La vida de cada uno traza un poema escrito por lo insólito y la extrañidad entre el tiempo y la muerte: Lubio Cardozo.
En cierto retazo de la fugacidad tan cotidiana,
se remenea y salta la alegría, ah, bienaventurada,
y de seguro es lo único que salta
y con bullicio duerme y con gusto despierta.
Lo demás es predeciblemente impío:
miseria y soledad, dolor y malcontento,
fracturación del vínculo con otros,
emboscadas a territorios que otrora
fueron espacios fraternales, obsequios que
se dieron a los pasos debajo
de la esencia.
Lo demás es kafkiano, ambiguo y férreo.
No llegará tan dulcemente
porque ahí persiste, se adhiere
con sobrenatural guata, amenazante,
como insecto sobre el matress
y una barriga grande y dos antenas
para el lenguaje extraño, mortificador.
Y tú, con ojos de desconfianza
cuando te dice ésto es lo que uno
ha de creer o tiene que tener;
lo apócrifo, lo absoluto...
De Estéticas mostrencas y vitales
Tuesday, March 4, 2008
Kafkianamente dicho
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