Hay 1,000 millones de personas con hambre
en el planeta y los gobiernos hacen su guerra
para agravar el hambre y la sequía hace otro tanto
y los mercados aportan lo suyo
[porque hay ejecutivos especialistas en disparar
las crisis financieras y cortar el Gran Pene
de Dagda] y bajo la Divinidad Esplendorosa
(sea Dhagho-deiwos, el hermano Sol
o el Dago-altruísmo del Caldero del Bien),
ya son muchos
los enfermos
los hambrientos
los sobrevivientes
ya son muchos y parió la abuela.
Por eso dice Orfeo que no hay más Cuerno de Abundancia.
Que ya incluso se ha acabado la esencia de virtud.
Que ya no tiene el hombre / la mujer / ni los dioses /
fe en la dispensación del Saber. Que ya sólo se organiza
el varón para arrastrar el pene a flor de tierra
o en nalgotras ocasiones de Boann,
esposa del Cornudo Nechtan.
Y la verdad es que son muchos los que aman el placer
y ven los enfermos
los hambrientos
los sobrevivientes
pidiendo un poco y se les dice:
«No hay, no hay».
Ya no hay caldero próvido que sirva
al pobre mundo y el clima cambia
y prepara el infierno para quemarnos vivos
en las deslealtades de Boann
y todas las rameras desvergonzadas,
madres de los hambrientos
los enfermos
los sobrevivientes.
De Estéticas mostrencas y vitales
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Dossier: Carlos López Dzur / Francisco Rodón / Tantralia 1, Para despertar a Leti / Mandalas / Cecilio R. Font Ríos / en Cuentos / Cecilio R. Font / Ramón Soto Ríos / Literatura de San Sebastián: R. L. Cardé Serrano /
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