixiaba, de ambiente incestuoso, de insularismo, de genealogias y abolengos venidos a menos, de maldiciones que se cargaban de generación en generación y telenovela, que le daba cierto cariz de Macondo al pueblo... No sé si ocurria asi en otros pueblos, o en todo Puerto Rico. Lo cierto es que ese mundo desapareció, como desaparecio del pueblo nuestra generación, pues según me cuentan el 90% de nosotros emigró. Se fueron los que se quedaron (nosotros), y volvieron los que en nuestra infancia habían emigrado.
El pueblo ahora es una combinacion de Wendy's con donas con monos pentecostales y armadas con SUVs. Temible. Y se respira la soledad en las calles, como en los pueblos fantasmas del Oeste, porque la vida gira en torno al viaje de la urbanización al mall y de ahi al templo... Nada que me alegro que quede una constancia de aquello en tus textos.
¡Carlos, chico, qué mucho sabes de ese pueblo y sacar una novela de ese pueblo --ahora ciudad-- no lo creo! Sabes que hay un libro muy bueno sobre la emigración pepiniana a Chicago y el regreso de esa gente que está hoy en día casi toda en Robles en unas casonas rimbombantes que ni te cuento»: Dr. Arnaldo Cruz-Malavé,profesor de Literatura Comparada y director asociado del «Latin American and Latino Studies Institute», de Fordham University, New York
«... voy a darme un chapuzón en el espejo de tinta que propones como parte de la historia del célebre San Sebastián de las Vegas del Pepino. Ojalá me pueda tropezar con alguno de ellos y mejor aún, con otros personajes pintorescos por mí desconocidos»:Edgardo Nieves Mieles, escritor y poeta peurtorriqueño.
«Tus cuentos tienen la fuerza artística de pocos... la pasión de otros. Y, como nadie, esa culebreada chispa de prodigiosa socarronería, pulcritud y excelencia alquitarada [...] Según dije un día, ésto de la vida, como el arte mismo, va más allá de 'lo correcto, lo bueno y lo malo' ... Tus libros hacían falta para conocer entre otras cosas, si no son todos los que están o están todos los que son... Sé que, para tí, todo es importante y, más todavía, que ambos libros son de lo mejor que llena el espíritu al leerlos. Responden como uno espera del dominio de un escritor sumamente talentoso y bien equipado»: Dr. Joaquín Torres Feliciano, sicólogo y escritor, residente en New York
«Vaya cortejo de manguis, chorizos y cabrones, sobre todo, los de mi país. No estoy ducho en historia pero me ha parecido muy interesante. Pero tendría que conocer la historia de cada uno de ellos porque hay más gente que en una mañana en las rebajas de enero en los comercios de Bilbao»: Diego Jiménez, escritor español____
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