Sunday, February 17, 2008

Teoría de Heraclés y lo dado


¿A dónde se fue quien amé?
En abstracciones, no lo hallo… Lo busco
y pregunto por su ser. Es un objeto hermoso
y la sensación de su cuerpo fue mi escudo
y su apariencia mi alegría. Amé
sus movimientos y por cada hilotropía lo bendije.


De su cósmica juventud, me entretuvo su hílica espesura.
Con él, me sentí dueño de los bosques
y las costas de Misia y admiré su potencialidad,
su gregarismo que, en todo y cada cosa, me perdona.


¡Cómo te he amado, Hilas!
¡Tibio era tu cuerpo bajo el mío,
tuyo
cada apetito de mi carne!


¿Qué ha pasado? Esperamos el agua
de la fuente de Pegea. Y yo esperé tu fuego
y tu materia viva y tu fulgor espontáneo.
Te hicíste perdidizo. Y junto a Polifemo te he buscado.
En la materia extensa no estás. En cada caverna
entré, olfateé tu rastro. En cada espejo de las rocas,
me engañó el espectro de tu extensión y figura.
¡Y no eras tú, Hilas / Ύλας!


Ahora no te puedo percibir, ahora tal parece
que no existes en mi mundo. Cuando te secuestré
eras mío; dependías directamente de mi abrazo,
no puse en tí otra cadena que mi beso
y fuiste mi alimento real y ocasionaste tus propias
y percepciones y las mías. ¿Qué ha pasado?


(Y, ¿cómo fue que ya eres un recuerdo?)
ya, ¿con qué autoridad me jactaré al decir,
te percibo, Amado mío?
Me fuíste dado.
Eres objeto de mi conocimiento.
¿Con qué autoridad, formularé mi orgullo
al decir: Te conozco. Eres, de mí, lo puesto?


3-5-2000 / Del libro El hombre extendido

No comments: