Saturday, November 17, 2007

El chupador


Para mí, la dificultad del oficio de chupador es que nos moja la boca con el inmoral deseo por las cosas y las personas, la atracción o la repulsión. Unos al chupar la energía, se sienten humedecidos, impregnados por el primiginio deseo de un corazón. La leche sideral la pescamos por la boca.

Cuando el Verbo se pronuncia, ricamente vocalizado y erotizado, y se identifica con la solidez de los montes, los astros, los objetos, los hechos se objetivan, se sujetan a la espacio-temporalidad. Otros desgraciados nacen, bañándose escasamente en tinajas de la cintura para arriba, y son los inmundos estériles. Unos se bañan en Texcoco y otros con gonoccocos. Neisseria gonorrheae.

Si la humanidad cerrara la bocota a tantas sandeces y se pusiera a chupar los peces iluminados que las ichpocatzintli tienen fluyéndole entre los muslos, descubrirían que la boca es un anzuelo, una caña, una antena, un radar y, machistamente dicho, nuestro único propósito en la tierra es chupar de esos mares de péptidos y receptores... Por desobediencia al mamaos los unos a los otros, surgen las catatonías. Se te parte la madre, se te pega en la torre, te hiendes.

Usted cree que soy una evidencia al pelo: I am an schizoid person. Pero es falso. Yo chupo el infinito.

2-09-1980

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