Dáme este gozo, tan natural y simple,
tan placentero y profundo,
una labor cotidiana, la tarea de mi sustento.
Un trabajo, oficio para mis manos.
Vínculo creador de mi bestia
con espíritu. Sin esta bendición,
¿cómo querrás que me levante
y que la ética madrugue
y diga al Sol,
padre mío,y mis pisadas a la Tierra,
madre amada?No me des sepulcro en mi vida
ni me maldigas con el sello de Caín,
Nadie lo mate.Admite lo que te doy
al litar en el altar de mis días
¡Puede que sea tan poco,
pero es lo que puedo!
5-8-2001 / De
El hombre extendidoCucán Oronoz /
La muerte de Nano Ortiz
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