Vea que entierro los míos
un cadáver tras otro, y ¿quién vendrá
por la sospecha de saberme poco,
todo y nada, cautivo por mi nombre,
a enterrarme a mí?
Una memoria agradecida se encargará
de quitar mi nombre de Cerbero,
pero... ¡Ay! me hallas, te veo, te solicito
y ¿con qué ojos percibo lo que seas?
no lo sé, Muerte, hasta hoy.
Mi oficio es servirte, peor hubiera sido
ser verdugo y juez…
En tristeza personal, te confieso.
Te he amado; yo te desnudo.
En cohecho de noria y carrusel, te amo.
Tú y yo fornicamos sobre las sepulturas.
26-4-1989 / De Yo soy la muerte
http://www.mundopoesia.com/foros/poetas/26643-carlos-lopez-dzur.html
Thursday, February 28, 2008
¡Qué pena de advenir y carrusel!
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