Saturday, November 17, 2007
El terapista
Un amigo mío, vamos a llamarle consultante, está asustado por las muchas prohibiciones culturales que hay en su mundo burgués. Lo sé. Teme a las emociones fuertes. ¿Cómo lo supe? Sufre amnesia temporalmente y su adrenalina se excede hasta llenarlo de ira y miedo. El tiene más adrenalina que usted. Sus emociones son más claras y perfectas que las suyas. Además tiene más recursos endorfínicos que usted o yo.
La niña, Miztli González, tiene 14 años de edad. ¿Qué importa? Le dije que se pongan a maullar en náhuatl. Es una buena terapia... Yo no creo en su beta blockers. No soy siquiatra. Quizás el peor de los consejeros. Soy un lame-catechola, o como usted dice catecholamine. Yo lamo, chupo, succiono catecholas, endemoniados. Soy un catecoloh o productor de catarsis. Me enuncio en los periódicos, sin credenciales. Usted lo llama endemoniado. Se pregunta: ¿Será capaz de golpearme, será capaz de romper mis aparatos, será capaz de violar a sus hermanas, será capaz de vomitarse en mi alfombra, será capaz de actos indecorosos?
Vea el problema que él tiene en sus neuropéptidos. Es una calamidad. ¿Se irá a chingar el proceso de la creación porque se encuentre con la boca seca? ¿Se acabarán las aguas de los ríos? ¿Se traerá más azúcares para el xochistle? En algún punto de Tabasco, alguien cultiva el cacao y el achiote y los chinamperos siguen, por tradición, rescatando sus parcelas a los lagos. Y, en Xochimilco, entre el olor a meados de los blasfemos y los alcoholes de los valemadres, crecen las flores... La Gracia provee. Usted da tratamientos de insulina y los azúcares regresan a la amargura creciente. Entonces, en su imaginación, son más dulces que la vagina de González succionada a ternura. Yo soy el mal consejero. Si tiene 14 años, la mentada Miztli Gonzálelez, no está mal que le ofrezcas una mamada.
En náhuatl, hay una palabra para la matriz que es cihuatl, pero yo prefiero nenetl porque ésta es la parte chupable de la vulva. Fíjese que la palabra lengua, el órgano del sabor, tiene la misma raíz. La lengua, nenepilli, se hizo para chupar el cihuayo, el liquido secretado por la cihuayotl o ciyuatl, los genitales femeninos. Esta es una enseñanza de Cefalino Cambujo.
Visité su pituitaria, porque vino a mi consultorio clandestino y le quité algunos recuerdos amargos. También ya chupé de la médula de sus glándulas adrenales. Olvídese que los dolores de la migraña no se repetirán. Me lo tengo bien chupeteado. A la verga no le llego. El cabrón da buenas patadas. Sí, señor. Y te pasa pájaros negros. Es un nahaultin.
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