Monday, December 17, 2007
Baubo por nodriza
El alma hay que extraerla sin carencia.
Por eso voy por Coatlicue.
Quizás a la casa de Celeo.
¡Que salga ese kakón y la despierte!
Mi ansiedad de mexitin
da sus frutos en las noches,
pero me falta a Baubo por nodriza:
alguien que me perturbe
en la ausencia de istacoate
cuando mi estera está vacía.
Quiero que a flor de carne amanezca
la serpiente rolliza de alegría.
Que la niña sea una estrella:
y la bragueta sea la cuna
y ella vivaracha, lasciva, salerosa.
15-7-1980 / Tantralia / Index / Negocios / LinkShare Corporation
La mujer está aquí
a Maruxa y Gabriela
Como ni ahora ni ayer han de llover albardas
ni lonjas de tocino como maná del cielo
ni granizos por el fin del mundo,
así o asá, que te la pierdes tú
y da lo mismo.
Abre los ojos, bobo, y cuenta los días
con mejor contento porque no pica la culebra
al que sabe bien el cuento tan atendible
del hoy aquí y siempre ahora (a otro perro
con la falsa providencia y su hueso).
La niña más bella es el arán
por arte de los ojos, por regocijos
de su pinta en células y presencia
de su carne y sus huesos.
No esperes que la angustia sea
tu propia galera ni que Hércules rompa
el cuerno de Aqueloo para que veas la ninfa
en el larre del aquer
que es el prado del cabrón.
Conclúyase la comedia de la falsa espera
ya que estás soltero y caliente como leño
que no encuentra las brasas.
Captura a Deyanira. Ve por ella,
aprendiéndola a ver sin esperarla
del más allá que jamás da NADA.
No hay cósmico milagro, sólo
intencionalidades.
La chamaca más perfecta es pan comido
y se observa desde el balcón y la ventana
y se le dice hóla
y se le aprende el nombre
y todos los días y todos los años
con sus horas y sus saturnalias
de cuatro alas como besos que llaman
y de dos piernas abiertas y uno encima
terco, paciente, invitador a que diga:
¡Ténme, ven conmigo, que ya comienzo
a quererte y desearte!
12-5-1992 / Index / Negocios / LinkShare Corporation
A una chica de Veracruz
Leticia, no puedes ser más deseada
si no cuando te encimas sobre mi mirada
desafiando con tus pechos
a mis ojos, a mis ganas de besarte.
¡Ay, no lo hagas!
... pero házlo, ya que te he dicho
¡tantas veces que me gustas!
Tus veinte años se han vuelto
mi capricho y mi agasajo.
¡Y esos túrgidos senos
me cautivan, encubiertos,
ocultos en tu blusa;
yo les busco el misterio y la medida
y la sutil palidez y sus sabores!
Te quiero por tenerlos
y me muero por besarlos todavía;
y agradezco que los tengas en misterio
¡y que alimentes con ellos mi alegría!
7-5-1999 / Index / Negocios / LinkShare Corporation
Serás luz y dulzura
No te llamaré Tiniebla.
Nunca más.
Serás luz.
En mi saliva nacerá
tu nuevo nombre, Dulzura.
Creeré en tus senos de almidón,
en tu suave tersura de lípido.
Hijita, blanco japio,
¿cómo se verá tu cabellera
abundante en el viento?
¿Se mecerán tus pechitos
cubiertos de jaquetón
en la brisa, girarás como ondina
dentro del manantial,
coquetamente líquida,
seductoramente fluída?
¿Serás el pez sublime,
el más pequeño,
o el más inmenso y adorable?
2-5-1989 / Tantralia / Index / Negocios / LinkShare Corporation
El amor que crece
Desde hoy el aire canta, silva, anda conmigo,
me susurra secretos, se asoma a mis ventanas.
Será mi amigo; no dirá vendavales.
por mucho que sea el Viento, lo comprendo.
También seré un hijo de sol. Amaré
su clorofila, su amor por cada hoja,
su ardor en mi frente, amaré su luz
en todas mis mañanas, su transparencia
que desoculta todo. Su ausencia
será deliciosa, menos tibia en mi noche.
Amaré las lunas que vea. Les diré
el nombre de mis bellas deidades.
Me observarán de hito en hito.
Aprenderé a agradecer, lo había olvidado:
Lo Bueno dura, siglo tras siglo, milenio tras milenio,
y lo que existe vale por su necesario sentido.
11.
Desde hoy serán claros mis rumbos.
Quiero coherencia, autonomía, verdad.
La confianza es mi motor de vida.
La responsabilidad, mi destino.
Admitiré mis deudas, por kármicas que sean,
pero tendré confianza. Soy racional,
el varón productivo, convocado a la perseverancia,
armonizado por Kriya de Tejido, por meditaciones
sobre el valor del tiempo, el cuerpo, el sexo, mi entorno.
No negaré mi cuerpo, observaré su dolor
y su cura, su higiene, su virtud;
mi cuerpo es Nandi, toro de mis establos,
mi vehículo, elefante propicio, mas yo no soy él.
Lo que soy, como Jiva, es eterno
y, en algún tiempo más, me escaparé del polvo,
me saldré de los huesos.
Le diré: adiós, cuerpo mío y bendecirán
mis cenizas. Agradeceré el rumbo sin rumbo
del vehículo, Prakriti / Nandi / natura.
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Optimismo
Desde hoy no habrá humanidad sombría
que me dicte sus pautas, me ofrezca
sus objetos, sus desdichas, su yugo.
No habrá diablo que me maldiga
ni represores que apaguen mi consciencia.
Desde hoy quiero lo que quiero.
He de tenerlo todo inclusive el privilegio
del rechazo, del no querer, de la renuncia.
Adoro al que es Señor Supremo de los tiempos.
Ya no me herirá la prisa, ya no
me ataré al pedal del movimiento.
Lo buscaré como un águila que avanza
por los cielos; soy ya un zorrillo al que díste
propias alas, astucia y paciencia.
9.
En la edad sombría de kali-yuga,
donde el abandono y la traición,
el crimen, el narcisismo, el desparpajo,
son la moral prevaleciente, dejaré
el ego dolido, sepultaré sus derivas.
El ego ya no sirve, así podrido. Perdió la japa.
Necesito algo nuevo, realmente eterno.
Amaré más, despertaré mi espíritu.
Buscaré la pureza. Camino de regreso.
Padma. Desde mi loto tengo mi alimento.
Tantralia / Index / Negocios / LinkShare Corporation
Somos uno
Ni el deseo ni el placer serán mis enemigos
desde hoy. Mis impulsos, mis instintos,
míos son. A mí los engramaste, Brahma.
Con Siva me pusíste en la parva
de sus protecciones; no renunciaré
al mundo, me expandiré con él
por el canal de Sushumna.
Encantaré mi serpiente.
Cielo y tierra celebraron sus nupcias.
Siva y Sakti danzaron sobre mi lengua.
Desde mi paladar el Creador, dijo:
«Baila conmigo. Ella y yo somos Uno».
Samsara y nirvana, uno.
De Tantralia / Index / Negocios
Romance de Rocío
No desmayes. No te caigas.
Hay licor de abundancia en tus secretos.
Mantén mi erección infinita.
Camina a alcanzarme.
Quiéreme; regocíjate.
Sumérjete en manjares
del techo maquillado, tus gestos.
Que la pequeña, nuestra hija, sea tu casa
y gózate en sus paredes.
Sus muros son piel tan delicada;
pero te dará gritos y sonrisas.
Las empalizadas mías
no has de tenerlas siempre.
Acógete a tus propios aretes.
Cuida tus huesos.
Han sido vulvas colgantes, tus joyas
(es que eres artefacto delicioso).
Tu compañía, para mí,
han sido trampas tendidas para que comience
a reir contigo ante el mundo,
ir a donde tú te escondes, verte
donde yo menos te quiero; pero...
donde te hallas como quisieras verte...
Me embromaste, amor,
porque metí mi cabeza a tu asador.
Chamuscado está mi ser,
a brasa viva por tu causa.
Te quiero así, sin embargo:
libre, porque así eres.
Es lo que mostraste
desde el primer momento.
No voy a cambiarte
porque sé que no lo quieres.
Ríete de mi soledad y de mi lógica,
mitos de mis esperanzas.
Cuando seas tú misma a conciencia,
me entenderás un poco, reiremos juntos,
y será gratamente recibida
la visión de mis códigos,
burdos o nobles...
ojalá veas tu fantasía,
por mí, confrontada;
¿no es el amor desafío?
Ella, ese alguien nuevo que faltaba,
no tiene culpa de tus veleidades
y aún, saturado contigo
de sexo hasta los huesos,
has construído tu casa,
con ruidos que no me pertenecen.
Con ella, ¿sabes?
piso en tus rincones más puros.
Tu niña es otra casa
y el trato con que nos une
edifica más vida que versos,
más angustia que ideas.
Aunque me ponga corbata por lengua
para el formal acercamiento a tu ser,
ni tú ni yo pactamos de ese modo;
yo prefiero tus labios frívolos por broche,
mi cuerpo viajante por el tuyo,
con fiera biología por meta.
Así te quise, así me has de querer
y no hay vuelta de hoja.
Por algo eres tú, amor, tan orgullosa,
lúbricamente tentadora,
vorazmente insensata como diluvio,
remolino de juventud y de apetito.
Me fuíste devorando desde tu abismo.
Ahora nos falta completar el cómo somos,
sin vestirnos de fatuos fuegos
y poses piadosas después de tanto puerco ocio,
por amor a la carne. ¡Seamos sinceros
hasta el final de la biológica estirpe!
(Publicado en Tertulia de Mizar, Núm. 575, 2 de abril del 2000)
De Tantralia / Index / Negocios
La Mar, Sacerdotisa
A la mar, protón de la canción
que la vida comunica, deltas sobran.
En su morada, los poemas descansan,
protocráticos reyes del silencio.
Su discurso es el sistema melódico
del habla, porque protonauta es el agua,
mensajera y, protonautas,
las musas de los ríos
que hornean al pan lejano, naciéndose de la mar
como sus hijas y no hay cloacas seminales
para la sed de ser.
(A la mar, maestra, sacerdotisa,
debo lo que soy, aunque esté ausente).
De Tantralia / LinkShare Corporation
Voz proteiforma, poesía del hidrato
En las aguas de la mar,
jamás duerme la llama, la voz proteiforme
que todo lo navega y lo fluye
y lo lícua y lo transforma...
La poesía sumergida del hidrato,
¡qué dulce larva es para el huevo,
qué plancton, qué eucampia del zodiacus!
Y los peces, que son poetas submarinos,
pioneros navegantes de la estrofa,
serán como antenas flageladas.
En el plasma brutal de los espacios,
jamás se calla el profeta con lumbre cristalina.
Al contrario, se gotea, se aburbuja, se destila.
¡Todo sea por los depósitos de trípoli
y por dar protosomas a los vientos!
De Tantralia / LinkShare Corporation
Misterio de la mar
Las aguas han sido el testigo más fiel.
La mar es nuestro obsequio permanente.
Nunca se escapa, nunca se niega
a la voz con que se clama: ¡Vida!
Venus es su imagen de abundancia
y beberemos del OM venusino,
luna de versos, el lucero mayor
sobre cenizas: el Fénix.
Y nadaremos a brazadas hacia ella
como pez que se cuela en luz
y reclama el ozono
y jamás tendrá hastío de su torrente,
sólo delicia en su amor y en su flujo.
Nos acariciará con dedos verdes,
como troncos que somos,
filtrados y humedecidos
en la Vulva Cósmica, ¡
ah erótica Señora de la Mar!
Y cuando los soles se sequen y se duelan
por estos ombligos que transitan
desde el fondo del origen submarino,
bendito sea el primer AUM.
Ya no seremos dos,
Uno en el Todo, la mar de mares.
De Tantralia / LinkShare Corporation
Ostra
Gracias, ostra, reina oscura,
boca del alma, cárcel de originarias sílabas.
Me sujetaste por el tiempo necesario.
Ni minuto más ni segundo menos:
¡ahora me vomitas, te abres y me brotas,
harta de mí, envenenada, herida!
Pero fuímos dulcemente cómplices
en la primitiva desfloración del nácar.
Me redimiste, al fin, con cédulas de fuego
y perlas de apocalípsis, me hijificaste.
Gracias otra vez, escondrijo del Dasein,
ombligo infernal, huevo cósmico,
salvoconducto del fondo de pralaya...
De Tantralia / poemario de Carlos López Dzur
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El trabajo consciente
Mi dios se llama el Mito Eterno:
la actividad, la inventiva social,
el trabajo, el producto.
Dios es artificio, industria, ajoro.
Dedos altos, como frutos que de la copa
y savia de los árboles, recogen alimento.
Esos pulgares de primates mamíferos,
sus manos en gesto vertical por las semillas
y sus miradas al cielo, esperanzados,
son mis dioses humanos, mi dios erguido.
¡Y en las charcas de gibones, diosas tengo!
Las encuentro cuando cantan, o danzan en pelotas.
Son ninfas gritadoras, festejantes de gloria,
y ellas han sido y serán como almeas
en las calles pobladas y fueron alguna vez,
ojalá que puedan serlo otra vez y siempre,
danzarinas del areito.
En las selvas, diosas con dioses y tambores,
echan campanas al vuelo, arman su risueño regocijo
en Ceres-OM-nias, se perviven
en la inocencia primitiva de mi trópico.
Publicado en la revista Tertulia en Mizar, Núm. 1549,
28 de noviembre de 2002 / Sequoyah
La Cueva de Cleantes
Cleantes, estoico entre los solitarios,
muele el trigo. Su estampa es triste
en Assos y en Atenas. Amarga es
en el mundo por los siglos.
¿Qué está diciendo el hombre bueno
que habita en la profunda cueva?
¿Qué hogar reclama o tiene
sino el lóbrego mundo y el silencio?
¿De qué vale la vida productiva,
tornada en ese encierro pordiosero?
¿De qué? ... el festejo de la ciencia
que clama ¡civilizo!, doy progreso,
gesto la técnica que conjura tempestades?
¿De qué vale la norma que fija sus ciudades
en costumbres si el hombre está soñando
al lado de la araña y la mabinga,
próximo al escorpión que hiede la miseria,
heresiarca fiel de lo oscuro?
¿Cómo el Himno a Zeus ha de ser gozo
cómo ajusticiar con las fases dialécticas
del canto el orden del futuro?
Solitario está, deprimido, estoico,
en la Cueva de Cleantes, el filósofo.
¿Cuál es la desgracia pergeñada
en el molino de tu pena, sucesor
de Zenón, buscador de catharsis, silencioso?
¿Qué dolor está contigo que me duele?
7-12-1989 / De El libro de la guerra
La cita
I have a Rendovouz with Death: Alan Seeger ...
En la cadena lógica del pensamiento,
el agresor cita su angustia.
A su morir da dignidad, tan tremebundo.
No es obediencia. ¡No!
El miedo llegó al tiro y dijo:
¡Soy tu enemigo! y fue rival,
tormentoso y oscuro,
¡con ojos espantados!
Estaba dentro del varón valiente,
uno que quiso sacar de sí
al endriago de ácido clorhídrico,
sus agruras de álbumena matoide,
su bilis de hígados en llanto.
Por eso lo citó ante el espejo de Caín.
Lo quiso ver cercano, preciso,
como si lo forjaran,
sin alucinaciones sensibles de la carne,
un tropel de excitadores internos de su biología,
algún punto receptor de sus entrañas,
alguna porción temblorosa de sus manos.
Su sistema nervioso lo invocaría con náuseas,
con amagos de fatiga, dolor, calor y frío,
sed asesina y hambre desgraciada.
El agresor estaba allí donde él lo supo
y careció de mística escapada.
El fue lo más asqueante entre lo ya conocido:
soledad provocada, influencia activa
de la mente sobre el mundo, pero...
... fue la voz rival comiéndole la vida,
incompensada sensación de fracaso
y fin concreto, trunca comunicación,
biliosa angustia, derramada.
Del Libro de la Guerra / 7-12-1989
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El lenguaje
En el proceso del trabajo colectivo,
en cada aprendizaje
que al amor consolida y satisface,
colabora, por necesidad recíproca, comunicadora,
el militante que viste el pensamiento.
Canuflajeado en el sonido y en los signos,
se condecora por necesidad el habla.
La palabra es militante del ejército sublime,
el más heroico, el lenguaje.
Sus armas son espadas previsoras
del efecto y consecuencia de cada escaramuza;
combaten a subjetivas percepciones;
clarifican los campos de batalla.
La palabra anticipa la estrategia,
vence en las riñas cotidianas,
civiliza el mundo.
Héroe de mil combates, sólo con el apoyo
de tropas con signos, verbos y adjetivos,
se ha capturado el sentido, fortín
que se creyó perdido, incognoscible.
En las barricadas se han perfeccionado
las labores, el sutil trabajo de las manos;
se produjeron los abrazos, los amores;
se ha impulsado el pensamiento
que siempre dice: Edifica, adelante,
fortalezcan los cimientos, marchen
hacia imperios de victoria,
triunfen en la Gran Madrugada...
8-8-1989 / De El libro de la guerra
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Baila, hombre triste
Baila, hombre triste,
sobre los pastizales del día postrero,
entre ninfas ovulares de gravitones
y luces que se rinden en la cama.
Hay dioses sin tambores de señales fatuas.
Aprende que, absurdamente como la vida es,
la muerte es la libertad en plenitud.
Esta te hará crear lo que te falta.
Ya no habrá quien te diga que te zanjes
en fijeza de opresión,
en boca seca de discursos.
Tráela aquí cuando te canses
de la tierra ajena e invítala desde hoy
si abiertos están tus ojos en carne de mañana.
No los cierres sobre el tibio lecho.
Que duerma a tu lado
y te haga Dios con magia de su abrazo
y se desdoble como el Verbo
en segunda mitad de tu esperanza.
Come las estrellas
que están en sus besos.
Chupa el musgo de sus senos suaves,
su púbis húmedo como charca de Urano.
Rima en su carne el lodo de creaciones.
Amasa su fortuna, hedoneé,
con manos de ladrón. Seduce su angustia
con tus cinco sentidos,
punta de mazzal...
Si no es su cuerpo tu deleite,
¿habrá sustancia extensa, eros divino?
Hurta para ella el paisaje alternativo.
Absurdamente como la vida es,
ella es la dicha en tí y tú ,
la dicha en ella...
Heideggerianas / 6
El miedo de perderte
La amenaza latente de los otros, Beatriz,
me hizo imaginarte arrebatada, Ida,
tragada en nueve cielos móviles
de Maya, y dije: ¡Te he pedido,
finalmente, para siempre!
Te hundíste en el Empíreo inmóvil
donde ya no se puede codiciarte.
«Esta es la fiera impura; no te engañes.
Que no creas que te amo si te amo.
No me codicies más, házme libre.
Voy a estar en tus voces, no en tus egos.
No vivo en las selvas del capricho.
Vivo en la sustancia de tus necesidades».
6-12-78 / Heideggerianas / 6
Retrato de Enrique VIII, de Inglaterra
Algo, sino todo, estará mal
si eres tú santo.
Yo no quiero tu grey ni como sombra.
Tu hediente santidad, Gordo maldito,
es mi cadalso y antes prefiero
ser egipcio, o cirenaico, o zorro,
ardilla con el rabo largo, o rata
o mudo escarabajo bajo estiércol.
Te observé como a tus seis esposas.
Todo es preferible a verte cara a cara
y a oírte disertar contra Lutero
y tomar jactaciosamente en serio
que el Papa te llamara Defensor de la Fe
porque fuíste un panfletista teologal
y un metemiedo, sinarquista
con fueros absolutos.
Santo te declaró la Iglesia,
¿cómo es éso? ¿A tí...
que eres un sicópata asesino,
bestia que parece formada
con parches de escepticismo
y capricho mostrenco,
engendro frankensteniano construído
con desperdicios del fenomenismo absoluto?
Eres lo más desagradable de la Abundancia Trivial:
gula, eructo, mal aliento, sarna martirizante, macacoa.
Donde se fija tu sombra la plaga asoma
y el escándalo procede a tu presencia.
¡Qué fea es tu corpulencia, marrano!
Encima de la hembra, la queja brota,
misógino, santo sanguinario, traicionero.
De Estéticas mostrencas y vitales
Retratos en el lupanar
Elizabeth I, futura Reina Vírgen,
nació con genitalia deformada
y un diente pudrido asomado
a su boca y el mal aliento
de su padre, Enrique, como cédula
y pecosa fue en los pechos y las nalgas
como la reina puta y bruja, La Bolena.
Y queriendo aún al hijo-varón,
su deseado, clon-posible
del Hombre Nuevo de San Pablo,
a diez días de haber matado
a la putísima se casó
con Jane Seymour
quien le dio el hijo del misterio.
Antes de echar el hacha asesina
al cuello de Catherine Howard,
aborreció a Ana de Cleves, ejecutó
a Cromwell, su Primer Ministro.
Howard tuvo dos amantes,
tal para cuales, antes de casarse
con el Papa anglicano y Defensor de la Fe
en los tiempos de Wolsey.
De Estéticas mostrencas y vitales
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Retrato de un reptil humano
dijo: Quiero un hijo y un divorcio
y una vieja caliente, tocha,
toda tetas, con las patas peludas
de una loba y la boca mamadora,
¡Ana Bolena, toda bolas!
Clemente, el Papa, dijo
con asombro, espeluznado:
¿Qué monstruo quieres, Enrique?
Y a Catalina de Aragón la reprendía:
¿Te importa el Gordo? ¿un simulacro
como es, mal cristiano y persona?
... dueño de robustas patas para mover
el trasero que le pesa e irse en retroceso,
caer sentado y cortas patas delanteras
(para moverse al porvenir sin dicha)
dada tan grande corpulencia
y concha moral y mandíbulas.
Renquea, asaz trepidatorio.
Roma lo teme
como a Huss en otros tiempos
del inmundo Imperio.
De Estéticas mostrencas y vitales
Los burladores
Y con la Mano Invisible
(¡ay, del neocátaro Manotas)
hurtaron y perfeccionaron la usura
y tradujeron al inglés la Biblia
y supo el lego y el letrado entonces
cómo se han de burlar los Mandamientos.
Herederos del Partido Veneciano,
cónyuges tal por cuales, compinches
de brutalidad normando-veneciana,
se acostaron con las golfas tochas
de la calle, con reinas matreras
del castillo pasaron la noche;
pero a las pulgas de la rata
a la casa atrajeron,
a la piel se les pegó como ácaros
en busca de alimento.
De Estéticas mostrencas
A Catherine Howard
Catherine Howard, te uniste
al Hombre-Bestia sin saberlo.
El tercer Duque de Norfolk
no movió un dedo por salvarte
del ultraje; no tuvo tiempo de evitar
que te devore y tendiera
sobre sus lechos sangrientos
y ejecutara en tu nombre
sus abominaciones.
De Estéticas mostrencas y vitales
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Los hijos míos
y el titipuchal de críos me solaza.
Ni tolondro ni aturdido me organizo.
Les doy lo suyo.
Les ví nacer con gusto y les juzgo
y soy severamente dulce cuando amo.
Les veo, les busco en la casa
de la madre que gritaba en los templos.
Con hembras del frenesí,
en plazas y bares, comulgué
y tuve críos. A una mozcorra
de materialismo atributivo,
yo dí una niña, nuestra amada.
Con santurronas, legalistas, de lógica formal
o moral judeo-cristiana, me acosté en bandidaje;
pero ví el porvenir, ví los hijos perfectos q
ue ya no entran a revolcarse en el limo
ni en desajustes de identidad
se dan cimientos.
yo los bendigo y les cuento el pasado
(la hora del Hacha y la cima de Moriah)
con un poco de futuro.
Del libro Estéticas mostrencas y vitales
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Montano, el enemigo
hablaste de las verdades, Montano,
si sacaste el tuétano a la vida,
si en árbol carcomido
transformaste esta siembra humana
que me asedia zurriendo
broncamente con su homicida alarde?
A las ramas y semillas
sobran los tuecos, agujeros,
y un viento del siglo, sin oriente,
el tronco de mis árboles maldice
y, más allá, a las sombras de reposo.
Los sinarcas, armados con sus lesnas,
me han cercado, me han quitado
esta raíz que eludió dar sus votos de reata
(ya piensa, ya bendice, este corazón
tan ultrajado y prohibido).
Estoy con el vetarro de mis huesos,
añorante de días y propias cuentas
y hecho un mico con espíritu noctívago.
Busqué el monte, sin temor,
la piedra para extender el alma
y alargar la razón de mi ser
y aceitar la mañana.
Pero, ¿quién eres,
hijo de montanada, con qué amor,
si alguno, se escribieron días del fin
del hombre sobre el mundo,
con qué carcoma santa
rechazaron las nupcias de la sustancia
con sus cielos, de qué verdad
o torpe vademécum leyeron su mentira
y me echaron de mis montes trascendentes?
Absolutas y mortales son tus desgracias,
tus blasfemias cuando me predican tu Hacha
que es la que hiere geometrías.
Tu voz es la que mata al Cristo ultramontano.
Del libro Estéticas mostrencas y vitales
Los represores no saben soñar
A Antonio de Ojeda, represor de los taínos,
primer torturador del Caribe
Hay que soñar, por eso salíste a la luz,
dejaste la caverna; en puntal de lanza
víste el sueño de habitación sublime
y madriguera sana y salud
de tus huesos... soñar es
la ética práctica, la voluntad
de ágape y futuro;
pero las mimes cayeron
de la sata oclocracia de los desalientos
y, para poca salud, más vale morirse.
Te dejaste matar y en comerte
la miseria sucumbíste.
Dejaste de soñar al comulgar
con ruedas de molino: el invasor
y el perverso y el que incensa
la oblata con decoro de linajes
de jaurías y mirlos blancos y elefantes
de colores y zorras con dos rabos,
no sueña, no sabe o lo olvida.
En Majaguana y Urabó,
dejaste de soñar porque se fue
Caonabó, cacique de tu alma
y sol preclaro, y no supíste
comprender que fue en cadenas,
torturado, por los demonios blancos.
8-21-1988 / Del libro Estéticas mostrencas y vitales
Farandulería
La invención de los espectáculos data
del año 1290 y en 1300, los Jongleurs fueron
los primeros entretenedores profesionales.
Te sacarán de auténticos contextos.
De lo ontológico, del ser-para-sí
que al Yo fundara, ser-ahí
con Sorge armada, cautelosa,
a pesar de la angustia
de tus madrigueras.
Te impondrán un Sé
que no es lo sido en libertad,
tu ser-anticipado y su proyecto;
un Sé de auditorios interpretativos.
Utilizarán tu voz como sordina.
Los sordos imitarán tus voces.
Los ciegos creerán que han podido
ver por tus pupilas.
Los mancos te copiarán por truhanería.
Te exhibirán entre avariciosos
de Don Nadie; te llamarán
estrella, ídolo, ente orquestado,
divo, garganta, adorno del tinglado.
Tomarán tus silencios por fantasmas.
Y lo que digas lo equivaldrán
a principios a priori, verdades
«de suyo evidentes»,
axiomas fraudulentos,
utopías arbitrarias con consistencia
lineal, allá fuera y más allá, nominalista.
De Estéticas mostrencas y vitales
Consejos para mi hija
A Tonina: neurotrasmisora de placer...
Esto también solicito, amados mío:
Que el fuego sea placer y bien sentido.
No tengan miedo. Satán no es ser; no existe
y el Hacha que yo entrego
es el último recurso estetizado.
Que no escuchen la gallunga
y su gente que asesina,
que a los martinistas digan NO
y otro NO a la caterva ultramontana.
No ilumines demasiado,
estrellita de arroz, cuando tengas
a espiones de Tu danza, sigue
y baila conmigo a tu lado.
Los fuguillas bestialistas,
al servicio de cautividad rutinaria,
no son dioses; son sarna, son ácaros.
Lunita crujiente de maíz tostado,
tén ovarios limpios, no cedas
a populismos sentimentaloides.
No dejes que te silben
como a perra, quienes sólo
a la obediencia llaman
y pretextan su refugio
en sus dioses.
Tén la piel como la leche,
niña amada, y como madeja de seda
ata tu visión al alboroz.
El queso es así aún más sabroso
que la baba de los cerdos en tu plato.
Sera del panal que sean tus labios
y el beso siempre, un conjuro,
contraseñales del hacha
para el Gran peligro.
¡Ay, Toña, tonina, jamoncito
de mujer, cómo cautivas,
tú neurotransas del pajar
mutua alegría, tú eres mitosis,
me das células-hijas!
Estéticas mostrencas y vitales
Un destino hermoso
Un destino más hermoso
que el presente, solicité
a tu existencia; que junto a mí
como de rayo hurtado al Olimpo
traigas fuego, tu piadoso canto.
Que repartas la luz
a los pueblos rurales de la sombra,
a las cavernas dormidas
en resquicios de puro simulacro.
Que seas el héroe, sin rendirte
cuando vengan los buitres
a comer de tus hígados
y a pedir la gabela
y la fumazga.
De Estéticas mostrencas y vitales
El deseado
El Hacha que Carlos Abram propuso
como útil, preparada a-la-mano,
presente, como su objeto dado,
Carlos sabrá retirarla de tu lonco
cuando seas-en-común,
el hijo de mi sueño,
el Deseado.
¡Tú me preocupas, pedacito
de mi alma, te solicito
y Radamanto, juez del infierno,
no te arrebatará por siempre!
¡No importa su prudencia,
eres mío, no de los espacios
geométricos y abstractos!
En espacios cualitativos te guardo.
Con amor, te doy mi situación originaria
y te saco del SE DICE que te entierra
en el Uno y te llora desde el Moriah
como si fuera tu fatus
la tumba de Don Nadie
y tu verdadera dicha
y reposo.
Faustolo y la zorra
Uno no puede apropiarse
de la realidad sin salir de la cesta
en que navega por los ríos
de inciertos rumbos
y palatinas sensaciones del caos.
¿Qué mano me sacará del calabacín,
si es que vivo, qué pezón
se meterá en mi boca?
¿Qué garganta paladea lo que soy,
me revive con besos?
El higo se escurre al fondo
de mi boca gracias a los pájaros
y la carne que oye abre sus agujeros
y admite su pedazo de pan
con brote de suspiros
y vocación de aliento.
Tú, Faustolo, zorro bueno,
enséñame a agradecer
el fruto de la higuera.
(¿A quién diré primera madre,
al río que baja a las colinas,
a la zorra de ubres anchas y peludas?)
Del libro Estéticas mostrencas y vitales
Prostitución y cobranza
con mensaje en papiro organizó
la mecida de su cuerpo
colgado a la península
y con jueces del amor que nunca duerme
la perra se acostaba, gratamente;
pero ahora se cobra,
noche y día, con las cifras exactas.
En el luto predecible de las deudas
es la perra del gozo, con sus pulgas
y aúlla entre herreros y cabreros
y reclama las monedas y la paga.
25-5-1988
La casa de las lujurias
El ciclo de penumbas perdura.
La caverna es esta casa
de la infiel lujuria.
Llámame perra y casa-vulva
del Asia proconsular de los tiranos.
Como tres y dos son cinco,
me cayó el chahuistle
y me cagó la changa.
Como botín, han tomado
mi cuerpo los árabes y turcos
y no acertan a dar conmigo
sus últimas boqueadas.
Me recuerdan las espinas
cada uno de ellos, menos tú;
yo, para tí, fui una rosa.
En las hebras de plata,
se derriten mis lunas
y, contra los años, tuyos-míos,
han surgido sinfín de satrapías
y sus nuevos relojes
y exorcismos.
Ellos han marcado mis pasos
de cadáveres, se inventaron
discursos de poder para ultrajarme.
En vehículos de ruedas
irrumpieron los romanos
y ya se han ido, me olvidaron.
Las cavernas también son
los lupanares, objetos sin memoria,
rincones de otros perros flacos,
pulgosos turbios, físico-perceptuales.
De
Estéticas mostrencas y vitales
Como a una perra, a Ana la fornican
A esa perra-potra-yegua-puta
la adoré como a mi propio
reflejo defensivo y asíntota de Lidia
... y le dije: Enséñame todo lo que traes
bajo el vestido; el que menos corre,
vuela por su encanto
y la busqué, celosamente,
debajo del ombligo y supe así,
que otros la entregaron a los medos
y lo persas y más tarde,
el rival fue Alejandro Magno
y la tatuó encima de sus nalgas.
Yo exploré los canales del Bósforo.
De hecho, la tatuaron los salteadores
de Capadocia, los mercaderes de Ponto,
todo escribieron encima de su canco.
Yo hundí el primum mobile
en el estrecho conducto de los Dardanelos
y descansé sobre sus senos y, aún así,
confesó: No soy sagrada ya,
sino la Viuda rica,
con un ojo lloro penas
y con el otro repico tu alegría.
Después que vienes y, poco a poco,
me achatas, surte tu polea
en mi vagina remota y das amor
como abundancia
aunque estés en purita chilla.
Tú eres sagrada, Ana,
y el orgullo de mis confederaciones;
serás jónica porque lo que abunda,
siendo bueno, no lastima.
17-5-1988
De Estéticas mostrencas y vitales
Ana-Jonia-Tolía:
Yo le digo: Ana-Jonia-Tolía:
Abrete más, centro geográfico del gozo,
ven a mi isla; en asalto, sin remugo,
iré a las pulpas intravulvares de tu canto.
Bendeciré tu occidente si hacia mí
penetraras, o asimilas.
Ni la nórdica Eolia se asignó
tanta intimidad como tú bajo los puentes
ni el Sur dórico tan fascinador
me dio tus agachadas y tu mitología
y el efeso que te esmirna
y la focea en mileto que samos.
Este fue el comienzo del amor
y la hermosura en pleno
y con ojo de amo y, por zorruno olfato,
te engordé cada esperanza, yegua mía.
Hablamos para el ser puente
entre el Asia occidental y Europa
Y te esperé en un punto de la curva
situado en el infinito.
De Estéticas mostrencas y vitales
de Carlos López Dzur
Recuerdos de la Anatolia pre-romana
Cuando Ana se tendió
sobre el mar de Mármara
en los tiempos de Pérgamo y Bitinia,
yo estaba enamorado de su cuerpo
y no le decía perra negra,
ramera, inmundicia.
Ella era una griega con rostro perfilado,
una estatua de carne que asentía
porque el cuerpo no es ilusión
sino un camino húmedo de labios.
Me acuñó sus monedas, me dio besos
y la pasión se fue a una curva
con la forma de asíntota,
y yo separaba sus muslos,
para que fueran tangentes arqueadas,
abiertas e idas al encuentro del Egeo
y sí, la amé porque me amaba
antes que a los romanos.
9-5-1988
Ultramontanos
de las Tablas Divinas escritas
con la punta de la guasca
y la repulsa al casquete
y el rito anal del puto dionisíaco.
Un NO que no gana para sustos
el Lobo viene y morderá a corderillos.
El frigio Montano bien que insiste:
el Reino viene y su Terror en chinga,
el Señor de la Siega se apresura.
Entre los pobres de Haití
y el vudú quebranta-muertos,
un NO a punto caramelo
asalta a Tertuliano
y dice a Martínez Pascual,
judío y mentiroso, su adiós
y Port-au-Prince apesta demasiado
porque él es la pestilencia en bruto
y la ausencia de lamento
y de vela del temor honesto.
Del libro Estéticas mostrencas y vitales
Revista Sequoyah 2
El profeta del No
Dejó su lícuo polvorín,
sangre protestataria.
El fue profeta y habló
entre jonios, griegos y carios.
Dijo un NO a los timócratas
con cultos dizque iluminados,
un NO a jerarcas de señal y pandereta
y a vende-dogmas hedientes
en barajas y consultas y libracos,
en oráculos, cábalas, sesiones
de lujuria y mercado organizado
para genocidio intelectual
o más rodillas
siglo tras siglo.
Un NO a los martinistas,
a sociedades secretas, a masones;
éstos invocan muertos y se asustan
con sus propios ritos y cantos de sirena.
Un NO al esoterismo de aspermia cósmica
y a las maruga y sonajas y supositorios
que a los pálidos santos sirven
para místicos julepes en el culo.
Un NO a la purificación moral
que es casi el crimen y flagelo
provisto por los inquisidores,
sabelotodos embaucadores,
agarrapendejos, blasfemos.
Un NO que proteja de la burla
el misterio
y lo santo
y lo puro.
Del libro Estéticas mostrencas y vitales
El otro Nilo
Los sumerios del cobre
que compiten por el oro derretido,
el otro Nilo, y sus valores
de cambio, lo inauténtico,
y el río que eufratiza sus caminos
son el mismo artificio estatizado
que abre sus espadas al espacio,
al corazón ético, fecundo,
tu corazón, Kierkegaard,
ese yo ético que irrumpe
en trascendencia.
Contra tí echan sus fueros,
porque dijo el YO NO
y dio un salto a la fe
trémulo y velando.
De Estéticas mostrencas y vitales
de Carlos López Dzur
Monday, December 3, 2007
La tentadora
Tú díste ese nombre a mi enemiga.
Tú, que riges delante del árbol de cinco frutos
y cortas el tronco en dos mitades;
tú, Zaín de la Espada, que a todos colocas
desnudos ante tu mirada, examinadora;
tú, quien desgarras los encubrimientos,
cada artificio de las vestiduras, tú el que desangras
lo hipócrita del mundo, tú la llamaste infiel,
divisora, aparición espectral de los caminos.
Ella es la que absorbe y traga, la esclavizadora,
la externa, que sólo come de ese árbol de cinco frutos,
tan dulces como áridos, esencia insuficiente,
bebedizo adulterado de naquencia. Te da a beber
sus filtros. Se fía de que olvidarás que hay
un más allá de nosotros mismos
y su complacencia con el karma y la muerte.
La llamaste Adversaria, Zaín,
porque castra Tu Ser mientras juega con placeres
y certezas sensoriales; vive
siempre en nuestras superficies,
la piel enardecida, la piel que atrae,
pero no entrega todo.
Tü díste ese nombre para ella,
la Estéril, la Desvinculada,
la solitaria envergadura
del ego solipsista, sin urgencia
de fundirse en mí
ni en nadie ni contextualizarse.
La llamaste Ocultadora,
porque no es amor, pese a que atrae, no es
complemento, ni favor ni alimento, para la humanidad.
Del libro Teth, mi serpiente
Sunday, December 2, 2007
Los egomaníacos
Mitsvah bli kavenah keguf bli neshamah:
Shoulchach Aroukh
Un mandamiento sin intento es como un cuerpo sin alma:
Código de Ley
Todos quisimos, ¿recuerdas? y aún queremos
hacer trocitos de las Tablas de la Ley.
El Relato hegemónico valdría dos cacahuates.
Los rufianes no corrigen nada, sólo se nombran
entre las oquedades de nuestros estruendos.
De nada ha servido la rebelión contracultural.
Desconcentrar el poder, no por deseo
de acentuar mucho más lo ingobernable,
putrefacta y cínicamente que se ejerce
contra el mundo, en vano fue,
pero hoy, como ayer, nos gusta.
El ego duerme más tranquilo.
... aún somos egomaníacos, amigo mío.
Unos, la mayoría, por chupar más del Estado
y pulir las miserias que los atañe; otros,
los menos, tú y yo, por la prisa
de hallar estructura y raíz al alma
que nos anima y nos inquieta
hasta que zozobramos en la carne,
con la nariz golpeada en la pared,
con el instinto aún cachodón
arropándonos para un día culparnos
en la Pascua y ante los sefirotes.
2-03-1994
Deséala
No desear nada es no vivir:
Pal Gárealdy
¡Pero se acabó la cumbamba!
La hiedra sigue en pie,
con tallos duros, las bayas
son más negras que tus ojos!
Y la hidra es hiedra, por igual,
y la hiedra es hidra; divina serpiente
y no la vences, una estrella inmortal
dio camino al cangrejo de matanzas.
Bajo una roca se esconderá el misterio
antes de que recibas el descanso.
Una mujer de siete cuerpos
ha de ser la esfera de tu dicha;
pero has de dejar tus rezos y postín
junto a la espada y la opresión.
22-5-1997
Olor ingrato de destino
El amor nunca lo hizo ningún cobarde:
Proverbio
Los vinculados al bolín bolán
de la emoción, perros sin amo,
callejeros, relamidos, baladíes
con toda laya y talla de ladridos,
razonadores del pétalo de lino,
incircuncisos, creyentes repentinos
de campanas pavlovianas y ritos,
con espada, sin resplandor,
todo lo desmenuzan
y lo ultrajan.
Cortaste la cabeza a la serpiente.
Te perdíste en el oscuro pietismo
de tus medievalías cuando la Luz visitó
tus vestiduras y te pidió la Bolsa,
la memoria, a cambio de un bastón
de voluntad heroica.
¡Y tú, con chicolongos, como un niño,
comiendo del pan con levadura,
hartándote en la Lerma de los miedos!
Del libro Teth mi serpiente
Geburá / Juicio
el ojo avizor acusa, caza-egoico.
El ego es sólo un disfraz en el patíbulo;
un vuelo de cabeza fascinada
que se estanca en su viaje de naufragio.
Andrajo de memorias de quebrantamiento,
el ego es y fue llamado a la humedad
del sedimento, a la espada de Heraclés,
el tumba-loncos, a que tronchara
la décima cabeza de la Hidra,
la inmortal. Llamado fue
el ego al hachazo de Abram
que iba directo contra el hijo, allí
donde la Ira-Piedad de Dios
fundó la pira del Moriah
y su olor ingrato
de Destino.
3-10-1994
Serpiente
… a Elo Ve Daath / dios de paz y amor
Te juzgaré, Serpiente Antigua,
Eva del hombre, ovum de los cielos primiciales.
Entrega pues la ciencia de lo bueno y lo malo.
Llora cuando tus hijos no sepan oírte.
Llora cuando las generaciones se olviden
del Shofar y del Poema / del Salmo
que enseñó tu boca y tus dedos.
Llora por los hijos impetuosos y desobedientes.
Llora, Eva, hija mía, con toda tu simiente
porque yo les juzgaré con rigor,
pero ante tí tendré en cuenta que me amaste
porque si todo es Santidad, Cascarones,
partogénesis de mis días infinitos
y mis químicos riñones.
También inventé Misericordia
para el que ofrezca arras de su corazón
y con orejas gachas y ojos de llanto
diga: ¡No puedo yo, pero tú en mí
lo puedes todo! Muéstrame el pacto,
glorifica mi trabajo.
Los inmaduros
cuando son chicorrotines, impúberes
de bla-blá, sin alfabetos, sombras
aterradas con por las Mayas de dualismo?
Su entusiasmo, tumba-loncos,
su guerra santa, vale lo que vale
un grano de comino y cada cabeza
que cercenan más valiosa
es que todos ellos;
por eso cada cuerpo se repite
y ellos lo ven, con ojos ciegos,
en ropas de deshonra,
en vasos rotos.
Nada cambian.
Son héroes del pillaje.
Espadachines de la muerte.
Hijos del quebranto.
Batallan por las nenorras
de algún ilusionismo,
alienaciones del trascendentalismo.
El desalentado
Sin Fin de la abundancia de Jerusalén,
te repite: No subiré al risco
donde te escondes y desafías, serpiente
de Lerma; no existe un hoy que mediré
con mi vara, porque tampoco existe
el mañana que merezca la pena.
No hay nuevos comienzos.
Oriente y Occidente dan lo mismo.
En solitario, comeré mi alegría;
no hay canto ilimitado;
los días son grises
y las Tablas de la Ley,
duras y tenebrosas.
8-02-1997
El bufón
el viaje en que se te hallará, Alma mía;
no carga las copas con que se ha de beber
en libertad y en gozo. Rechaza
la espada luminosa con que tendrán
que protegerte de las hienas hambrientas.
Niebla de sangre cubre los picos blancos,
la Abstracta Trayectoria, que son fondo
del paisaje fecundo.
El hombre mutilado es un bufón,
sin inocencia; querrá lo mismo siempre,
lo cómodo, lo canónico, lo predecible,
su ventaja, su lodo.
8-02-1997
Del libro Teth mi serpiente
El narcisista
a Narciso, quien se miró en oro y azul
... pero uno había en Gal Edén que no quiso
otro rostro que el suyo en la perennidad de las aguas,
uno autosatisfecho de sus propias ondinas.
Apreció las ofertas ilusorias de sí mismo.
Y se vio en oro y azul por sus propias vanidades.
Uno que, por desbordamiento ilimitado
de la existencia, ahí donde lo puse,
no halló su libertad en el prójimo,
ni en el amor, que es ser-para-otros.
Uno había (que no los quiso bien).
Uno había, desajustado, uno pije,
sin polilla en la lengua y capaz
del homicidio, por todo lo bajo.
De la necesidad hizo virtud al desplazar
la líbido en el Estanque de las Neurotonías.
Ni la sangre de sus venas quiso, en rigor.
Uno fue que hablaría raboneras
y cerró sus puertas por la tarea
de amarse a sí mismo.
Alguien que, con carlangas, se urdió
entre los mansos y recogió
pajas de las eras, siendo tan sublime
lo que abundara sobre la tierra que dí:
A ramal y media manta, Sol,
me tienes: y amenazó
Tomaré un niño, una paloma,
y lo haré mi ofrenda
y me oirás, al fin, porque en el retablillo
de mis pajas esparciré cenizas
y para las hembras de mi casa
traeré jorros, juguetes óseos
que mis hijas vestirán de trapo.
Fue entonces que supe
lo que él guardara en secreto:
impulso malo y que es (¡lo supe!)
un nango-lango de Nequencia,
el que anda a nones, ofreciendo
el monipodio de su oferta
y en la ringlera de vidas se torna
en capitoste de la náusea
y el Gran Visir de trifulca y escándalo.
Descubrí el encubrimiento y le llamé
ben sorer umoré: el ángel rebelde
y el golem innecesario.
8-09-1999
*
Los amantes desiguales
apenas han logrado tenderlas
sobre la pella de los puercos
y abrir sus mitos como muslos deliciosos.
Ellas sí saben guardar sus pies
de sombras, cuidarse
del sucio de la ciénaga.
Ustedes han visto poco
porque buscan con el dedo en el buraco
el clotis de los goces y el ombligo.
Apenas saben cómo herirlas sin matarlas
sobre el aditón para que sean para ambos
los beneficios de las generaciones.
Ni chicha ni limonada sublime han ofrecido
para sus labios sedientos de madre.
Se creyeron muy listos
por sus espadas anchas de homicidas.
17-6-1991
*
La ostra de la sabiduría
Vivenciarás la muerte absoluta y te haré vencer sobre los demonios rojos de Seth; no quedará carbuncio en tí: Sepher Jedzirath
Esto es lo que eres, piedra bruta,
limosita sobre el musgo. A veces
me pareces la cabeza de Hidra
bajo el frío de la roca.
Y tu paciencia es inmortal porque
yo filtro el agua, te hago agujeros
y quemo lo sucio que hay en tí
cuando no sabes que hasta el Aire
te abre y te visita. Sólo deja que yo
examine tus sámagos
y que me alimente con tu muerte.
Esto es lo que eres, Carlos,
un pedazo de ahebah, amor,
que desprendí de mí
para que me adores, en Unidad
/ Achad de mi No-Ser
que en tí será.
Yo soy la Ostra de la Sabiduría
y todos los ojos de los peces
en lo más profundo de la mar
y en sus arrecifes y para que seas
una perla más de mi Universo
ya te tragué, Carbuncio.
Te ensalivo,
te lavo y serás una perla
de mi Novena Esfera.
Descansa
Para leer en la Fiesta de Pésaj
Desde que salíste de Egipto,
¿qué has hecho, si no quejarte?
con ese impulso malo, perverso,
ietzer hará.
Todo el acto entitativo te lo dí.
la Existencia real, tu aquí y ahora,
y aún actos subliminales, intuitivos,
¿querías más? Olvidas que te ordené
descansa, el mundo así ya es suficiente.
¡Ah, pero si amaras, si aprendieras
a hacerlo, confía... yo llenaré
la olla del rescoldo, nuestra cena
de adafina; tú me darás la aguja
y yo te haré sacar miles de rejas.
Dáme treinta y seis justos / tzadikim
de tus generaciones, plasma
un hermano de verdad con veintidós letras
de mi alfabeto santo y te llamaré
Hijo de Pacto y te hebronaré.
Hijo de las tres madres, niñajo
de aire, agua y fuego, te conectaré
con lo sublime cuando completes el viaje
a través de la Cueva de Majpelá.
*
El reposo
…a mi amiga, límpida y dulce
como cristal, Fany G. Jaretón
Ahora reposará el Olam ha Asiyá.
Se completará en tí y con mi parto
estará disponible. La mucha miel
no es buena, la mucha luz
nos ha cegado.
Alguna vez, Arbol de Vida,
tendrías que ser mi ciencia
y mi fruto de conocimiento.
Dentro de la materia, El todavía fluye
como un río que para nuestra fortuna
ha manado, Adam.
¡Qué ricamente nos circula!
El es justo, distribuye los opuestos.
Nos atempera. Equilibra los rivales
de las sombras. Es luz y son muchos sus ojos
en sus cielos, las estrellas nos bendicen
a distancia y son muchos los peces
que son ojos en el denso fondo
de los mares. Arriba y abajo, Adam,
el Todo es Nuestro.
5-09-1998
*
Bendición
Leshaná Tova Tikatev vetejatem…
Para un buen año, que seas inscrito/a y sellado/a:
Bendición tradicional al prójimo durante
la primera noche del Rosh Hashaná.
Abrí la puerta y me hallé
con esta situación determinada:
el desafío que no pedí se exhibe,
impuesto, el padecimiento que siento
no lo aprendí de nadie, la culpa primordial,
la insuficiencia sin fIn de la Existencia,
no son nihilismo. En el me tiempo,
me existo, libre y necesario.
No fui ni soy ni seré (lo dudo)
atemporal, mero gránulo soy
del cascarón más roto, picoteado,
pero, en esta finita sensación,
lo sensible, dialogo,
comunico, me trasciendo.
El amor del verdadero ser,
el Numen, quien creó su Fuente,
Des Selbe, es mi cayado,
mi abrevadero.
9-09-1999
*
El novilunio
del taíno y se escuchan el tamborcillo
y las maracas en el barrio que llamaron
Espinar y la Cruz del Culebrinas
mostrada es para aquellos
hijos del Valiente que cerca
están de la mar y de formar
el templo de su interior
porque se regocijan
en la esfera oscura de Daath.
Precomprenden
su Dios.
8-07-1989
*
Areito
La luna nos reunió con viejos siglos
y el Edén está despierto en el centro de mi cama.
Con el coquí se adormila la niña
de mis ojos, cuya piel como bauxita
recuerda los colores y la oscura memoria
de la noche, el reposo, la intuición, lo perenne,
y a pistos, poco a poco, nos Habla
aquel que nos habló.
Sea o no acabado el rito de cojoba,
¿quién duda que ve, con nítido fulgor,
la figura del Espíritu mayor,
si aquí la vemos, quien dará mangonada
a lo que oye, si una Ceiba crece
más alta que los ocultos esplendores
y en su Belleza expresamos la paz
y el amor de Hessed?
¿Quién habla a quién que están
felices todos?
La danza comenzó…
Y no hay amo ni siervo,
ni pequeños ni grandes
ni tiesos de cogote ni cosijos
malditos por Circe
ni marranos ni cisnes
en la fiesta de hoy.
Sólo un Gran Rostro
y un habla original.
8-02-1989
*
La visita
A son de trompetas, los hijos de Leví
anuncian mis novilunios: Rabí Akiva
Visitaré el Tabernáculo en Ella
y mis amores daré en Luna llena.
A descanso se llamará a los que aman,
a que invoquen mi Nombre en el templo,
en alcobas de sus casas,
en patios y jardines,
en campos y ciudades,
en sótanos sagrados,
en carne y emotividad
del vitalismo…
… porque visitaré la tierra humana
y reharé mi pacto con quien ya lo olvidara.
¡Ay, las manos de caricia suave,
la domesticadora Mano de Luna,
su vientre de novilunio!
prudencia será y el descanso tan dulce.
En éxtasis, directa comunión,
otra vez confesaremos
que fertilizados somos en Vau
y soportes tuvimos y tendremos en Samekh.
La Puerta de Daleth el Fiel nunca cerró.
Abierta está, ¿la has cerrado tú?
¿Acceso das a la Serpiente que te envié?
¿Restablecíste tu coito con la eternidad?
¿Abres de par en par puertas
y ventanas a la sincronzación?
*
Oye, Israel
del poema humano. Aún en el hombre
hay esplendor, pero más vale ser
que parecer y tu mejor amigo,
¿quién es sino El Anciano que te conoció
por siglos y envió su Serpiente
para compañía en días en que quisiste
la porción dura y menos dulce
del espacio y salir del Edén
y cultivar tus propias flores.
Sazona tu mano antes de ofrecer
el poema que te corresponde.
Humedece tus labios con rico vino
si tu voz dará cantos; pero las rosas
y las perlas a los puercos
no las ofrezcas como alimento.
*
Energía cósmica
maravilla accesible, que el movimiento rotatorio
de la Luz Ilimitada... Que, de momento,
entre las penumbras, pueda yo
no adivinarte, sino admirar
que te hagas presente como tal
y que seas volantín de mi dicha
con hebra que me guía
hasta el alcoiris de tu manifestación.
Chiringa hermosa eres y me llevaste
a tu Edén, hicíste el Jardín abajo
y me jalaste a las luces de las rosas,
a la memoria del primer sustento.
Por algo estoy aquí, Assiah,
con mis pies enroscados en la hiedra,
en esta pereza de Ishim, a medio camino
del proceso de alcanzar esa unidad
de verte con diez ojos, ojos de hombre
y de Dios, ojos de Luna y Sol y de las vasijas
de tus partzufim desde lo Eterno.
*
Las siete hijas de Eva
… al fruto que me alimentó lo regresé.
Otro fruto y cada vez que me cortaban ramas de ilusión
crecían más fuertes realidades: Maritza Pérez,
poeta puertorriqueña de la Generación del '70
Culebrita que estás en la Tierra
(y cuyo Edén, más allá de lo óntico,
se te fue de la memoria), dáme tu pan cotidiano.
Acuérdate de las siete hijas de Eva.
Avísame si están vivas en los cielos.
Dona a los ribosomas, pero dáme
trece proteínas porque soy el hambriento.
Fosforilizaré lo que debo al Azazel oxidativo.
Házme de paz. Dame tus días de menstruo
y que nadie entonces me toque; haz el placer
para la espiga oblonga, pero también
anuncia el dolor respetuoso, el ser mujer,
y la forma-materia y sustancia en sí
que es misericordia, justicia inagotable
siendo la grandeza tan humilde, energía
que no se tira al trasto, por ética hermosura,
por causa de entropía.
2.
En mí crecieron todos los azules verdosos
de los ríos y cunetas, frutas dulces, agrias, raíces
de yerba mala, malojillo, tabaco, café y caña,
nidos de reinita: Maritza Pérez
Que del ADN mitocondrial
no falte esa energía en los días del Kotex
ni en los días celestes del orgasmo.
Hijo sea de los óvulos de la Tierra
(porque dependo de tu entes mundanales)
lo mismo que de las hiedras eternas,
infinitas del Yetzirá y el Ofiuco,
hijo de tus mejanas
del cimiento.
Tú, que puedes abrir, dar alimento,
las membranas resistentes, santifica
mi nombre, yergue tu voluntad
en mundo y cielo,
la valencia de tu espacio,
a veces súbito y violento
y permite que viva,
lo mismo que mis enemigos
que han preferido ser el muro,
el escollo, la rémora,
bendícelo en el folículo,
en el vector de vidas bacterianas,
en la abiogénesis.
3.
Dependo de tu prehumanidad.
Vasijas, receptáculos, cálices,
tallos que me precedieron,
entonces, permite los intrones
y reprende a los intrusos
y al gorgojo y al parásito
que arruina nuestros nombres.
Son 150,000 años de tu arrastre
antes de amar tu cuello uterino
y salir del desierto,
ausente de tu alma
como estuve.
Ahora te llamo citostoma
y me glorío de tu forma de serpiente
y en el altar de tu óvulo
me renuncio como cuerpo
de pólipo y molusco
que a contragusto
admite la belleza de tus cilios
y tu boca de ostra que me aperla
y tu beso de manzana.
Ahora si nazco a gusto
de tus cascarones y me bautizo
en los amnios.
4.
Del plano de tus secuencias aminoácidas
hice mi alfabeto. Creí al shofar, a la trompa
de Falopio, al dulce aguijón con que matas
(a mí que soy más pajarón y distraído
que tú, cuando vamos a la vida,
no por mero pervivir, por la raíz y lo básico,
del encuentro infinito, y la tarea de corregir
las diez potencias de la Dicha y el Destino).
5.
Obrero de las reencarnaciones,
oreja del espíritu, músico del alma,
amigo y poeta pepiniano, Héctor Soto Vera
Bajo la roca donde la Hidra se cercena,
tu cabeza inmortal, Seth, mi serpiente,
me salvaste de la fosa; el fuego de mis rivales
no me alcanza. De mí no hizo fósil, ni me recombina,
regresivamente, para que yo sea
alimaña, hiena, lagarto, me protejo
cuando tú me instruyes.
Como Loba me lactas, como médico celeste
Asvín te llamo; del caduceo te cuelgas,
como un rayo kundalinas y encantas.
Tú me gustas como mensajera de ARN
y me la elaboras como quiero.
A la enfermedad, al virus, a la basura,
recoges, atrapas, reciclas.
Del libro Teth mi serpiente
Voy a servirte
Hazme consciente de si estoy
en el fuego. Abrígame en lo frío.
Posiciona mis articulaciones.
La extensión muscular será consagratoria.
Ténsame cada músculo, párame
el rabo. Házme alerta, profundo,
con presión arterial, la suficiente,
con presión central venosa,
la indispensable; infla mis pulmones
y que, por la boquilla del shofar,
oigas mi aliento.
La temperatura de la sangre
que, en mi cabeza, produzca pensamientos
y abra el Dalet, la puerta de glucosa
y la miel de Tu Amparo.
Bautíza en el pH del líquido encefaloraquídeo.
En consecuencia, por lo dado, a tu proceso
llamaré Libertad, Redención, Existencia.
En cambio, te daré no el mundo dionisíaco
de las ménades... ¡mi apertura!
la visión intuitiva de la constancia
de lo constante.
*
El vinculo de Emeth
aún por temor a la blasfemia,
prescindo yo de llamar tranquilla,
sujetadura, esclavitud, chantaje?
¡No, no, es vínculo tan solo!
¡Es teleología!
Me díste guinda
y como niño me colgué de Tu brazo!
Me pregunté, no sé cómo,
si me asocias a lo que dijo
Romagnosi: natural condición,
imprescindible, deseable,
sea como tal la sociedad
para los sapiens
o lo que Vasili Rozanov
concluyó, porque filosofaba:
El instinto sexual es el reflejo
del espíritu creador del Universo.
7-07-1994
*
Oye
… y estarán estas palabras que yo te ordeno hoy sobre tu corazón. Y las enseñarás a tus hijos, y hablarás sobre ellas, cuando estés sentado en tu hogar y cuando vayas por el camino y al acostarte y al levantarte. Y las atarás como señal sobre tu mano y serán como frontales entre tus ojos y las escribirás sobre las jambas de tu casa y en tus portones (de tus jardines y ciudades): Dt. 6: 6-9
Shemá Israel.
Que nadie quiera en tí…
un Ser desfigurado, menos de lo que seas
en justicia y verdad; aléjate de quien
lo pidiere de este modo
y evita comer con sus víboras
(por las puertas traseras del olvido
no entres; como ladrón, no entres).
En la mesa del mentiroso y el infame
no te sientes. A su casa no vuelvas.
Entra como rey, príncipe, sacerdote
del que Te dio Puerta Ancha en su corazón
y libre albedrío, árbol de Ciencia
y Conocimiento, árbol de paraíso
y Belleza, Verdad, Misericordia.
Que nadie te maltrate
porque la memoria de Teth ya no vive en él.
Pón en tu frente el sello de quien Te amó
primero que tú a El, el Sello de tu Tefilín.
Saca de ronco pecho tu verbo,
tu aliento de Shofar, suena trompetas
porque Novilunio tuvíste
con el Rey del Universo.
2.
Oye, Occidente, que apenas conoces
la tradición oral de los tannaim
en el corazón del bueno se origina
un Libro de Esplendor y las primeras
serpientes para regocijo nacen
y no para temor; oye, hijo del Oriente,
consuélate en belleza, no sólo de ley,
porque el pacto sigue ahí,
la esfera oculta vuelve
y redención verdadera
hay y se cantará en los puentes,
en los dormitorios,
en jardines,
en calles donde jamás
se cantó,
y la declararán los circunscisos
en su corazón, llevándola
a las aldeas donde por causa de miseria
no fue obispo alguno, ni predicador
de vanidades, ni envangelista
de espada escondida y charafote
de hoja ancha de etnocidio
y crueldad.
3.
Oye, Israel, fija en tu cabeza la estructura
del poema humano. Aún en el hombre
hay esplendor, pero más vale ser
que parecer y tu mejor amigo,
¿quién es sino Dios? El Anciano que te conoció
por siglos y envió su Serpiente
para compañía en los días que quisiste
la dura y menos dulce porción
del espacio y salir del Edén
y cultivar tus propias flores.
Sazona tu mano antes de ofrecer
el poema que te corresponde;
humedece tus labios con rico vino
si tu voz dará cantos; pero las rosas
y las perlas a los puercos
no las ofrezcas como alimento.
4.
Ante las velas encendidas del Yom Tov
Oye, hijo de Adam, oye tú
que una estrofa hicíste con tu cuerpo
y salíste a la gravedad, fuera del paraíso:
el corazón es lo más dulce del Sendero.
Acuérdate que la energía de Guph
mueve la bestia, pero tú eres Neshemá,
espíritu para alabanza y el Gran Fuego
que para endulzarte ha venido.
Oye, tú díste los altos de las jambas
y los frontones de tu casa,
por tí es posible la canción.
No serás avergonzado.
En la esquina de tu jardín
escribíste el poema que te dio
tu corazón abierto.
Oye, hijo de Adam,
con el lenguaje y el Shofar
ya no hablas para las hienas
(ya no eres ni nunca ha sido una alimaña).
De las moscas nunca fuíste hijo.
Con el Rey de Universo
te hijifiscate, pedíste espacio
para tu destino, espacio vital
para cantar el Lazo de su amor.
Ven, pues, con la garganta del Shofar.
Ven con el beso sonoro al día
del Yom Teruá, canta para que seas
inscrito y sellado; repite con los niños de Adam
la eficiencia de más años en el espaciotiempo:
Bendita sea la fruta nueva
que soy, bendito el fruto de mis días.
Trae la guayaba, el durazno.
Pon en la mesa mangos, quenepas,
abre la guanábana, añade el melón.
Conversa con labios de ajonjolí.
Rememora el maví de Cayayo.
Invita a tu casa al que canta
y goza, con cuica de alegría,
su danza de shamán,
su ritmo en regocijo de amor.
Que coman el pan con miel
junto a sabios cuyos labios
son Jalá, actos del Pan consagrado.
En el Libro de la Vida nos bendicen
los humildes, ofendidos, burlados
ávidos de perdonar y ser perdonados
aún en el dolor del Yom Kipur.
*
Dáme más mundo
Dáme pues más mundo.
No sólo un cristal, tumba bacteriana,
alárgame, ensánchame, sistema complejo
seré, puedo-serlo, proyecto.
Súrteme con lo inmenso
de Tu Espejo Oscuro y dáme
olfato, sabor, oídos, ojos
en las tinieblas, pupilas
que se traguen las luces,
el tacto, rótame
y acelérame en lo lineal de lo vivo.
Házme consciente de si estoy
en el fuego, abrígame en lo frío.
Posiciona mis articulaciones.
La extensión muscular será consagratoria.
Ténsame cada músculo, párame
el rabo, házme alerta, profundo,
con presión arterial, la suficiente,
con presión central venosa,
la indispensable; infla mis pulmones
y que, por la boquilla del shofar,
oigas mi aliento.
La temperatura de la sangre
que, en mi cabeza, produzca pensamientos
y abra el Dalet, la puerta de glucosa
y la miel de Tu Amparo.
Bautíza en el pH del líquido encefaloraquídeo.
En consecuencia, por lo dado, a tu proceso
llamaré Libertad, Redención, Existencia.
En cambio, te daré no el mundo dionisíaco
de las ménades... ¡mi apertura!
la visión intuitiva de la constancia
de lo constante.
17-3-19
*
Socialización
La ausencia de bien (ietzer hará) se expandió y como consecuencia, el mundo se transformó. Si el hombre es capaz de llenar ese minúsculo punto de falta de bien, con su voluntad e impulso por el bien (Tov), el mundo que sin la participación del Hombre Adam heredera, entonces la Creación estaría completa y el objetivo de la creación se cumpliría: Abraham Goldberg
Orgulloso de tí, el Sol te saludó.
Ha sido generoso, siempre leal,
¿qué serías sin El si no lo amaras?
Una mirada suya tienes cada día.
En la noche, con luna de mujer,
el Sol esparce el cotidiano arrullo.
Cuando nacíste, tras el big-bang
del Bereshit Bara, Sol y Luna te dijeron:
¡Qué bueno! Tov meod. ¡Vive!
Crecerás, tendrás frutos.
Venus quiso dártelo todo
con formas de su belleza y vino a verte
y a Ella / Amada / energías delegadas,
la hice ajustadora de la Urania,
para que, con la Luna y la serpiente,
cuidaran tus hortales;
para mucho quererles; advertí:
Con Tiphareth / Belleza, Mi socialidad enseño;
con Yesod de Luna, dispuse la base, tu cimiento.
A todos tus vecinos convoqué
¡vengan, vengan!
y que no haya muchitanga de nangos
sin su primera oportunidad de abrazo,
vengan y aprendan, pero no finjan
con metagnomía. Jamás.
Ante tus Hijos y cada coparticípe,
de la sangre del Toro manaría la vida,
permití que sean mis Mitras,
mediadores, ángeles con mi luz.
Adam Harishon, a las tribus
que nazcan en Malkut, díles hermanos
porque a todas doy el Arbol de la Vida.
Multiplicáos, les dije.
Organicen los pueblos del porvenir.
Del libro Teth, mi serpiente
*
La rosa
En cinco pórticos del Jardín, ví la misma rosa.
Examino el aroma, confiado a la prevalescencia.
Hasta hoy ingiero el trago del olfato,
el vino menos tinto y Iah, ¡ah!, bendije
cuán lindamente creada fuíste para mi consuelo,
Rosa de Sión, más tierna que un capullo de hibisco,
más indefensa en apariencia, si no midiera
con mis cinco dedos las salvaciones que te recubren
y protejen. Por ellas, gano acceso a tí.
Rosa mía, no te segaré. Ramito de mi alegría,
con un beso sellaré el cutis de la dulzura
que guardas y meditaré: Eres mi cálix
y la copa de mi bendición en el dominio
del jardín prohibido...
*
Enamorándola
La mein, la efectiva y yo seré tu buey
y tu metal de plata, seré el segundón
de tu luna, y en el útero donde se gesta
la palabra, en el cuello de tu larínge,
empujaré el nabo violáceo,
jiruto sobre tu desnudez,
porque eres quinta y tapada
y de mi ojo de payaso no hicíste burla.
Seré yo quien ponga rata a tu Luz
(pero ya eres tú... ¡la Luna misma!)
y yo, tu sol opaco, evolutivo.
Ya me díste pan de pancho, pan bolillo,
pan ahogaperro, hic et nunc,
por mis traiciones y has sangrado,
durante la noche que más quise tu cuerpo.
*
La puerta estrecha
… a Shaddai el Chai
La bendición más grande que te doy,
hijo de Diana, pequeño de luna virgen,
es la puerta cavernaria. Que salgas y entres
por entre lianas, en espeso monte,
y a tu paso, mi serpiente trepe
a tu coxis, te enrosque bien
y bese tu alma en el tránsito
del sol de Tiferet.
Ella no dejará tu luz bajo una cesta.
Te enseñará a encender el candelero.
No de tu propia luz, Mi luz, hijo de Isis,
siervo de fértil luna, aprendiz del agua
acrecentada, del flujo y reflujo de mi poder.
De Nephesch no es la ofrenda que pedimos.
De alma animal y fuerza bruta de Guph
no es mi alimento. Ni Ruach ni Caín
por mi estrechan pasan. Por eso te envío
chispas de luz, Tikkun> de restauración.
2.
Neschamah: Yo superior, o ángel guardián sagrado.
Estado más elevado al que un ser humano puede aspirar
y es identificado con la chispa divina amanada de Dios:Migene González-Wippler
En Egipto, o en Israel, en el Norte
o en el Sur, vivas donde vivas, época
sea en la que duermas, o despiertes,
porque ancha es la puerta de las tentaciones,
amplio el acceso a la destrucción,
te daré mi Yesod, la puerta purificadora
en el yetzirah, morado, oscuro.
Del mundo de Caín, no ofrezcas un fuego que me lite.
Ni holocausto ni imagen de Ruach. De la sangre
a las puertas de la Gran Ciudad, no exalteces memoria.
Espérala. Neschamah viene.
Una novia, con aceite puro, un alma prudente.
La que libera el ego animal con el soporte
de su Deleite Serpentino, su Anzuelo de Tzaddi.
Detrás de tu cabeza, o tu pequeña casa,
un arco de promesa te será mi vínculo
y los colores tendrá ese arco de Quesheth.
A los árboles cortados no conocerás.
Con los frondosos, en bondad, te haré sentar
para que tengas más sombra y perfecciones tus reposos.
Con alcoris del astral huirás de los excesos
de Qlifot. De exceso de lujuria te libraré
en puerta estrecha de salvación.
De guerra ste libraré. Deja a mi mano
los demonios densamente cósmicos, atronadores,
sangrientos. Te nombro Hijo de Paz, Shalom
y con un zigzag de Teth te atraeré a Mí.
Graba en tu corazón la Puerta Estrecha,
Bella es como la morada y base que te doy.
3-18-1990
*
Madre de todo lo viviente
desde Yetzirah, predios de las formaciones,
se arrastra la mujer que salió de tu esencia?
Nachash entró al jardín de tus lirios y tu rosa
y entre pilares del Ser está la ambición
que rompe el estrecho paradigma
Vida y Muerte, Verdad y Silencio.
¿Dónde estás el encantador
a quien la Madre de todo lo viviente
reveló el Libre Albedrío
por la vía de la hiedra y la serpiente?
9-03-1992
*
La casa del enamorado
a tu techo. Con las estrellas se clavará
cada cimiento; el firmamento será
la madera, la divisiones siderales
de lo edificado. Beth, mi puerta azul,
en casa de mi sangre está tu humedad,
en agua, mis receptividades,
en misericordia de Chesed, mi riqueza.
Sol, alimento del mundo, un mendrugo
de Tipharet, me sobra y se multiplica
en mis alacenas. Una acacia inmutable,
perenne, será el archivo de mi ruta empírica
y crecerá con raíces de obediencia
en el proceso inteligible que me detiene
o me lleva a tu puerta; con un cuerno de carnero,
te daré canto y tú enviarás la Luna
y tu Sol, ¡sol de Tipharet, me hará novio sagrado
y carpintero de la casa que me das.
2.
No diré: Te hice casa, Yesod.
Eva era ya la casa. La primera casa.
En la naturaleza divina convergí
por la madre clara, que no engulle
por la novia tibia, que libera
y dije, Eva es buena y hermosa
y recorreré los caminos de libertad
por donde ande y la veré entre las ninfas
que danzan cada noche ante el fuego talámico.
Eva es la casa que busco.
Y como dos copas, me serviré
de lo que Ella contenga y de mi copa
beberá de lo que he recibido
lejos de sus labios.
7-03-1995
*
Hambre de ser
El que no posee nada propio
y ni siquiera sacrifica su vida por si mismo,
a ése es al que quiero, contenido.
El que diga Nada tengo, hambre de ser,
en Nada estoy herido, si valía tiene,
¿quién me la ha dado?
Quien haya visto que me elevo
a Dios, porque yo ni luna he fabricado,
si tengo un árbol que crece, me fue obsequiada
y de la tierra nació y vio el Sol alto,
geotrópico, y fotosíntesis en la algura,
si tuviera luna siervo sería de su verdad…
Pero, como nada propio tengo
y sólo en Quien me da tengo regocijo,
no hay herrumbe en mi puerta,
no me visita el rico en su propia opinión.
Si me dicen bondadoso, digo:
Bondadoso, sólo Dios.
Si me dicen desposeso, no me pregunto
por qué. ¿De veras, algo perdí?
Algo será que no supe cuidar.
2.
Grande, inmenso, sublime es el paso
hasta mi puerta. No venga el mentiroso
a cambiarme lo suyo por lo mío.
Aquellos esquineros que no anulan el yo
se cansarán de llegar al comedor.
A mitad de camino, lamentarán
el agua que pidieron. Seguirán exhaustos.
Tu casa es grande como el mundo
y el pozo está muy lejos. Me sentaré,
Beth, no me apartaré de esa ventana.
En tu casa, me pierdo.
Tanto orgullo de sí tienen los visitantes.
Se jactaron de la abundancia de sí
y una casa verdadera no les recompensará.
Beth, porque eres inmensa y sublime,
ellos no descansarán en tus alcobas.
No se sentarán a comer de tus Frutos.
No sabrán de huertos en el sur de tus rumbos.
Ellos quedarán en tus pasillos sin el aroma grato
de tus amarantos; Beth, pero nadie, ninguno
entre ellos, pasará gato por liebre si se dirije a tí.
Aquellos que no dieron la semilla de José,
¿por qué preguntan… quién vive ahí?
¿Es Beth la casa del poeta, el que revela
el potencial de Hei?… si cinco veces es el habla
de su boca y cinco veces su alegría
de Novio con su Amada, ¿por qué es tan largo
el pasillo, por qué no llega y me ofrenda
granos para mi siembra, que son como poemas
para su hermano, porque aún somos
los hijos del quebranto, y pedimos agua…
Seguro en la alcoba de nupcias consuma
sus amores, Beth será su quita-pesares.
Grande, inmenso, sublime es el paso
hasta mi puerta. No venga el quebrantador
a cambiarme lo suyo por lo mío; yo acepto
y contemplo lo que Dios me da,
sea mucho o sea poco, por eso…
revelaré su hacer y entenderé su esencia
y como un poste en la puerta,
me trascedentará la Luz.
2-03-1994
El despreciador a las puertas
El despreciador en la Puerta de Dalet
vio al ego en su jornada y meditó:
«Va tan solo» y urdió, por tal razón,
herirlo, armado de gargajos. Lo escupiría.
Se acercó cuanto más pudo para avergonzar
su ceño, profanaría su ser. «¿No tienes nada?»,
insistió, «¿nada tuyo?», porque dio la negativa
lo hizo innecesario. Lo ignoró para siempre
y lo escupió, tras decirle: «No existes».
2.
Pusíste la oscuridad a mis pies
y me llamaste el pobre del mendrugo,
el más pordiosero de la estirpe.
Cuando llegas a cualquier portal
se asoma el miedo y, en mi puerta fue igual.
Te dispusíste a hollar este gusano de Jacob.
Invadíste la apertura de mi casa
con tus mentiras de altruísmo
y la centavería del escarnio;
pero la calle tuvo un eco por tu causa:
«¡Entró el despreciador por la Puerta de Dalet»
3.
¡No vengas, no! No venga a declarar su humildad
para el humilde quien no haya sido lavado
de su lepra en Shiflut, la voz de la promesa.
Quien no lava al humilde, ni puños de jabón tiene,
el que viene y no cura ni bendice, que se vaya.
El la esquina donde se dobla el dador
y el don que lo recrea, uno que no se para en plenitud,
el despreciador que embauca y escupe, debe irse.
¡Cuidado, gusano de Jacob, a esos ricos
de pose y pandereta, no se le para
(ni en bronce) ni el nabo-uko-dono-sor!
Quienes no sumerjan el ente
en la Fuente de los Compadecidos,
que no venga. Que primero sea el bitul
bimziut mamash, limpio calcio
y postración… que el hombre rico
del gargajo, no venga. No.
Sí. Que no venga a declarar su humildad
y con su limosna se vaya a su reino
de desperdicios y altares saprógenos.
7-03-1996
*
Edificación de la casa
En la Torah, el corazón representa
el concepto primario de recipiente,
el secreto de Eva: E. Klein, Kabbalah of Creation, 2000
Mem es la vasija de su útero,
el principio creativo maternal con que Ella
dice a Adán: Gran Fuente es mi casa.
Aguas y manantiales me llevan a El.
Mem es mi imperio, aquí me replico
y a las expansión de mi reflejo
los tomo como peces, les designo
mis hijos, mis ovas, mis ojos
en las aguas y las charcas.
Ella es el anzuelo, en la mano de Tzaddi.
Controla la expansión cuando cierra
las piernas y dispone el sacrificio.
Se dedica a expresar la energía de la serpiente
porque sus giros son prudentes. Reflexiona.
«¿Cuál es el secreto de tu corazón, Adán,
por qué me rodeas y esperas y aún dices
que mi placer es sublime? ¿Por qué
a tu padre lo hallaste tan lejano y escondido
como entre las nubes de Gloria?»
2.
Golpeado por la vida y la muerte
el buey sabe de la ventana desde la que se mira
su pastura, el yugo lento que lo amarra,
el assiah material que pisa, el hacia
de la acción que le es posible…
Adán, te bendice la existencia física.
Dále alegría a tu buey, macarro,
y espíalo regocijadamente desde la Ventana
que se abrió desde Beth. Dále alegría, macarro
porque el buey mortal bien que se lame
una vez inicia su sendero en para-prakriti.
Regocíjate, Adán, porque recuerdas
la madre clara y fértil y te la dí,
aunque de la visión del dolor, saqué
su esencia, y en el tuétano de su costilla,
escribí: Ella viene a crear la fe.
En las afueras de Beth, el buey golpeado,
estaba y era un mendigo aún no bendito
por Mi Abrigo, pero le ofrecí del huevo
de Samekh, la vívida y cálida vagina de mi casa.
3.
Cuando llegaste a mi puerta y pisaste
la entrada del más pobre, el que no tiene nada
a qué llamar la posesión de Sí Mismo,
menospreciaste al que tuvo riqueza / nada
forjado de sus propia manos.
No soy quien ha hurtado si algo tengo.
Y si hurto, ¿sabías que no hurto para mí?
¿Qué? ¿No sabías que hay en Beth, mi cobijo,
una luz encendida, un más allá
de esferas participativas para que jamás
vuelva a la auto-anulación a oscuras?
*
Saturday, December 1, 2007
Devélate, vibra con amor
como un fuste al puño,
no te han tenido,
no te han alcanzado todavía,
¡vibra pues con ese amor
que tienes tan callado!
Echate al tálamo
con tu ser que es
una cadena de eslabones
que con distintos rostros, temporiza,
y con máscaras avanza por lo suyo.
Desde las máscaras combate
hasta en lo intramundano, sonríe
y que sea tu cimera iniciativa.
El propio mundo acaece
sólo porque comienzas tu develamiento;
pero házte existencia
para que el te busca, ¡atrévete!
Vence al encubrimiento.
Iníciate porque la posibilidad lógica
cede al imperio de la existencialidad.
Del libro Lope de Aguirre y los paraísos soñados / Sequoyah 1 / Sequoyah 2 / Sequoyah 3 / El hombre extendido / Heideggerianas
La iniciativa de la sonrisa
Tu sonrisa precipitará todo.
¡Hasta ese amor que tienes tan callado!
Ninguno se mostrará a lo que eres
antes que tú misma lo hagas.
¡Abre tus labios pues!
Muéstrate a ciegas, al azar
hacia ese no-sé-a-dónde
donde pueda estar el cuerpo,
tu delicia, tus palabra, tu co-mundo.
Con una sonrisa tuya se te halla
en la posibilidad lógica del ser,
sea que vayas hacia-el-ser
que te abre de antemano,
sea que te insinúes cautelosamente
donde falazmente se teoriza
tu presencia, tu encanto.
2-9-1994